Después de 500 años, ¿se está desmoronando la Reforma Protestante?
¿Le ha tocado experimentar una división de grandes proporciones en su congregación o denominación religiosa? Las divisiones de las iglesias cristianas han sido una realidad muy común y lamentable en los 2000 años transcurridos desde que Jesús fundó su Iglesia.
Hace cinco siglos la Iglesia católica romana, rama dominante de la religión cristiana tradicional, debió enfrentar un grave cisma cuando uno de sus sacerdotes teólogos, el posteriormente famoso Martín Lutero, comenzó a rechazar varias enseñanzas y prácticas de la iglesia. Entre otras cosas, Lutero se mostró en desacuerdo con la perspectiva católica respecto a las indulgencias y a que la condonación del castigo de Dios podía ser comprada con dinero.
El año 2017 marca el quinto centenario de la carta de Martín Lutero Las 95 tesis que, según afirma la tradición, fue clavada en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg el 31 de octubre de 1517 (todavía no hay consenso sobre si dicha carta fue clavada o enviada). Este documento dio inicio a lo que se llegaría a conocer como Reforma Protestante [y también Reforma Luterana o, simplemente, Reforma]. Posteriormente, Lutero fue excomulgado y sus tesis fueron rechazadas por el papa León X en 1520. Esta división del cristianismo fue el segundo quiebre de importancia después de la división ortodoxa en el siglo XI.
Ahora, 500 años más tarde, todavía existen interrogantes muy cruciales respecto a la eficacia de las reformas de Lutero y su capacidad para mantenerse en el tiempo. ¿Se está desmoronando la Reforma Protestante? ¿Puede revertirse acaso esta división ocurrida hace cinco siglos, y unificar a católicos y protestantes?
Junto con la conmemoración de este gran aniversario, una corriente subterránea está afectando silenciosamente a la Iglesia luterana, mientras la iglesia en Roma sigue amasando un creciente apoyo que en el futuro podría acabar con los sueños de Lutero.
Luteranos y católicos reciben la comunión
A medida que estudiamos la relación moderna entre católicos y luteranos, es imposible no notar el debilitamiento de las barreras que separaron a estas dos filosofías religiosas a partir de 1517. La brecha que inicialmente las dividió se está cerrando gradualmente. ¿Será que la Reforma está perdiendo su identidad?
El 5 de julio de 2017 en la ciudad alemana de Wittenberg –la misma donde hace 500 años Martín Lutero atacó abiertamente las prácticas y enseñanzas de la Iglesia católica–, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (que representa a 50 millones de creyentes) aprobó la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación, acordada previamente en 1999 por católicos y luteranos y por los metodistas en 2006.
“El acto formal de hoy, cuando estamos juntos y llenos de gozo, añade nuevos desafíos y responsabilidades a nuestra búsqueda de fidelidad al evangelio y unidad en la verdad”, dijo el papa Francisco en una declaración escrita por él y emitida a nombre suyo. “Ojalá que marque una nueva etapa de compañerismo y cooperación en bien de la justicia y la paz de nuestra familia humana” (Anli Serfontein, Pope Francis Hails Declaration Signed at Reformed Churches Gathering in Germany [El papa Francisco celebra la declaración firmada en la reunión de las iglesias reformadas en Alemania], Ecumenical News, jul. 5, 2017).
El mensaje fue leído en voz alta frente a unos 800 dignatarios, que representaban a algunas de las iglesias cristianas más relevantes y que se habían reunido en Wittenberg para dicho evento. El cardenal Brian Farrell, secretario del Consejo Pontificio Para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, dijo a los delegados reunidos que el acuerdo ha abierto “una nueva era de confianza entre las iglesias — un tiempo de sanidad y reconciliación y para redescubrir cuántas cosas compartimos” (ibídem).
Esta es la última de varias gestiones similares. El 15 de enero de 2016, un grupo de luteranos finlandeses tuvo la oportunidad de tomar la Sagrada Comunión de manos de sacerdotes católicos en una misa realizada en la basílica de San Pedro, después de haberse reunido con el papa Francisco. El papa luterano Samuel Salm dijo de la Comunión: “Yo mismo la acepté”. Y añadió: “Esta no fue una coincidencia” (Lutherans Receive Communion at Vatican After Meeting With Pope: Report [Luteranos reciben la comunión en el Vaticano después de reunirse con el papa: Reporte], LifeSiteNews.com, ene. 21, 2016).
