¿Es el infierno real?
¿Teme usted que algún amigo o alguien que usted conozca esté en el infierno, quemándose ahora y por toda la eternidad en un abismo de fuego? Por otro lado, puede que usted no esté muy preocupado al imaginarse que sus enemigos se estén quemando en el infierno.
Quizás usted no crea en el concepto de ir al infierno. Algunos creen que es solo superstición; después de todo, si Dios es un ser tan amoroso, ¿por qué condenaría a las personas a sufrir eternamente una horrenda agonía en el infierno?
Incluso para muchos que se consideran cristianos, el infierno puede ser algo desconcertante y difícil de comprender. Lo que la Biblia enseña —la verdad— es mucho más simple.
Muchos creen en un perpetuo infierno ardiente
Millones de personas creen que sus enemigos, e incluso algunos de sus seres amados, se están quemando en las llamas del infierno ahora mismo. Una encuesta reciente concluyó que la mayoría de los ciudadanos de Estados Unidos creen en un infierno de llamas. Pero ellos nos son los únicos: en Gran Bretaña y Australia, más de tres de cada diez encuestados profesaron su creencia en el infierno. Y en Canadá, un número similar de personas acepta el infierno como algo literal.
Muchos creen que el infierno es un lugar real donde las personas malas que han vivido vidas pecaminosas reciben su castigo eterno, pero a muchos les cuesta comprender cómo un Dios creador misericordioso puede condenar a su creación a sufrir un tormento perpetuo. ¿Podría eso
ser amor?
¿Cuáles son los hechos reales que se encuentran en la Biblia en cuanto al infierno? ¿Lo describe la Palabra de Dios como un lugar real o puramente simbólico? ¿Es simplemente producto de la ficción, o algo completamente distinto?
¿Sabía usted que los primeros cristianos no creían en la idea de un lago de fuego perpetuo? ¡Esto no fue una enseñanza de Jesús ni aparece en la Biblia! En este artículo exploraremos exactamente lo que Jesús sí le enseñó a la Iglesia primitiva acerca del infierno y el juicio. Primero investiguemos de dónde verdaderamentesurgió la idea de un tormento de fuego eterno como castigo por haber llevado una vida pecaminosa.
El infierno de Dante
A principios del siglo XIV, el famoso poeta italiano Dante Alighieri hizo una descripción imaginaria del infierno en su obra La Divina Comedia. La primera sección de este épico poema se conoce como Inferno — palabra italiana que significa “infierno”.
Este simple relato probablemente sea el mayor responsable de los conceptos más comunes en cuanto al infierno que la gente tiene en la actualidad. ¿Cómo es que este particular relato acerca del infierno pudo dar forma a algo en lo que millones creen?
En su poema, Dante se imagina que Virgilio, poeta de la Antigüedad, lo guía por un recorrido a través del infierno.
En las puertas que dan entrada al infierno de Dante hay una funesta inscripción que termina diciendo: “Abandona toda esperanza, tú que entras aquí” (Inferno, Dante Alighieri, Canto III).
Virgilio le habla a Dante de la travesía a través del infierno: “y seré tu guía, y he de llevarte por lugar eterno, donde oirás el aullar desesperado, verás, dolientes, las antiguas sombras, gritando todas la segunda muerte” (Canto I).
Dante es guiado a través de nueve círculos del infierno, que son varios compartimientos y niveles de la tortuosa vida en el más allá. Él escribe acerca de lo que imagina: “nos paramos a ver la otra hondonada de Malasbolsas y otros llantos vanos . . . mas no veía en ella más que burbujas que el hervor alzaba, todas hincharse y explotarse luego” (Canto XXI). Él ve a alguien siendo condenado en este nivel: “Abajo lo tiró, y por el escollo se volvió . . .con más de cien arpones le pinchaban” (Canto XXI).
Dante ve numerosas almas encerradas en abrazadoras tumbas de fuego, personas hirviendo en sangre bajo una lluvia de llamas, y demonios malévolos que punzan, pinchan, flagelan y golpean a los condenados. Estos pecadores son enterrados cabeza abajo, pero sufren dolores aún más intensos a medida que las llamas ardientes les queman los pies.
Sin embargo, no todos reciben el mismo castigo. Otros son congelados de pies a cabeza en un lago para sufrir la agonía del frío punzante e implacable, y solo pueden mover sus dientes, que castañetean incontrolablemente.
Dante creó imágenes increíbles e inolvidables, que se quedaron grabadas en la mente de la gente. Él jugó con nuestros temores más grandes, y las espeluznantes escenas que imaginó capturaron la atención y el horror del mundo. Siglos más tarde, todavía vemos todo esto expuesto en películas y otros medios de comunicación de nuestra cultura.
