¿Las tragedias ocurren porque Dios está castigando a las personas?

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¿Las tragedias ocurren porque Dios está castigando a las personas?

Como está descrito en la Biblia, la intervención y el castigo directos de Dios son la excepción y no la regla. Esto se debe a su magnánima paciencia (Salmos 103:8) que es motivada por su amor por nosotros y su deseo de reconciliarnos con él para que seamos salvos. La Biblia enseña que la ira de Dios es precedida por una advertencia para que la gente tenga la oportunidad de arrepentirse (Amós 3:7), en contraposición a los muchos sucesos trágicos que ocurren a diario y a lo largo y ancho del mundo, sin advertencia alguna.

Jesucristo habló directamente sobre el tema de los accidentes, desastres naturales e incluso la persecución, con relación al pecado de una persona. En Lucas 13:1-5, dio dos ejemplos de personas que sufrieron: algunas que habían sido masacradas por funcionarios romanos y otras que murieron cuando una gran torre cayó repentinamente y colapsó sobre ellos. Señaló que estas personas que murieron no eran "peores pecadores" que los que se encontraban sanos y salvos en el mismo pueblo, sino que enseñó que "a menos que se arrepientan, todos perecerán igualmente". Esto habla de la realidad de que todas las personas están bajo la misma pena del pecado, que es la muerte, a menos que nos arrepintamos y sigamos a Dios.

A su vez, incluso aquellos que siguen a Dios y guardan sus mandamientos a veces sufrirán o morirán en eventos trágicos. Sobre dichas personas, las escrituras enseñan que no se trata de un castigo divino, sino que "el tiempo y la ocasión acontecen a todos" (Eclesiastés 9:11). Seguir a Dios es un asunto relacionado con nuestra salvación espiritual, y no necesariamente nos libra de todos los peligros físicos, pruebas o accidentes.

El pecado es la causa fundamental de toda muerte, enfermedad, sufrimiento y corrupción en el mundo de hoy. El efecto destructivo acumulativo del pecado que está en el mundo conduce a la muerte por enfermedades, accidentes, desastres naturales y otros eventos trágicos que están completamente desconectados de nuestras propias acciones. Si bien "todos pecaron", como se nos dice en Romanos 3:23, a menudo los que experimentan una tragedia no están recibiendo el castigo directo de su propio pecado. Hay muchos casos en los que las personas sufren como resultado directo de sus pecados, pero esto no implica una intervención divina. Por ejemplo, los adúlteros sufrirán daño emocional en sus matrimonios, junto con las posibilidades adicionales de enfermedades de transmisión sexual o represalias de la pareja de la otra persona, pero este tipo de "castigo" es simplemente una consecuencia, es decir, un ir y venir de causa y efecto.

En los casos particulares de la ira de Dios que podemos encontrar en la Biblia, El Eterno actuó respondiendo a condiciones extremas de depravación, dando como resultado una devastación total y absoluta, a una escala que va mucho más allá de los desastres naturales o las tragedias locales que experimentamos hoy. La destrucción de Sodoma y Gomorra ilustra este punto, donde solo Lot y sus dos hijas sobrevivieron. También en el diluvio de los días de Noé, solo ocho personas de todo el mundo se salvaron. Sin embargo, La Biblia sí enseña que habrá juicio e ira futuros de Dios sobre la tierra, pero esto no es simplemente para castigar el pecado; tiene el doble propósito de derribar las instituciones corruptas del mundo y levantar su justo Reino bajo el gobierno de Jesucristo y sus santos (Romanos 8:22-23; Apocalipsis 11:15).

Para aprender más sobre las causas de la muerte, el dolor y el sufrimiento en el mundo, y la solución de Dios al pecado para toda la humanidad, le recomendamos nuestra guía de estudio gratuita ¿Por qué Dios permite el sufrimiento?

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