La Pascua
¿Qué fiestas anuales ocurren a comienzos de la primavera?
"En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es del Eterno. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura al Eterno; siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis…el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de siervo haréis” (Levítico 23: 5-8).
Las dos fiestas que ocurren a comienzos de la primavera son la Pascua y la Fiesta de los Panes sin Levadura. El cordero que se sacrificaba debía ser muerto en la Pascua (el 14 de Nisán) y los Días de Panes sin Levadura se celebraban durante siete días a partir del comienzo del día 15 de Nisán y terminaban al final del día 21. Fue durante estos días que Israel salió de la tierra de Egipto hacia el monte Sinaí.
¿Qué significaba el servicio de la Pascua para los antiguos israelitas?
“Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro? Vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua del Eterno, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas” (Éxodo 12:26-27).
“Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. Porque el Eterno pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará el Eterno aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir” (Éxodo 12:21-23).
Los antiguos israelitas sabían que todo primogénito de cada familia había sido librado de la muerte sólo porque Dios había podido ver la sangre del cordero sacrificado en los dinteles de las puertas de sus hogares. Por todo Egipto, todos aquellos que no habían pintado los dinteles de sus casas con la sangre del cordero sacrificado, perdieron su primogénito. Pero las familias de los israelitas, al obedecer la orden de Dios, fueron libradas de la muerte. Su primogénito no pereció.
¿Todavía espera Dios que celebremos la Pascua?
“Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre” (Éxodo 12:24).
Dios instituyó la Pascua y todas sus otras fiestas, como algo que debía celebrarse permanentemente (compare Levítico 23:14; 21, 31, 41). La palabra traducida como “para siempre” en estos versículos generalmente significa perpetuamente, a perpetuidad,en lugar de eternamente. En otras palabras, estas festividades fueron ordenadas como fiestas permanentes, celebraciones que debíamos guardar a lo largo de nuestra existencia física. Dios nunca quiso que fueran tan sólo algo temporal que pudiéramos descartar más adelante, como se enseña con frecuencia en la actualidad.
¿Qué significado tiene la Pascua para los cristianos?
“…porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7).
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros” (1 Pedro 1:18-20; compare con Éxodo 12:3-6).
Los apóstoles Pablo y Pedro entendieron que el sacrificio del cordero en la Pascua del Antiguo Testamento anunciaba la muerte de Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados.
Veamos la forma en que Juan el bautista reaccionó ante Jesús: “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Juan también entendió la simbólica y profética relación entre la Pascua del Antiguo Testamento y la obra y la misión de Jesús el Mesías.
El plan de Dios para la redención de la humanidad comienzacon el sacrificio de Cristo por nuestros pecados. Por medio de la observancia de sus fiestas sagradas, Dios hizo que Israel conmemorara, cada año, los principales pasos en su plan para la redención humana. Nuestra redención comienza con nuestra aceptación del sacrificio de Cristo por nuestros pecados.
¿Estaba Jesús consciente de la relación entre su crucifixión y la Pascua?
“Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del hombre será entregado para ser crucificado” (Mateo 26:1-2).
“Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Juan 13:1).
¿Deseaba Jesús participar en la ceremonia de la Pascua con sus discípulos?
“Llegó el día…en el cual era necesario sacrificar el cordero de la pascua. Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos” (Lucas 22:7-8).
“Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles, y les dijo; ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!”(vv. 14-15).
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:26-28).
La noche antes de morir, Jesús instituyó la ceremonia de la Pascua del Nuevo Testamento.Antiguamente, los corderos eran sacrificados como símbolos de la muerte expiatoria que Cristo tendría que sufrir en la Pascua. Pero Jesús instituyó nuevos símbolos de su sufrimiento y muerte—pan sin levadura y vino.
¿Deben los cristianos continuar celebrando la Pascua del Nuevo Testamento?
“Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: ‘Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí.’ De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre: hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí.’ Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga. Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna [irreverente], será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor” (1 Corintios 11:23-27, NVI).
Pablo muestra que los primeros cristianos no sólo guardaron esta fiesta anualmente—con los nuevos símbolos del pan y del vino que Cristo instituyó para representar su sufrimiento y muerte—sino que además todos los cristianos debían seguirguardándola hasta que Cristo regresara. Además, en Mateo 26:29 Jesús también afirma que se seguiría celebrando en su Reino.
Dado que esto es un memorial,un acontecimiento ordenado por Dios, debe ser celebrado sólo una vez al año tal como Dios nos ha instruido (Números 9:2-3)—no cuando nos parezca. Esta fiesta debe ser celebrada en el día exacto del año que corresponde al aniversario de la muerte de Cristo por nuestros pecados—la fiesta anual de la Pascua en la primavera de cada año—y de la manera y según lo establecido por Dios, tal como lo describimos anteriormente.
El sacrificio supremo de Cristo por medio de su crucifixión es el fundamento de la fe cristiana. Refleja todo el inmenso amor que Dios tiene por su creación y su preocupación por el futuro bienestar de todo ser humano (Juan 3:16).