Daniel previó el reino de Dios
La labor profética de Daniel comenzó cuando Nabucodonosor tuvo un sueño perturbador. Este gobernante babilonio les ordenó a sus magos que le dijeran tanto el sueño como su interpretación. Dios puso en la mente de Nabucodonosor que les exigiera algo que es humanamente imposible: que le dijeran lo que había soñado.
Daniel no sólo pudo describir el sueño del rey, sino también pudo explicar su significado profético.
¿Qué fue lo que vio Nabucodonosor en su sueño?
“En su sueño Su Majestad veía una estatua enorme, de tamaño impresionante y de aspecto horrible. La cabeza de la estatua era de oro puro, el pecho y los brazos eran de plata, el vientre y los muslos eran de bronce, y las piernas eran de hierro, lo mismo que la mitad de los pies, en tanto que la otra mitad eran de barro cocido (Daniel 2:31-33, Nueva Versión Internacional)."
¿Qué simbolizaban las partes de la estatua, compuestas de diversos materiales?
“Éste fue el sueño que tuvo Su Majestad, y éste es su significado: Su Majestad es rey entre los reyes; el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la majestad y la gloria . . . ¡Su Majestad es la cabeza de oro! Después de Su Majestad surgirá otro reino de menor importancia. Luego vendrá un tercer reino, que será de bronce, y dominará sobre toda la tierra. Finalmente, vendrá un cuarto reino, sólido como el hierro. Y así como el hierro todo lo rompe, destroza y pulveriza, este cuarto reino hará polvo a los otros reinos” (vv. 36-40, NVI)
Por lo general, quienes estudian la profecía y la historia están de acuerdo en que las partes de la estatua se refieren a los cuatro imperios de Babilonia, Persia, Grecia y Roma (Persia y Grecia son identificadas por nombre en Daniel 8:20-21). En otra visión descrita en el capítulo 7, Daniel vio estos reinos como bestias salvajes que devoraban a otras naciones. Estos cuatro reinos dominaron el curso de los acontecimientos en el Cercano Oriente durante el tiempo de su apogeo. El Imperio Romano finalmente creció hasta abarcar la mayor parte del territorio desde el Cercano Oriente hasta las partes de Europa que están más hacia el occidente. Roma persiguió cruelmente a judíos y cristianos. Aunque ninguno de estos reinos controló el mundo en su totalidad, sus ideas han influido grandemente en la civilización desde entonces. Esto es particularmente cierto en lo que se refiere a Grecia y Roma, cuyas culturas e ideas han moldeado en gran parte al pensamiento y prácticas gubernamentales, educativas, sociales y religiosas del mundo occidental.
¿Qué les sucederá a los reinos representados por la estatua que Nabucodonosor vio en su sueño?
“De pronto, y mientras Su Majestad contemplaba la estatua, una roca que nadie desprendió vino y golpeó los pies de hierro y barro de la estatua, y los hizo pedazos. Con ellos se hicieron añicos el hierro y el barro, junto con el bronce, la plata y el oro. La estatua se hizo polvo, como el que vuela en el verano cuando se trilla el trigo. El viento barrió con la estatua, y no quedó ni rastro de ella. En cambio, la roca que dio contra la estatua se convirtió en una montaña enorme que llenó toda la tierra” (vv. 34-35, NVI).
En el sueño de Nabucodonosor, la estatua entera se derrumbó cuando “una roca que nadie desprendió” la golpeó y le hizo pedazos los pies. Sus diminutos fragmentos volaron como el polvo de tal manera que “no quedó ni rastro de ella”. Los reinos del hombre que operan bajo la influencia y guía de Satanás tendrán el mismo final. Están destinados a ser completamente destruidos y olvidados.
¿Qué pasará después de la destrucción de esta civilización influenciada por Satanás?
“En los días de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos” (v. 44, NVI).The kingdom God will establish will transcend all human efforts. God will establish on earth His civilization, rejected by mankind from the beginning. The Interpreter's Bible, speaking of this kingdom, says:
El Reino de Dios trascenderá todos los esfuerzos humanos. Dios establecerá sobre la tierra su civilización, rechazada por la humanidad desde el principio. La Interpreter’s Bible (“Biblia del interprete”), dice: “Su dominio ‘para siempre’ es la universalidad del reino en el tiempo (Daniel 7:14), así como la montaña que llenó la tierra fue su universalidad en el espacio. El término ‘para siempre’ levanta el reino de un plano de tiempo a uno de eternidad. Los períodos del mundo han terminado y el reino eterno que no tiene final es introducido. Cada uno de estos períodos mundiales fue sucedido por otro, pero este reino no tendrá sucesores”. Jesucristo reemplazará los reinos de este mundo con el reino que su Padre le dará a su regreso: el Reino de Dios. Estas son las buenas noticias de la profecía de Daniel y son también las mismas buenas noticias que Jesús predicó. De esto es de lo que se trata el evangelio de Jesús. Este es el mensaje que les ordenó a sus discípulos que predicaran al mundo.
¿Qué tan cierta es la profecía?
“. . . El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación” (v. 45).
Las profecías de Daniel acerca del Reino de Dios llegaron en un momento crítico en la historia del antiguo Israel. Los israelitas habían perdido su soberanía al ser llevados cautivos. No obstante, en medio de su calamidad y ruina, Dios les reveló, por medio de sus profetas, que bajo el reinado del Mesías habría una restauración del pueblo y de la nación de Israel (Jeremías 23:5-8).