Todo será para nuestro bien
Pablo bajo inspiración atestigua aquí una de las más alentadoras y promisorias frases, de las cuales somos también partícipes. No importa el problema, no importa cuán grande pareciera ser este problema, por medio de su palabra Dios nos alienta y nos consuela diciéndonos a todos y cada uno de nosotros que al final del tiempo todo será para nuestro bien.
Cada día que pasa se hace más claro que si depositamos nuestra confianza en Dios los problemas por los cuales sufrimos se desvanecerán como la niebla matutina. Esta semana tuve ocasión de vivenciar este fenómeno, en un momento la niebla no nos deja ver y nos cuesta avanzar…y al instante siguiente la niebla ha desaparecido y todo se ve claro y tranquilo.
Cada día que pasa debemos ser más conscientes de esto, particularmente en estos tiempos “extraños” en los cuales nos ha tocado vivir. Según entendemos los problemas y los males de esta sociedad irán acentuándose cada día más. Cada día vemos cómo esta sociedad se deteriora y corroe en cada uno de sus aspectos. En lo económico las crisis sólo se han contenido pero cada día es más notoria la fragilidad en la cual vive el mundo entero. El cambio climático está afectando la producción de los cereales y las verduras en general y la crisis del agua está en ciernes en todo el orbe. Si nos ponemos en la perspectiva política vemos al mundo y sus dirigentes sumidos en una crisis moral reiterada y más profunda cada día. Si observamos el mundo bajo la perspectiva de la paz, veremos que la paz es una circunstancia tremendamente frágil y la cual, según entendemos, es sólo transitoria.
Vivimos en un mundo peligroso, sin embargo por muy peligroso y frágil que sea este mundo al final del día Dios y su palabra nos instan y nos consuelan con estas hermosas palabras que nos dicen “…a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”.