Profecías del reasentamiento de Israel en el noroeste de Europa
Muchos eruditos bíblicos consideran que Amós, un profeta de Tecoa en el norte de Judá, fue el primero en advertir sobre un inminente exilio del “remanente de José” (Amós 5:15). Pero Amós también le dijo a Israel que Dios no los perdería de vista por completo. “He aquí los ojos del Eterno el Señor están contra el reino pecador, y yo lo asolaré [al reino de Israel] de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de Jacob, dice el Eterno. Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra” (Amós 9:8-9).
En efecto, los israelitas serían zarandeados entre otras naciones. Primero se verían forzados a unirse a otros grupos étnicos después de un cruel éxodo de su patria. ¿Adónde se verían forzados a ir? “El Eterno sacudirá a Israel al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá más allá del Éufrates . . .” (1 Reyes 14:15) — un río ubicado al norte de ellos.
Estas profecías muestran que los israelitas exiliados no podrían continuar siendo un grupo cohesivo. Serían esparcidos y divididos en grupos más pequeños, y tendrían que compartir su tierra de exilio con otros pueblos.
En otros pasajes los profetas revelan que estos israelitas con el tiempo se encontrarían en una nueva ubicación al norte y occidente de la Tierra Prometida, en la cual enfrentaron una expulsión inminente. Desde esta misma dirección regresarán a su patria en el Cercano Oriente después del regreso de Cristo.
El versículo más obvio que afirma esto se encuentra en el libro de Isaías: “He aquí éstos vendrán de lejos; y he aquí éstos del norte y del occidente, y éstos de la tierra de Sinim” (Isaías 49:12; vea también los versículos 13-23).
Como el hebreo no tiene una expresión correspondiente en español al término “noroeste”, este versículo también se puede entender como que Israel migraría a la región al noroeste de la Tierra Prometida.
Pero hay otras claves bíblicas. Una se encuentra en Oseas 12:1: “Efraín se apacienta de viento, y sigue al solano”. Esta expresión implica que Efraín migraría al oeste (compare con Oseas 11:9-11).
Ciertas profecías bíblicas indican que los descendientes de las tribus perdidas de Israel finalmente se asentarían en la región al noroeste de su tierra natal ubicada en el Cercano Oriente.
Otros pasajes sugieren que Israel sería últimamente esparcido y encontrado en una ubicación marítima. Después del regreso de Jesús, “Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi primogénito. Oíd palabra del Eterno, oh naciones, y hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid: El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño” (Jeremías 31:9-10).
Otras referencias a una isla o ubicación marítima incluyen Isaías 24:15; 41:1, 5; 51:5; 66:19 y Salmos 89:25. Colectivamente, estos pasajes indican que los israelitas cautivos eventualmente se mudarían de su tierra de exilio en el norte de Mesopotamia para finalmente establecerse en el noroeste de Europa — la región marítima y costera principal al norte y oeste de su patria en el Medio Oriente.