Catastrofes

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Catastrofes

En estos próximos días de Abril se conmemorará el Yom Hashoah, día en el que se recuerda la persecución y muerte de judíos bajo el régimen nazi con su carismático Adolfo Hitler. 

Uno de los sobrevivientes del Holocausto, el rabino Yisrael Meir, frente a las 10 mil personas de 40 diferentes países, destacó tiempo atrás la frase del encabezado que conmovió a la comunidad judía, y que conmueve también al ver los rostros de los pocos sobrevivientes de esta persecución; sobrevivientes que no pasan un día sin ver las imágenes grises de su doloroso pasado.

Esta catástrofe, que no sólo exterminó a los 6 millones de judíos, buscó deliberadamente exterminar una “raza menor” que la que el enfermizo Hitler buscaba elevar y consolidar particularmente por 1000 años, la fantástica raza aria. 

Muchas veces he escuchado a personas que no le gusta leer ni saber sobre estas manchas en la historia del hombre, porque siendo éstas manchas más grandes que las fáculas y las máculas del sol, no tienen consigo nada positivo, nada agradable, nada bueno.

Pienso que, por el contrario de este último pensamiento, recordar éste tipo de tragedias nos puede ayudar a comprender lo malvado que puede ser un hombre y toda una nación, cuando se alejan de Dios. Los líderes que han querido elevarse, apoderarse, y pensar que pueden llegar a ser un “dios” no han dejado nada bueno de sus maquiavélicos pensamientos, si que por el contrario, un profundo sufrimiento.

El Holocausto no ha sido el único momento gris y rojo de la historia. Poco se habla del genocidio de El Congo (10M), Dzungar (600 Mil), Holodomor (7.5M), Asiático (10M), Ruanda (1M), Camboyano (1-3M), Asirio (750 Mil), Armenio (1.5M), Circasiano (1.5M), Otomano (1.4-1.7M), Nigeriano (1-3M), Germánico (3M), Indígena-americano (2-100M)…

El deseo de exterminar un grupo determinado de personas no es nuevo. Muchos exterminios sólo se conocen por medio de la prensa y sus registros fotográficos innegables. ¿Pero qué sucede con las catástrofes antes del siglo XX, antes de la invención del daguerrotipo y fotografía? Claramente hay cosas que jamás sabremos. Pero si sabemos que las catástrofes han seguido ocurriendo incluso hasta nuestros días. En el presente Medio Oriente existe una persecución sobre minorías e imposición de ideas sobre el colectivo débil y desinformado que migra de las zonas hostiles, que escapa de un nefasto sentimiento de odio y violencia de mentes cauterizadas.

Concuerdo con la comunidad judía, que ellos deben recordar un momento de su historia muy difícil para saber de dónde vienen, por donde pasaron y hacia dónde van. Y también concuerdo con las palabras de quien con la autoridad de su experiencia de sobreviviente, mueve los corazones al decir que no debemos olvidarnos de nuestro Padre, pase lo que pase.

Son días tristes no sólo para ellos. Todas las catástrofes mentales que han invadido el ego y orgullo de corazones negros y hostiles llevando maliciosamente el cetro de la muerte sobre familias y comunidades, llevan consigo una tristeza profunda en el pálido recuerdo de una fotografía de un montón de zapatos sin dueño, de huesos sin carne, de almas sin vida.

La tristeza de saber que todas estas cosas han ocurrido debe conmovernos para saber que necesitamos de manera urgente el gran cambio que vendrá sobre la tierra. ¡El hombre no ha podido hacer nada bueno! Aunque parezca muy buena la intención, las ideas, los planes… el hombre termina por corromperse mintiendo, robando, matando.

No nos olvidemos de nuestro Padre que está en los cielos, él no nos dejará a pesar de todas las catástrofes que sucedan. Prosigamos la meta con la frente en alto saludándola desde lejos, o tal vez hoy, un poco más cerca.