El mejor legado

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El mejor legado

La mayoría de los padres están de acuerdo en que una de las mayores satisfacciones es inculcar en los hijos el deseo de superación para alcanzar una carrera profesional. Pero, además de la preparación académica, es importante fomentar en ellos la honradez, la perseverancia y la honestidad.

La convivencia familiar también es muy importante porque, como lo expresara un padre de familia, “de nada sirven todos los bienes si no se fomenta la armonía familiar. Cuando los hijos tienen una buena imagen de sus padres, esto los motiva a formar una familia unida”

La educación es un legado permanente para los hijos. El dinero se puede gastar, la tierra se puede vender, pero una sólida formación nunca llega a perderse. Esta convicción produce el logro anhelado cuando los hijos logran obtener empleos bien remunerados y llegan a formar una familia donde el centro es Dios.

Una lección de vida

La parábola del hijo pródigo es una de las más conmovedoras de la Biblia. Es la historia de un padre que tenía dos hijos; cuando el menor llegó a la mayoría de edad, le pidió que le diera su parte de la herencia. El padre le concedió su petición y el hijo se marchó a otro país, donde malgastó su riqueza viviendo en forma suntuosa e inapropiada.

Luego que ha malgastado su herencia, escasamente logra sobrevivir con un empleo en una granja de cerdos. Hambriento y sin dinero, empieza a recapacitar sobre el legado que había recibido de niño −recordemos que los dos hermanos habían recibido la misma instrucción en casa de su padre−, y entonces, decide volver y pedir perdón por su necio actuar. Alberga la esperanza que su padre lo acepte tan solo como uno de sus jornaleros. Para su sorpresa y disgusto de su hermano mayor, su padre le da la bienvenida con una gran celebración (Lucas 15:11-32).

La lección de esta parábola es que, aunque los bienes materiales son necesarios para vivir, la sabiduría es mucho más importante. Eclesiastés 7:11-12 “Buena es la ciencia con herencia, y provechosa para los que ven el sol. Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero; más la sabiduría excede, en que da vida a sus poseedores”.

El diccionario jurídico establece la diferencia entre una herencia y un legado. Una herencia son los bienes que una persona adquiere cuando el causante muere, según un testamento. En cambio, un legado es mucho más amplio porque incluye, además de bienes físicos, otros aspectos intangibles como la cultura, el idioma, principios, valores y costumbres. Por ejemplo, el legado cultural dejado por pensadores o civilizaciones antiguas.

Un legado espiritual

La Palabra de Dios nos enseña que un legado espiritual es perdurable. El legado que Dios nos quiere dejar es: vida, libertad, amor, verdad, justicia y paz.

El legado espiritual de Timoteo provino de su abuela y de su madre. Haber sido criado en la fe cristiana con una formación espiritual fue una gran bendición.   2 de Timoteo 1:5 “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro de que en ti también”

Vicente Battista, un poeta argentino escribió: “El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de tiempo cada día.” Gran parte de lo que somos y pensamos de adultos, son parte del legado que recibimos de nuestros padres: amor, educación, corrección, generosidad, riqueza espiritual, y enseñanza sobre la vida.

Refiriéndose al legado, un padre escribió: “si bien no tengo una gran fortuna para darle a mis hijos, me gustaría dejarles algo que no pudieran comprar en una tienda”

A medida que pasan los años, se atesoran más las cosas intangibles y trascendentales. El tiempo y la distancia nos hacen apreciar más lo que no tenemos tan cerca. En nuestra sociedad actual es fácil postergar aquellas actividades que fortalecen el hogar y la familia.

El legado espiritual del pueblo de Israel, a través de sus generaciones, se ha traducido en muchas bendiciones para las naciones modernas descendientes del pueblo de Dios.

¿Qué legado dejaremos a la posteridad como hijos de Dios, como miembros de la Iglesia, como padres, esposos y trabajadores?