Todo ojo le verá

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Todo ojo le verá

Era el término de un hermoso día de verano. Mi familia y yo estábamos sentados en unas enormes piedras que bordean el río Ohio por cientos de metros.

Cerca de 20.000 personas comían, hablaban, fumaban, reían, dormían, miraban sus teléfonos, y esperaban los fuegos artificiales que se hacen por el  Día del Trabajo. Cuando comenzó a oscurecer la gente sacó sus punteros láser. Alguien lanzó una enorme pelota de playa entre la multitud. Nuestros niños agitaban sus varitas luminosas en el aire. Finalmente, a las 9 pm comenzaron los fuegos artificiales. Al principio era hermoso y tranquilo. La multitud se calló un poco. Nuestro hijo de dos años dejó de estar inquieto y se quedó tranquilo en el regazo de mi marido. Estábamos tan cerca del bote donde lanzaban los fuegos artificiales. El espectáculo se volvió increíblemente ruidoso y brillante. Por cerca de 30 minutos estuvimos extasiados por la maravillosa función en el cielo sobre nosotros.

­­Como a la mitad del show quité mis ojos del cielo y miré a la gente alrededor. Los ojos de todos estaban enfocados en el cielo. Nadie se movía mucho, nadie hablaba; todos miraban hacia arriba. Las 20.000 personas estaban tranquilas mirando un punto fijo en el cielo. Me di cuenta que así sería cuando Jesucristo vuelva. Apocalipsis 1:7 dice “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá.”

La gente estará ocupada en sus cosas: socializando, jugando, comiendo, riendo y viviendo la vida a su manera, pero cuando Cristo vuelva todos se detendrán. Jesús describió lo que la gente estaría haciendo: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.”

El retorno de Cristo es mi enfoque últimamente. La elección presidencial, la agitación racial, y los ataques terroristas en nuestra nación me hacen anhelar su venida. Nuestra familia acaba de guardar la Fiesta de Trompetas (Levítico 23:23) en la que nos reunimos con la congregación. Oramos, leímos versículos, y agradecimos a Dios por la realidad del retorno de Cristo a la tierra.

Dios llenó con un profundo significado cada una de sus fiestas anuales que explican su plan para la humanidad. La Fiesta de Trompetas nos enseña acerca del paso crucial en el plan de Dios cuando Jesús vuelva físicamente a la tierra. Jesús explicó el significado del toque de trompetas: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro” (Mateo 24:30-31). ¡Agradezcamos a Dios por el pronto retorno de su Hijo!

Finalmente los fuegos artificiales terminaron y aunque mis oídos zumbaban aún por el fuerte final, creí haber escuchado un disparo. Eso pensé pero en realidad no lo creí. Un momento después, una ola de gente venía hacia nosotros. “¡Le dispararon a alguien!” escuché a una mujer gritar. Me agaché con mi hijo de dos años sin saber qué hacer. ¿Debería correr también? Había gente por todos lados ¿a dónde podía ir? Lo único que pensé en hacer fue orar por nuestra seguridad. Luego de un rato, el pánico de la multitud comenzó a calmarse ¿habría sido solo una falsa alarma? No sabíamos. Cuidadosamente llegamos al auto y revisé mi teléfono para ver si había noticias. Apareció un artículo de que había habido un tiroteo. A solo metros de nosotros un chico de 16 le había disparado a uno de 17.

Este tiroteo recalcó en mí cuán urgentemente necesitamos que vuelva Cristo. Si bien mi familia y yo estuvimos a salvo en esta instancia, es obvio que estamos viviendo en un mundo con problemas que están fuera de control y que ningún humano puede resolver. Dios nos dice que debemos orar diariamente por su venida (Mateo 6:10) ¿Pero lo hacemos? ¿Realmente nos sentimos tan desesperados por un mundo sin Dios ¿O nos escondemos? ¿Nos distraemos con los pequeños placeres de la vida como la buena comida, la ropa fina y la entretención de las redes sociales?

Ya llega el día en que no podremos escondernos más. Todo ojo le verá. ¿Estamos orando con verdadero fervor el día de su llegada? Él viene a traer justicia y a establecer el Reino de Dios en la tierra. ¡Agradezcamos a Dios por su maravilloso plan!

Fuente: UCG.org