En una entrevista otorgada a la revista National Catholic Register el 12 de diciembre de 2015, el pastor Ken Kruse, de la Iglesia evangélica luterana de Roma, manifestó: “Creo que es típico del papa Francisco abrir puertas, y ahora nosotros, como iglesias, tenemos el deber de encontrar maneras de llenar esta puerta abierta con una vida de más ecumenismo y unidad” (Revolution: Rome Lutheran Pastor Says Pope Francis ‘Opened Door’ to Intercommunion [Revolución: Pastor luterano de Roma dice que el papa Francisco ‘abrió la puerta’ a la intercomunión], LifeSitenews.com, dic. 16, 2015, énfasis nuestro en todo este artículo). El término ecumenismo se utiliza en los esfuerzos por unificar a las iglesias del mundo.
Al parecer, la Iglesia católica romana está trabajando silenciosamente mediante un agresivo fomento del ecumenismo para atraer nuevamente a sus hijos distanciados, pretendiendo negar 500 años de separación. ¿Adónde se encaminan tales tendencias?
Llamado universal a católicos y luteranos
En octubre de 2016, el papa Francisco y el obispo Munib Yunan, presidente de la Federación Luterana Mundial, firmaron una declaración conjunta en el quinto centenario de la Reforma en la catedral luterana de Lund, en Suecia. Dicha declaración decía en parte:
“Con esta Declaración Conjunta expresamos una gozosa gratitud a Dios por este momento de oración en común en la catedral de Lund, al comienzo del año en que conmemoramos el quinto centenario de la Reforma. Cincuenta años de diálogo ecuménico sostenido y fructífero entre católicos y luteranos nos han ayudado a superar muchas diferencias, y han profundizado nuestra comprensión y confianza mutuas . . .
“Nos comprometemos a seguir creciendo en la comunión arraigada en el bautismo, mientras procuramos eliminar los obstáculos que aún restan y que nos impiden alcanzar la unidad plena. . . Ansiamos que esta herida en el Cuerpo de Cristo sea sanada. Tal es la meta de nuestros esfuerzos ecuménicos . . .”
Esta declaración conjunta concluyó así: “Hacemos un llamado a todas las comunidades y fieles luteranos y católicos para que sean valientes y creativos, y que cumplan su compromiso de continuar la gran caminata que tenemos por delante con alegría y esperanza. En lugar de los conflictos del pasado, el don divino de la unidad entre nosotros guiará la cooperación y profundizará nuestra solidaridad. Mediante un mayor acercamiento a Cristo en fe, la oración conjunta, el escucharnos mutuamente, y el vivir el amor de Cristo en nuestras relaciones, nosotros, los católicos y luteranos, nos abrimos al poder del Dios Trino”.
¿Qué pasa, entonces? ¿Qué está ocurriendo ante nuestros propios ojos? ¿Acaso la Reforma está al borde del fracaso? Y, aún más importante, ¿será que la Iglesia católica romana tal vez esté a punto de hacer realidad un escenario acerca del cual la Biblia advirtió hace casi 2000 años?
La Federación Luterana Mundial entregó el siguiente informe acerca de la histórica reunión:
“La Federación Luterana Mundial (FLM) y la Iglesia católica romana llevaron a cabo una conmemoración ecuménica conjunta de la Reforma el 31 de octubre de 2016, en Lund, Suecia. El evento, auspiciado localmente por la Iglesia de Suecia y la Diócesis Católica de Estocolmo, destacó los sólidos avances ecuménicos entre católicos y luteranos y los beneficios mutuos recibidos mediante el diálogo, particularmente porque se acerca el aniversario número 500 de la Reforma, en 2017”.
Como podemos ver, ¡la conmemoración de los 500 años de la Reforma Protestante tendrá un amplia repercusión en todo el mundo, y también grandes implicancias religiosas! El ecumenismo está vivo y saludable, y la iglesia romana tiene en mente un plan y una meta final.