Tan eficaz fue este relato aislado acerca del infierno que describe tan horrorosamente las ideas de Dante sobre el castigo al pecador, que este poema, en vez de la Biblia, moldeó y le dio forma al pensamiento del mundo. No se debe olvidar que aquel tiempo era muy distinto al nuestro. No habían bibliotecas bíblicas, y ciertamente no había Biblias en todos los hogares (la imprenta móvil no fue inventada sino hasta un siglo y medio más tarde).
No es de extrañarse entonces que la gente creyera en ello. Y a pesar de que la obra de Dante apenas menciona algunos pasajes bíblicos, se convirtió en un punto de referencia para la creencia en la vida después de la muerte. La Enciclopedia Católicaincluso lo llama “el Sagrado Poema”. ElInferno de Dante aparentemente se convirtió en el estándar de cómo es el infierno y quiénes van ahí.
¡Pero este relato es ficticio!
Sin embargo, es importante recordar que el Inferno es ficticio—¡fantasía e imaginación! ¡Es una historia inventada y carente de cualquier base en hechos reales! Este poema no es algo literal. ¡Ni siquiera se acerca a la interpretación auténtica de las enseñanzas bíblicas sobre el infierno, y lo que describe no es en absoluto lo que Jesús enseñó acerca del destino de los pecadores!
Dante escribió La Divina Comedia como una alegoría, un poema imaginario que refleja el momento político e histórico de la Italia de su generación.
Sin embargo, esto no alteró el increíble impacto que causó en las ideas que tenía la gente de cómo sería el infierno. Provocó y reforzó la creencia de que debe haber un castigo ardiente para los malvados incorregibles en un eterno lago de fuego.
Lamentablemente, muchos han llegado a creer que las descripciones de Dante son más o menos acertadas. Sin embargo, ¡no lo son!
Puede que esto sea impactante pero, según la Biblia, el infierno no existe como se piensa comúnmente. El tipo de infierno en el que la mayoría de la gente cree no existe y la Biblia tampoco se refiere a nada semejante. La Biblia sí enseña que habrá un juicio para todo ser humano, pero no enseña que cierto tipo de juicio terminará en un eterno tormento ardiente de fuego.
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10).
Entonces, ¿cuál es exactamente el castigo final de los pecadores que no se arrepientan?
Hay muchas ideas flotando por ahí. Según investigaciones del Grupo Barna, “Aunque no existe un punto de vista dominante en cuanto al infierno, hay dos perspectivas en particular que son las más populares (en Estados Unidos). Cuatro de cada diez adultos creen que el infierno es ‘un estado de separación eterno de la presencia de Dios’ (39%) y un tercio (32%) dice que es ‘un lugar real de tormento y sufrimiento adonde las almas de las personas van después de morir’. Una tercera perspectiva, en la que uno de cada ocho adultos cree, es que ‘el infierno es solo un símbolo de un resultado negativo desconocido después de la muerte’ (13%)” (Barna.org, oct. 21, 2003).
Éstas son solo algunas de las muchas ideas acerca del infierno. ¿Enseña acaso la Biblia que alguna de estas ideas es correcta? No.
Lo que la Biblia realmente enseña acerca del infierno
Note este breve pero poderoso versículo: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23, énfasis nuestro en todo este artículo).
¿Notó usted el contraste descrito en este versículo? ¿Qué es lo que ganan los pecadores? Ganan la muerte, no la vida eterna en el infierno. Por otro lado, el obsequio de Dios es la vida eterna a través de nuestro Salvador, Cristo Jesús. Por lo tanto, Dios simplemente enseña que “la paga del pecado es muerte”, no “una vida eterna de tormento”. Simple, pero cierto — ¡sin embargo, tantos están confundidos en cuanto a esta verdad!
Note cómo las Escrituras claramente describen esto. Dios dice: “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá”(Ezequiel 18:4). Unos versículos más adelante, Dios repite esto haciendo énfasis: “El alma que pecare, esa morirá” (v. 20).
¡Esto es muy significativo! Hay una gran diferencia entre lo que Dios dice y lo que tantos creen. Dios nos dice que las almas pueden morir. ¡La Biblia simplemente dice que usted no se va automáticamente al cielo o al infierno para vivir ahí como un alma inmortal por toda la eternidad!
Jesús mismo enseñó, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Hay algo significativo en este famoso versículo que quizás usted no haya notado. Jesús nos dice que sin su sacrificio, nosotros morimos —perecemos—, no vivimos para siempre en aislamiento. “Perecer” no significa simplemente dejar de vivir, sino ser destruidoso “convertirse en nada” — dejar de existir. De ninguna manera significa vivir una vida eterna de tormentos.
Puede que usted no se haya dado cuenta de que esto fue lo que enseñó Jesús. Le proponemos este desafío: ¿está dispuesto a ser honesto consigo mismo, a examinar los hechos que se encuentran en la Biblia, y a considerar la posibilidad de que su conocimiento sea erróneo?
Los impenitentes serán eliminados mediante el fuego
Aquí hay otro pasaje que Dios inspiró y que usted debe estudiar. Nos da más entendimiento en cuanto a la verdad acerca del infierno:
“Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrálos abrasará,ha dicho el Eterno de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama . . . Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe,ha dicho el Eterno de los ejércitos” (Malaquías 4:1, 3).
