¿Dónde está Dios?
Durante estos días de pandemia, en los cuales hemos estado en cuarentena, ya sea voluntaria u obligatoria, hemos contado con más tiempo para ver noticias, leer periódicos, revistas e inclusive leer publicaciones en las redes sociales.
Dentro de estas publicaciones hay una que ha llamado mi atención. Es la gran pregunta que ha sido planteada en algunos programas de televisión: ¿Dónde está Dios, en esta pandemia?
Para muchas personas, la idea de un Dios que ama a la humanidad no encaja al ver esta crisis sanitaria mundial al observarla como algo que Dios permite e incluso podría haber enviado al mundo.
En lo personal, quizás usted también se ha hecho esta pregunta, ¿Dónde está Dios?
La respuesta teológica a esta pregunta es extensa y se hace necesario debatir respecto al plan que Dios tiene para toda la humanidad (hacer llegar a cada uno de los seres humanos al Reino de Dios como seres espirituales al igual que Cristo).
Dios se encuentra enseñándonos una infinidad de cosas, mediante esta vida física, siendo una de ellas, el hecho de hacernos responsables de las decisiones que tomamos. Dios está creando un carácter en cada uno de nosotros.
Un ejemplo de esto es la instrucción bíblica respecto a los animales que se pueden comer y aquellos que no, las cuales encontramos en el capítulo 11 del libro de Levítico.
Dios no nos fuerza a obedecer esas instrucciones, pero espera que aprendamos que el hecho de decidir no obedecerla, traerá consecuencias en nuestra vida física y en nuestra relación espiritual con nuestro creador.
Como debe saber el Sars-Cov-2, el reciente virus que nos está complicando el diario vivir es, muy probablemente, el resultado de infringir estas leyes de alimentación, comiendo murciélagos y serpientes en el mercado húmedo de Wuhan, China.
La Biblia, el manual de instrucciones milenario que la humanidad posee para vivir de una mejor manera, es una ayuda de Dios para el ser humano. En este libro podemos encontrar las advertencias de Dios al no obedecer sus palabras, “…vendrá sobre ti mortandad, tisis, fiebre, inflamación y ardor…” (Deuteronomio 28:21-22)
Como podemos ver, Dios ha estado siempre con el hombre entregando una ayuda para vivir una vida más saludable y evitando estas desgracias mundiales. Como este ejemplo de las leyes de alimentación hay muchos en donde Dios nos advierte de los peligros que acarrea el no poner atención a sus mandamientos.
Entonces la pregunta ¿Dónde está Dios? debemos responderla nosotros. Debemos preguntarnos dónde hemos puesto a Dios al momento de tomar nuestras decisiones, al momento de elegir nuestra alimentación, al momento de usar nuestro tiempo, al momento de elegir cómo vivir.
Dios siempre está dispuesto a ayudarnos, pero se resiste a los soberbios (los que creen que no lo necesitan) y entrega su gracia a los humildes.
Si usted quiere y necesita la intervención de Dios, inclúyalo en su vida en todo aspecto, no solamente en sus quejas y peticiones. La gratitud es una costumbre muy apreciada incluso entre humanos ¡cuánto más debería serla con nuestro Creador!
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