La historia romana tiene importantes implicancias proféticas
¿Cuáles son las implicancias proféticas que rodean el ecumenismo que vemos entre católicos y protestantes? Aunque la unidad y el ecumenismo se ven bien en la superficie, ¿podría esto acabar siendo algo muy peligroso y con consecuencias inesperadas? ¿Será posible que, en algún momento del futuro, solamente se permita una religión oficial y las otras sean prohibidas?
En la profecía que Jesús entregó en el monte de los Olivos unos días antes de ser crucificado (Mateo 24; Marcos 13; Lucas 21), predijo las señales que precederían su retorno y una de las que más enfatizó fue el cristianismo falso (Mateo 24:4-5). Casi desde el comienzo, diversos engañadores trataron de influenciar e infiltrar a la Iglesia del Nuevo Testamento.
Poco después, también durante el primer siglo, varias formas de cristianismo empezaron a echar raíces. De ellas, una se mantuvo fiel a la verdad pura de la Biblia y las enseñanzas de Cristo, y las demás se mezclaron con otras creencias y filosofías. Esta fusión de ideas se llama sincretismo, y muchas de las creencias paganas y populares de Roma que fueron agregadas al cristianismo en realidad se originaron en las antiguas religiones babilónicas.
Al poco tiempo, solo unas cuantas décadas después de que Jesucristo fundara su Iglesia, las tendencias acerca de las cuales había advertido comenzaron a hacerse realidad. Ya para la década de los 50 d. C., el apóstol Pablo advirtió que los falsos maestros estaban proclamando “otro Jesús” y “un evangelio diferente” (2 Corintios 11:4; Gálatas 1:6). A finales del primer siglo, algunos llegaron al extremo de rechazar al apóstol Juan y expulsar de la Iglesia a los verdaderos cristianos (3 Juan 9).
Una nueva iglesia surge y adquiere poder
Como vemos, el cristianismo experimentó cambios drásticos desde sus mismos comienzos. La iglesia visible se convirtió en algo muy diferente de lo que Jesús y sus apóstoles habían establecido originalmente. El historiador Hesse Hurlbut llama a este periodo “la era de las sombras”. Según su descripción,“Después de la muerte de San Pablo, y durante cincuenta años, sobre la Iglesia pende una cortina a través de la cual en vano nos esforzamos por mirar. Cuando al final se levanta alrededor del año 120 d. C, con los registros de los padres primitivos de la iglesia, encontramos una iglesia muy diferente en muchos aspectos a la de los días de San Pedro y San Pablo” (Historia de la Iglesia Cristiana, Editorial Vida, p. 23).
En el siglo cuarto, el emperador romano Constantino decidió hacer del cristianismo la religión oficial del Estado para unificar y fortalecer su imperio. Sin embargo, para lograr esto se valió de su poder y reunió a varios grupos distintos que enseñaban una variedad de conceptos, muchos de ellos ajenos a las enseñanzas de Jesús. El resultado final fue el reconocimiento oficial de varias creencias que en muchos aspectos eran muy similares al popular culto romano de adoración al sol.
Por ejemplo, ya en este tiempo la mayoría de la iglesia visible había adoptado como su día de adoración semanal el primer día de la semana, el domingo (considerado el día del sol invicto), en lugar del sábado bíblico, el séptimo día de la semana (de la puesta del sol del viernes a la puesta del sol del sábado). De manera similar, la celebración romana del nacimiento del sol, el 25 de diciembre, fue reasignada como el nacimiento del Hijo de Dios y llegó a ser una de las celebraciones más populares del mundo: ¡Navidad!
La iglesia de Constantino, auspiciada por el Estado, continuó evolucionando y acumulando poder y llegó a ser conocida como Iglesia católica romana. “Católica” se deriva de la palabra latina catolicus, que significa universal o general.Esta iglesia se convertiría en la religión universal del Imperio romano.
En ciertas épocas de la historia el obispo de Roma, o papa, tenía una autoridad política y religiosa tan enorme, que podía entronizar o destituir emperadores. ¡La iglesia controlaba al Estado! Y debido a esta íntima relación entre iglesia y Estado, durante varios siglos el imperio fue llamado Sacro Imperio Romano.
