Los elementos fundamentales del pacto del Sinaí
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Los elementos fundamentales del pacto del Sinaí
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La totalidad de la ley comprendida en el pacto del Sinaí, los cinco libros escritos por Moisés, tenía como propósito abarcar, en principio, cada aspecto fundamental de la vida nacional en la antigua Israel.
Especificaba las penas por los actos criminales, cómo debían decidir los jueces en los casos criminales, principios para evitar la pobreza, la conducta de los sacerdotes, el diseño y la estructura física de los elementos del tabernáculo, la limpieza ceremonial, el control de los animales, instrucciones acerca de la moral, el diezmo, los festivales sagrados, la agricultura, principios de la salud y muchos otros aspectos de la vida.
La amplitud de su perspectiva y los minuciosos detalles de sus requisitos eran un reflejo de su orientación. Definía un sistema de gobierno para una nación cuyos ciudadanos, con excepción de unos cuantos dirigentes seleccionados, no tenía el Espíritu de Dios.
Había sido formulado pensando en personas cuyos corazones estaban endurecidos espiritualmente, cuyas mentes no percibían totalmente la intención espiritual de las enseñanzas de Dios (Mateo 13:15; Hechos 28:27, citando Isaías 6:9-10). Aunque instruía a las personas para que se acercaran a Dios y le sirvieran fielmente, hacía responsables a los dirigentes locales y nacionales de su obediencia. Por el bien de todos, también establecía castigos para aquellos que se negaran a obedecer.
El tabernáculo de Israel, y más tarde su templo, era el centro de la adoración nacional a Dios. Éxodo 25 al 31 describe con gran detalle cómo era el diseño del tabernáculo y cómo debía ser consagrado. También hay meticulosidad al describir las vestiduras y las responsabilidades de Aarón y los demás sacerdotes. Además tiene instrucciones detalladas en cuanto a la artesanía del tabernáculo, los utensilios sagrados y las ofrendas (Éxodo 35:4 to 36:1). Se explica cuidadosamente cómo debía construirse el tabernáculo (Éxodo 36:2 to 40:38).
El libro de Levítico resalta una gran variedad de aspectos ceremoniales del pacto del Sinaí. Son especialmente detalladas las instrucciones concernientes a las labores de los sacerdotes, los sacrificios diarios de animales y los sacrificios que se hacían los sábados y los días de fiesta anuales. Ese pacto tenía muchos ritos y ceremonias propios de la relación temporal y preponderantemente física entre la antigua Israel y Dios (ver Hebreos 8:1-5).
Sin embargo, esos ritos también simbolizaban la relación espiritual enormemente superior que el Mesías iba a establecer con todos los israelitas en el futuro. Esa mejor relación no será tan sólo con los judíos, sino también con todos los descendientes de las otras tribus de Israel, quienes en el futuro, según la profecía, volverán a su tierra natal (Jeremías 23:5-8). Será también con todas las demás naciones y todos los que se quieran someter a Dios y aprender sus caminos (Miqueas 4:1-4).