¿Habrá castigo para los malos? Sí. ¿Serán las llamas eternas del infierno? No. Como castigo, los malos se quemarán rápidamente, pero no mediante una tortura eterna: será un castigo misericordioso y breve. Los pecadores que no se arrepientan no serán atormentados eternamente; en vez, serán quemados por completo —destruidos y reducidos a cenizas.
Puede que esto lo sorprenda. ¡Pero es lo que la Biblia enseña! Quienes rechacen el camino de Dios de manera voluntaria y obstinada, simplemente dejarán de existir; no sufrirán para siempre.
Sí, la Biblia dice que aquéllos que decidan no arrepentirse de su mala actitud y de sus pecados serán castigados con fuego, pero no en el infierno mítico de la imaginación humana. La Biblia muestra que Dios es un Dios de misericordia y amor. Los malos serán consumidos por el fuego de una vez, rápidamente, y luego serán olvidados. No serán torturados por toda la eternidad. Recibirán un castigo eterno (dejarán de existir), pero no serán castigados eternamente. Reiteramos: lo que será eterno es el castigo (la muerte), pero no el acto mismo de ser castigado.
Dios es indudablemente un Dios de gran misericordia, sabiduría y justicia. Usted no debe quedarse estancado en las tradiciones fabricadas. En vez, debe sentirse reconfortado y animado por lo que Jesús realmente enseñó en las páginas de la Biblia.
Hay mucho más que considerar en cuanto al tema del infierno. La siguiente sección examina algunas preguntas que le ayudarán a comprenderlo más profundamente.
Lo que Jesús enseña acerca del infierno
Puede que alguien diga: Espere un segundo, ¿no enseñó acaso Jesús acerca del infierno? ¿Y qué hay de Mateo 10:28, donde dice: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”?
¿A qué infierno se refería Jesús? Él dijo que las personas no sufrirían un tormento eterno. En nuestras Biblias en español, la palabra infierno en este caso es traducida de la palabra griega gehenna, que se refiere a un valle en las afueras de Jerusalén. Gehenna se deriva del término en hebreo Gai Hinnom, que significa valle de Hinom(Josué 18:16).
Esto equivale a lo que actualmente llamaríamos “el basurero municipal”, el lugar donde se botaba la basura y los desechos, además de los cadáveres de animales y criminales despreciables, para ser consumidos por el fuego que constantemente ardía en su interior. Jesús usó este lugar y lo que allí sucedía para ayudarnos a comprender el destino final de quienes no se arrepientan: ser eliminados mediante el fuego.
Dios destruirá a los malvados, pero sin el entendimiento histórico apropiado, muchas personas sacan conclusiones incorrectas y adoptan ideas equivocadas acerca de este versículo. Si usted hubiese vivido en Jerusalén en el tiempo de Cristo, ¿qué se le hubiera venido a la mente cuando él mencionó el gehenna? Naturalmente, el “basurero municipal”, donde se incineraban la basura y los cadáveres.
Jesús usa la gehennapara describir lo que la Biblia llama en otras partes “el lago de fuego”. Dios puede destruir —aniquilar— tanto al cuerpo como al alma (el ser físico consciente en vez del alma inmortal) en esta gehenna. Cuando Dios destruye a una persona incorregible en esta gehenna, la muerte resultante es eterna.
¿Y cuándo son castigados los malos? ¿Inmediatamente después de morir?
Gehenna es la palabra que Cristo utilizó para referirse a lo que Apocalipsis 20:10 y los versículos 14-15 llaman “el lago de fuego”, que trae consigo “la muerte segunda” — la muerte permanente y eterna. Esta es una referencia al destino final de los malvados. “La muerte segunda” significa que uno recibe la pena eterna de muerte, ¡sin la posibilidad de resucitar a la vida eterna! Aquéllos que han cerrado sus mentes al arrepentimiento o a someterse a Jesucristo serán totalmente consumidos — destruidos.
Apocalipsis 21:8 dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Ezequiel 18:4 dice, “el alma que pecare, esa morirá”. Nuevamente vemos que el alma no es inmortal.
Por tanto, podemos decir que sí se acerca un tiempo en el cual Jesucristo hará que los impenitentes se hagan responsables de sus acciones, lo que quiere decir que el lago de fuego o la muerte segunda será para ellos. ¡Pero no será una eternidad en agonía!
Esperanza y misericordia
Sí hay esperanza: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9).
No hay contradicción en Dios; él es verdaderamente un Dios de misericordia y amor. Quienes voluntariamente rechacen su camino de vida serán lanzados a un lago de fuego y serán consumidos. No sufrirán para siempre en el infierno ni serán torturados de alguna manera por toda la eternidad.
¡Todos podemos estar agradecidos de la justicia de Dios, su imparcialidad y su plan de salvación a través de Cristo!