Así, vemos que en la medida que la iglesia se hizo más poderosa y se alió con el Estado, esta unión (iglesia-Estado) comenzó a perseguir a otros cristianos, especialmente a aquellos que se apegaban más a las enseñanzas originales de Jesús. Los que no formaban parte de la iglesia romana fueron perseguidos despiadadamente durante ese periodo.
La Iglesia católica romana también adoptó una estructura de gobierno asombrosamente similar a la del antiguo Imperio romano. Por tal motivo, los historiadores han comentado que la Iglesia católica es un fiel reflejo del Imperio romano (vamos a analizar la expresión “fiel reflejo” más adelante).
No obstante, como hicimos notar al comienzo, hace 500 años se produjo una enorme confusión en la Iglesia católica romana cuando Martín Lutero presentó sus 95 Tesis en 1517.
¿Será sanada esta herida, esta división, de acuerdo a lo expresado en la declaración conjunta de 2016? Vamos a la fuente, la Biblia, y veamos qué nos dice la profecía bíblica.
Para comprender el futuro, primero debemos comprender el pasado
¿Hay señales de una religión única y obligatoria en el horizonte? ¿Nos da la Escritura la respuesta a este interrogante? ¿Deberán acaso todos los pueblos del mundo mostrar lealtad a un futuro imperio con un gobierno al estilo iglesia-Estado, según el modelo de Constantino?
Desde la caída del Imperio romano hace más de 15 siglos, los líderes europeos han hecho una serie de intentos de revivirlo. Justiniano, Carlomagno, Otto el Grande, Carlos V, Napoléon y Hitler (junto a Mussolini) trataron de unir a Europa como un Imperio romano resucitado, y todos tuvieron éxito en cierta medida y por algún tiempo. Sin embargo, todavía habrá otro intento.
La historia nos muestra que el poder gobernante de la Iglesia católica surgió del Imperio romano. Este imperio es descrito en el libro del Apocalipsis como “bestia”, y la iglesia aliada y trabajando codo a codo con ella es descrita en el capítulo 13 como “la imagen de la bestia”, es decir, es un reflejo (como el de un espejo) que se parece muchísimo al original.
La historia muestra además que esta iglesia se apoderó de la anterior estructura de gobierno y de ciertas regiones del imperio. “Ya en el cuarto siglo, la iglesia seguía el ejemplo del Imperio romano. El emperador Constantino organizó la iglesia en diócesis, según el modelo de los distritos romanos regionales. (La palabra diócesis era un vocablo no religioso que se refería a las mayores divisiones administrativas del Imperio romano). Más tarde, el papa Gregorio moldeó el sacerdocio de toda la iglesia de acuerdo a la ley romana” (Pagan Christianity? Exploring the Roots of Our Church Practices [¿Cristianismo pagano? Explorando las raíces de las costumbres de nuestra iglesia], Frank Viola y George Barna, 2008, p. 119).
Así, la iglesia romana copió al Imperio romano y se convirtió en una fiel imagen del original. Como observó el famoso historiador Will Durant en su monumental obra The Story of Civilization [Historia de la civilización]: “El cristianismo . . . creció mediante la absorción de la fe y los rituales paganos; llegó a ser una iglesia triunfante mediante la herencia de los patrones organizativos y el genio de Roma . . .
“El legado romano era por sobre todo una amplia estructura de gobierno, la cual, cuando fracasó la autoridad secular, pasó a ser la estructura del gobierno eclesiástico. Poco después, los obispos, en vez de los prefectos romanos, se convertirían en la fuente del orden y el trono del poder en las ciudades; los metropolitanos, o arzobispos, pasarían a apoyar o suplantar a los gobernadores provinciales; y el sínodo de obispos reemplazaría a la asamblea provincial.
“La iglesia romana siguió el ejemplo del Estado romano: conquistó las provincias, embelleció la capital y estableció disciplina y unidad de una frontera a la otra. Roma murió al dar a luz a la iglesia; la iglesia maduró al heredar y aceptar las responsabilidades de Roma” (1944, Caesar and Christ [César y Cristo], vol. 5, pp. 575, 618-619).
