¿Cuál es el mensaje que Dios quiere entregarnos?
Cuando era niño, a veces salía al patio en las noches cálidas para contemplar el cielo estrellado. Mientras observaba el firmamento, me preguntaba qué significado podría tener todo aquello. ¿A qué distancia se encontraban esos puntitos de luz palpitante? ¿Cómo serían esos mundos? ¿Habría vida en ellos? ¿Cómo se había originado el universo? ¿Existía realmente un Dios creador? ¿Qué relación tenía todo eso conmigo?
Años después me di cuenta de que yo no era el único soñador curioso que observaba este espectáculo nocturno y se preguntaba cuál era el propósito de su vida y su lugar en el universo: el rey David ya se había planteado la misma interrogante hacía tres mil años.
En Salmos 8:3-4, él registró sus pensamientos mientras reflexionaba sobre el resplandeciente cielo nocturno de su época: “Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: ‘¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?’” (Nueva Versión Internacional, énfasis nuestro en todo este artículo).
Estas son algunas de las preguntas que quisiéramos hacerle a nuestro Creador: ¿Qué es el hombre? ¿Qué importancia podemos tener para ti, Dios nuestro, si tomamos en cuenta cuán insignificantes somos en comparación con la inmensidad y grandeza del universo?
De hecho, esta última pregunta tiene más sentido ahora que en ningún otro momento de la historia, ¡porque vivimos en un mundo en el cual nuestra misma supervivencia está en peligro!
Mil años después de que David le planteara a Dios tales preguntas, el autor del libro de Hebreos –quien entendía perfectamente la magnitud del asombroso sacrificio de Jesucristo, el Mesías– citó las preguntas de David y comenzó a dar las increíbles respuestas:
“‘¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta? Lo hiciste poco menos que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra; ¡todo lo sometiste a su dominio’” (Hebreos 2:6-8, NVI).
Luego se refiere a la razón misma de nuestro lugar en el universo, el motivo por el cual nos encontramos aquí: “Si Dios puso bajo él [bajo el hombre] todas las cosas, entonces no hay nada que no le esté sujeto.Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte . . .
“En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos. Tanto el que santifica como los que son santificados tiene un mismo origen,por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos”(Hebreos 2:8-11, NVI).
¿Qué significan las poderosas frases“Si Dios puso bajo él [el hombre] todas las cosas . . . a fin de llevar a muchos hijos a la gloria . . . Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos”?
¡No hay conocimiento más importante que este en relación con su futuro! ¡No hay nada más que explique por qué está usted acá y por qué nació! ¡Ninguna otra fuente puede revelarle el verdadero significado y propósito de su vida!
Dios tiene un mensaje para usted: ha llegado el momento de descubrir las respuestas y comenzar a vivir su propósito. ¡Sepa cuáles son esas respuestas y cómo comenzar a tomar cartas en este asunto!