¿Cuándo se debe guardar el sábado?

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¿Cuándo se debe guardar el sábado?

La costumbre de comenzar un nuevo día a la  medianoche es una práctica humana arbitraria. Dios, quien es el Creador de los cuerpos celestes y quien los puso en movimiento para marcar el paso del tiempo (Génesis 1:14), cuenta los días de una manera diferente: de tarde a tarde.

Esto se ve en el relato de la creación. Después que Dios hubo separado el día de la noche, leemos estas palabras: “Y fue la tarde y la mañana un día” (Génesis 1:5). “La tarde” se menciona primero, seguida por “la mañana”. Dios describe de una manera similar los demás días de la creación (vv. 8, 13, 19, 23, 31).

En la Biblia, la tarde comienza a la puesta del sol (Josué 8:29; 2 Crónicas 18:34; Nehemías 13:19; Marcos 1:32) y en ese momento comienza un nuevo día. Hablando de sus fiestas santas, Dios nos dice que las celebremos “de tarde a tarde” (Levítico 23:32). Esta fue la forma usual de calcular el principio y el final de los días (Éxodo 12:18).

En el Nuevo Testamento, los días eran calculados de la misma manera. En Marcos 1:32 leemos que en cuanto se puso el sol al terminar el sábado, las multitudes traían a los enfermos para que Jesús los sanara. En otra ocasión, José de Arimatea envolvió el cuerpo de Jesús y lo puso en el sepulcro cuando “estaba para comenzar el sábado” (Lucas 23:50-54). Su propósito era terminar antes de que cayera la noche, para no trabajar en el día de fiesta que estaba por comenzar. La Nueva Reina-Valera nos dice que José hizo esto “cerca del atardecer” (Mateo 27:57) o “al atardecer” (Marcos 15:42).

Dios, el Creador del sábado, es quien determina cuándo comienza y cuándo termina; según la Biblia, se guarda “de tarde a tarde”. El sábado de Dios comienza el viernes a la puesta del sol y termina 24 horas más tarde, a la puesta del sol.