Se avecina una iglesia-Estado con poder combinado
La profecía bíblica muestra que en los tiempos del fin todavía habrá otro intento de establecer una iglesia-Estado que pretenderá solucionar los problemas de la humanidad, pero su duración será relativamente breve.
En una visión divinamente revelada, el apóstol Juan describió lo que vio: las imágenes que simbolizaban el poder de una iglesia-Estado del tiempo del fin: “Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad” (Apocalipsis 13:1-2).
¿Qué podemos ver de inmediato en estos dos versículos?
· Esta bestia es blasfema, y no proviene de Dios.
· Esta bestia actúa como un animal salvaje (no con amabilidad humana), como un leopardo, oso, o león.
· Esta bestia recibe su poder del demonio (y el demonio incluso es adorado — versículo 4).
¿Quién es la bestia?
Sabemos que este imperio futuro es un sistema gubernamental de enormes proporciones, porque es apoyado por un poderoso ejército: “Y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? ” (v. 4).
¿Cuánto tiempo gobernará con pleno poder esta bestia blasfema? “También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses” (v. 5). Por lo tanto, durante tres años y medio esta bestia será el poder dominante sobre la mayor parte de nuestro planeta. (Esto también parece ser una profecía dual, ya que este poder ejerció un prolongado dominio a lo largo de la Edad Media, como precursor del cumplimiento del tiempo del fin).
A continuación quedaron registradas estas perturbadoras palabras proféticas para que las tomemos en cuenta: “Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación”(v. 7). ¡Lo que vemos aquí es el verdadero pueblo de Dios, aquellos que tienen creencias distintas a las de la religión establecida, y que son perseguidos por sus creencias bíblicas!
En el futuro, adorar a esta bestia designada por el dragón se convertirá en “ley”. De hecho, Apocalipsis indica que todos adorarán a la bestia, con excepción de aquellos cuyos nombres estén anotados en el libro de la vida de Jesucristo: “Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (v. 8).
En resumen, ¿qué podemos ver en estos seis versículos?
·Esta bestia tendrá las fuerzas militares más poderosas del mundo.
·Esta bestia recibirá poder y autoridad para gobernar por tres años y medio.
· Esta bestia perseguirá despiadadamente a los verdaderos santos de Dios.
· Esta bestia obligará a todos a someterse y obedecer.
El mundo religioso se asocia con la bestia
Y ahora el apóstol Juan nos entrega un vistazo del poder religioso, la gran iglesia detrás de la bestia gobernante: “Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada” (vv. 11-12).
El mensaje proclamado por esta segunda bestia (que es un fiel reflejo de la primera bestia, versículo 5), una vez más proviene del dragón –el mismo demonio– y a toda la humanidad se le ordena adorar de la misma manera. ¡Este es un gran renacimiento de la iglesia romana, que se asocia con la primera bestia y establece un imperio cuyo sistema de gobierno será el de una iglesia-Estado! Apocalipsis 19 también llama al líder de esta segunda bestia –esta iglesia romana– “el falso profeta”.
Note que este es un sistema religioso muy persuasivo, y que la humanidad será engañada. ¿Se dejará usted llevar por su influencia?
Esta segunda bestia lleva a cabo milagros extraordinarios y fascinantes, ¡que con toda seguridad conquistarán a grandes multitudes! “También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió” (vv. 13-14).
La primera bestia utiliza su poder militar y autoridad gubernamental para imponer sobre la humanidad una religión mundial: “Y se le permitió [a la primera bestia] infundir aliento a la imagen de la [segunda] bestia [la iglesia romana], para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase”(v. 15). Como vemos, ¡este será un asunto de vida o muerte!
Y entonces el apóstol Juan habla acerca de la infame “marca de la bestia”: “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre . . . Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis” (vv. 16-18).
En resumen, ¿qué podemos concluir de estos ocho versículos? Es algo bastante aleccionador:
·La primera bestia es acompañada por una segunda bestia religiosa, llamada también el falso profeta.
·Esta segunda bestia también habla como el demonio.
·Esta segunda bestia es una fiel imagen de la primera y obliga a todos a adorar a la primera bestia.
·Esta segunda bestia realiza milagros convincentes que engañarán a toda la humanidad, excepto a los santos de Dios.
