La séptima trompeta: el retorno de Jesucristo

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La séptima trompeta: el retorno de Jesucristo

Una referencia paralela se encuentra en 1 Corintios 15:51-53, en la cual Pablo claramente nos dice que Dios resucitará a vida espiritual a los creyentes fallecidos, “a la final trompeta”. Esta es la misma “trompeta de Dios” mencionada en 1 Tesalonicenses 4:16. Pablo afirma además, en 1 Corintios 15:51, que Dios también transformará en espíritu a los creyentes que todavía estén vivos en aquel tiempo. Así, vemos que el retorno de Jesucristo y la resurrección de los santos ocurren en el mismo lapso de tiempo.

¿Cuál es el significado de la trompeta acerca de la cual escribió Pablo? El libro de Apocalipsis nos habla de siete trompetas, tocadas por siete seres angelicales en el tiempo del fin (las primeras seis se describen en los capítulos 8-9). El dramatismo aumenta con cada acontecimiento anunciado por el sonido de una trompeta, hasta que el séptimo y último ángel toca la suya en Apocalipsis 11. Su anuncio proclama la culminación, el último y más grandioso suceso: el retorno de Jesucristo para instaurar el Reino de Dios en la Tierra:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).

Esta trompeta anuncia la manifestación de la ira divina y el momento de recompensar a los siervos de Dios (Apocalipsis 11:18). Y al leer los otros versículos, es evidente que Jesús desciende al sonido de esta séptima trompeta y que es en ese momento cuando los santos ascienden para reunirse con él.

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).

¿Cuándo ocurre esto, según la cronología de los acontecimientos del tiempo del fin? En una profecía que entregó Jesús, se refirió a una profanación en Jerusalén – la abominación desoladora – que tendrá lugar antes de la gran tribulación (Mateo 24:15-22). Esto sucederá 1290 días (poco más de tres años y medio) antes de la resurrección de la que habla Daniel, la cual tendrá lugar al mismo tiempo del retorno de Cristo, según leemos en Daniel 12:11-13.

Jesús continuó en Mateo 24:29: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”. Él dijo que todas las naciones de la Tierra verían la señal de su venida y se lamentarían. Después declaró que las naciones lo verían descendiendo con poder y gran gloria y que enviaría a sus ángeles para reunir a sus seguidores resucitados “con gran voz de trompeta” (Mateo 24:30-31).

Compare esto con Apocalipsis 6, donde encontramos un tiempo de indescriptible martirio final (Apocalipsis 6:9-11). Esto es seguido de las señales celestiales que mencionó Jesús y de los lamentos de los habitantes de la Tierra (Apocalipsis 6:12-17). Fíjese en la conclusión de aquellos lamentos: “Porque el gran día de su ira ha llegado, ¿y quién podrá sostenerse en pie?

Esto coincide con Joel 2:31, donde se nos dice que “el sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso del Eterno”. Esto significa que en el libro de Apocalipsis, las trompetas tocadas después de las señales celestiales representan el tiempo del día del Señor.

La séptima trompeta será tocada al final de este día del Señor (que durará un año, Isaías 34:8: “Es día de venganza del Eterno, año de retribuciones en el pleito de Sion), al concluir los tres años y medio de calamidades. En este momento, los muertos en Cristo serán resucitados y los creyentes que estén vivos serán transformados a seres inmortales. Es imposible que ellos puedan ser llevados a la gloria antes del periodo de tribulación. ¡Los hechos descritos en las Escrituras no permiten un rapto de los santos y su ascensión al cielo por un periodo de varios años!

Usted puede leer más acerca de estos acontecimientos del tiempo del fin en nuestros folletos El Apocalipsis sin velos y Usted puede entender la profecía bíblica.

Protección a los santos

Vemos que los creyentes no son sacados de la Tierra durante la gran tribulación, pero Dios los protegerá durante este periodo de gran aflicción. La referencia más específica a la protección que Dios promete a su pueblo al fin de los tiempos se encuentra en Apocalipsis 12.

Apocalipsis 12:14 dice: “Y se le dieron a la mujer (símbolo del Israel espiritual, en este contexto) las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Los “tiempos” aquí denotan años: un tiempo (un año), más tiempos (dos años), más la mitad de un tiempo (medio año), lo que equivale a un total de tres años y medio, el periodo correspondiente a la gran tribulación y el día del Señor. Y note que la protección no se llevará a cabo en el cielo sino en el desierto, aquí en la Tierra.

Pero la historia no termina aquí. El contexto nos dice que al menos una parte del pueblo de Dios sufrirá persecución mientras él protege al resto de los fieles: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 12:17). Es posible que el resultado de esta persecución sea el martirio.

La Biblia registra muchas maneras de las que Dios se valió para proteger a su pueblo en el pasado, pero no revela específicamente cómo, dónde o cuándo (ni tampoco a “quiénes”) protegerá en el tiempo del fin. No obstante, podemos confiar en que él nos revelará lo que necesitamos saber en el momento indicado. Entretanto, debemos enfocarnos en prepararnos espiritualmente para el retorno de Cristo y el establecimiento del reino de nuestro Padre (Mateo 24:38-51).