¿Qué significa que Jesús es Creador?
Juan 1:1-14 claramente describe el papel de Jesús como Creador del mundo físico: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros… el unigénito del Padre” (Juan 1:1-3, Juan 1:14).
También inherente en este pasaje está el hecho de que Jesucristo no fue creado, sino que ha existido eternamente con Dios el Padre. Efesios 3:9 y Hebreos 1:1-2 afirman que Dios creó el mundo físico a través de Jesucristo, pero Colosenses 1:16-17 aclara que Jesús también creó las cosas no físicas, como posiciones de autoridad: “Porque en él fueron creadas todas las cosas… visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.
Esto no significa que Dios el Padre no estuvo involucrado en la creación. Tampoco quiere decir que no se le pueda llamar Creador. Esto se ve en la creación del hombre cuando Dios dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26). El uso de pronombres en plural indica que Dios el Padre y el Verbo, quien fue el preencarnado Jesús (Juan 1:14) estuvieron involucrados. Hebreos 1:1-2 declara que Dios el Padre creó los mundos por medio de Jesús, mostrando que ambos, en conjunto, fueron los Creadores. Se puede encontrar más evidencia del rol creativo unificado en Eclesiastés 12:1, el cual dice: “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud…” Aquí, el texto hebreo subyacente es en realidad plural y dice “Creadores”, reconociendo al Padre y a Cristo.
Por lo tanto, la conclusión bíblica es que Jesucristo fue agente de la creación a voluntad del Padre, y tanto el Padre como Jesús planearon el diseño del universo. Una manera de resumir esto correctamente es decir que Dios es el Creador, con el término “Dios” refiriéndose colectivamente al Padre y Jesucristo. Esta convención lingüística se usa en Génesis 1:26 y en otros lugares de la Biblia para aludir a ambos seres.