·La primera y la segunda bestia se unen en una alianza de poder (iglesia-Estado) que va a imponer una religión universal en todas las regiones bajo su control.
·El castigo para quienes no se sometan a esta religión será la muerte.
Efectivamente, esta religión será obligatoria y las demás ideologías y credos serán considerados ilegítimos, incluyendo a la verdadera Iglesia de Dios y sus creencias basadas en la Biblia. Recuerde que en los primeros siglos después de la resurrección de Jesús, y también más tarde, cuando la iglesia y el Estado se unieron, aquellos que creían y practicaban las verdaderas enseñanzas bíblicas fueron sistemáticamente perseguidos y exterminados por emperadores tales como Constantino.
Un escenario del tiempo del fin, sin ninguna duda
Algunos estudiosos de la profecía bíblica pueden argumentar que estos acontecimientos ya han sido cumplidos en toda su plenitud, o que son solamente alegorías. Pero no es así, ya que Apocalipsis 17 muestra que estas cosas tendrán lugar justo antes del retorno de Jesucristo como Rey de reyes. Jesucristo regresará para salvar a la humanidad de una destrucción total e inminente (Mateo 24:21-22).
“Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero [Jesucristo], y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.
Estas palabras muestran claramente que la unión de diez “reyes” (líderes de naciones o grupos de naciones) que le ceden su soberanía a un solo individuo (llamado también “la bestia”) todavía está por ocurrir en el futuro, como parte de los sucesos geopolíticos que transformarán al mundo y tendrán lugar justo antes del retorno de Jesucristo.
La profecía nos muestra que, por un corto tiempo, la bestia impondrá una religión única y universal a la humanidad en el tiempo del fin. Esta bestia será un sistema combinado de iglesia y Estado, cuyas raíces se remontan al Imperio romano.
No es coincidencia que la Iglesia católica romana esté trabajando para atraer nuevamente a sus hijos que se han alejado mediante una agresiva campaña en pos del ecumenismo, diseñado para negar los 500 años de separación que comenzaron con Martín Lutero. Sí, la Reforma Protestante que dividió a la cristiandad del mundo finalmente desembocará en algún tipo de reunificación. ¡Eso es lo que dice la profecía bíblica!
¿Y qué hay de usted? ¡Ame la verdad!
Hay una gran advertencia para usted y para mí en estas profecías. La Biblia nos amonesta en muchos otros lugares acerca de esta gran apostasía del tiempo del fin. Se avecina un gran llamado del tiempo del fin para engañar a toda la humanidad.
Refiriéndose al retorno de Jesucristo a la Tierra, el apóstol Pablo escribió lo siguiente a los cristianos en Tesalónica: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”(2 Tesalonicenses 2:3). A continuación procede a explicar en mayor detalle esta “apostasía”y habla también del “hombre de pecado”.
Este “hombre de pecado” del tiempo del fin se jactará de ser más grande que Dios y pretenderá, y hasta afirmará ,ser Dios — y la gente le creerá. ¿Por qué?: “. . . por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira”(2 Tesalonicenses 2:10-11).
Apocalipsis 19:20 describe a este poderoso líder religioso como el falso profeta, que trabaja conjuntamente con el líder político llamado la bestia. Daniel 7 incluso dice que el pomposo personaje religioso, junto con el poder del Estado, “a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley”(v. 25). ¡Eso es exactamente lo que hizo el emperador Constantino, y lo que los líderes eclesiásticos han hecho desde entonces!
¡El engaño del tiempo del fin será muy grande y poderoso! Sabiendo que su gobierno sobre la Tierra estará llegando a su fin, Satanás el demonio llevará a cabo un llamado en los últimos tiempos para engañar a la gente, incluso al pueblo de Dios, que caerá presa de él si no ama la verdad. ¡Usted y yo hemos sido advertidos! ¡Guarde los mandamientos y ame la verdad!
Usted y yo debemos mantenernos puros en una sociedad que mezcla la verdad y el error y promueve el sincretismo religioso. ¡Cuán fácil es dejarse llevar por argumentos persuasivos (y pronto, milagros persuasivos) que parecen atractivos a nuestra naturaleza humana! No crea la mentira. ¡Ame la verdad! BN