Encontrando resistencia

Los entrenadores sueñan con todo tipo de formas de oponer resistencia a un deportista. Entrenar vigorosamente no es algo que la mayoría de nosotros hagamos con gusto. A la mayoría de la gente le cuesta poner el esfuerzo necesario para ponerse muy fuerte. Una de las razones por las que se admira a los atletas olímpicos es por la gran devoción que demuestran al prepararse para las pruebas. Cuanto más entrenan, más preparados y fuertes se vuelven. No hay nada nuevo en esta afirmación.
Un discípulo muy querido, y más tarde apóstol, fue Pedro. Sufrió mucho sirviendo al pueblo de Dios. Pedro transmitió una bendición cuando pidió a Dios que nos perfeccionara, afirmara, fortaleciera y estableciera, después de haber sufrido un tiempo (1ra Pedro 5:10 1ra Pedro 5:10Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
La Santa Biblia Reina-Valera (1960)×). En la resistencia que enfrentamos, crece nuestra fuerza. Nuestro mayor entrenador es Dios Todopoderoso y él prometió nunca llevarnos a un área en la que no podamos tener éxito sin tener una vía de escape después de resistir (1ro Corintios 10:13 1ro Corintios 10:13No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
La Santa Biblia Reina-Valera (1960)×).