Los conceptos bíblicos generales del pecado

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Los conceptos bíblicos generales del pecado

Las palabras griegas y hebreas traducidas como pecado en la Biblia están enfocadas principalmente en dos conceptos. El primero es transgresión. 

Transgredir significa “cruzar la línea, ir más allá de un límite o de una frontera”. Este concepto puede compararse con un jugador que tiene delimitado el campo en el cual puede jugar. Cuando se sale de las líneas que marcan el límite, comete una “falta” o “transgresión”. Los límites se marcan para definir el campo de juego, y los jugadores deben permanecer dentro de estos límites.

La mayoría de las otras palabras que se traducen como pecado en la Biblia tienen que ver con un segundo concepto, el de “no dar en el blanco”. Para usar nuevamente una analogía deportiva, si un jugador de baloncesto tira la pelota buscando encestar y no lo logra, ¿cuántos puntos obtendrá por ese tiro? Ninguno, porque falló y no dio en el blanco.

Esta perspectiva del pecado también incluye el hecho de que nosotros vamos en una dirección pero nos salimos del curso delineado. El resultado es que no llegamos a donde nos propusimos. Fallamos.

Este concepto también tiene que ver con la idea de “no dar la talla o no alcanzar la medida”. Por ejemplo, los cursos académicos y los exámenes se califican de acuerdo con normas mínimas. Si no alcanzamos la norma, reprobamos el examen o el curso. Al “no alcanzar la medida requerida”, no pasamos.

Ambos conceptos, transgredir y no dar en el blanco, se basan en requisitos básicos. Si transgredimos, si pasamos los límites, entonces esto quiere decir que tenemos límites que podemos cruzar. Si fallamos y no damos en el blanco, esto quiere decir que tenemos por delante un blanco, un objetivo que debemos alcanzar. El pecado es, entonces, la transgresión de los límites que Dios ha fijado; es no dar en el blanco que Dios ha establecido.

Aquí es donde las definiciones bíblicas de pecado se vuelven tan importantes, porque estos pasajes bíblicos definen los límites y las normas que Dios ha fijado para nosotros. Definen el campo de juego en el que debemos vivir. También definen las metas que debemos tener, las normas mínimas que debemos alcanzar. En otras palabras, las definiciones bíblicas de pecado nos muestran las normas que Dios nos ha dado para definir lo que es aceptable para él y lo que no lo es. Nos muestran lo que da la medida y lo que no está a la altura de los principios fundamentales que Dios nos ha dado para que vivamos por ellos.

Las definiciones de pecado en la Biblia no son simples reglas arbitrarias. Más bien, nos muestran la forma en que Dios quiere que vivamos, los principios espirituales que reflejan su carácter santo y justo.