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¿Dijo Jesús realmente eso?
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Cuando Cristo dijo "No juzgues para que no seas juzgado", ¿estaba descartando los principios del bien y del mal?
Transcript
[Gary Petty] Hubo una declaración hecha por Jesús, que puede ser la frase más incorrectamente citada en toda la historia. Esta declaración ha sido usada de mal manera para fines políticos, y se cita en apoyo de la homosexualidad y el aborto, y es exclamada desde los púlpitos cristianos para promover enseñanzas que a veces son lo contrarias de lo que Jesús enseñó. ¿Quiere saber lo que Jesús enseñó de verdad? Podemos desafiar sus creencias. Quédese con nosotros mientras preguntamos, ¿Dijo Jesús realmente eso?
¿Sabe cuál versículo de Jesús que se cita incorrectamente la mayor cantidad de veces? Usted probablemente ha oído a alguien usarlo incorrectamente para justificarse. Lo usan para promover todo tipo de ideales religiosos y políticos que no son lo que Jesús enseñó. Si usted quiere ser un cristiano verdadero, entonces necesita saber lo que realmente enseñó, y no solamente lo que algún individuo dice sobre lo que Jesús enseño.
Las enseñanzas de Jesucristo se resumen en lo que comúnmente se llama el Sermón del Monte. Ahora bien, este sermón de Jesús abarcó una amplia variedad de temas mientras él explicaba cómo sus discípulos deberían vivir.
Ahora, una de sus declaraciones en el Sermón del Monte es tan incorrectamente citada que se utiliza para cambiar fundamentalmente lo que Jesús enseñó. Si quiere vivir en comunión diaria con su Creador, entonces tiene que entender lo que incluso muchos predicadores cristianos han citado terriblemente mal a Jesús.
En Beyond Today, estamos dedicados a descubrir las verdaderas enseñanzas de Jesucristo. ¿Tiene usted una Biblia con usted? Si no, necesita conseguir una porque vamos a estudiar lo que Jesús enseñó en el Sermón del Monte. Vayamos a Mateo 7:1, donde Jesús dice, (ahora tome su Biblia, y busque en Mateo 7:1).
Mateo 7:1: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”.
Ahora, ¿cuántas veces ha oído a alguien decir que Jesús dice que no debemos juzgar a nadie?, entonces, ¿quién soy yo para decir que el sexo fuera del matrimonio o el aborto o la adoración de los árboles y las rocas, está mal? ¿Estaba Jesús enseñando que no existen normas de lo correcto e incorrecto? ¿Debemos todos hacer lo que sentimos en el momento? Bueno, vamos a ver la declaración de Jesús de no juzgar en su contexto.
Mateo 7:1 “No juzguéis, para que no seáis juzgados”.
Mateo 7:2: “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido de nuevo”.
Jesús dice que la forma en que juzgamos a los demás es la forma en que seremos juzgados. Luego continúa,
Mateo 7:3: “¿Y por qué miras la paja en el ojo de tu hermano, pero no la viga en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:3-5).
Ahora Jesús enseña que la gente tiene motas en los ojos – formas erróneas de ver la vida. Él no nos dice que no hay puntos de vista que no deben ser corregidos. Él dice que cada quien debe juzgarse a sí mismo primero, ya que puede haber una viga en el ojo. Ahora Jesús está, obviamente, empleando una hipérbole. Puede imaginarse a alguien con un tablón en su ojo, un 2 x 4, golpeando a la gente y causando un caos tratando de ayudar a alguien que no tiene más que una mota en su ojo.
Jesús dice que antes de juzgar a otra persona primero debe juzgarse a sí mismo.
Ahora piénselo; esto significa que Jesús debe haber sabido que sus seguidores entendían una definición clara de juzgar entre el bien y el mal, y si una acción particular de su propia acción o de otra persona está bien o mal. Siempre queremos empezar a juzgar a otros cuando debemos comenzar con juzgarnos a nosotros mismos. La declaración de Jesús de juzgar es usada a menudo para promover que no hay normas morales. El resultado es que usted y yo vivimos en una sociedad donde la moralidad es una especie de mezcla heterogénea de los conceptos del bien y el mal sobre la base de los sentimientos particulares de cada uno.
Ahora bien, esto nos lleva a la siguiente pregunta lógica: ¿Qué enseñó Jesús como la norma del bien y del mal? Las respuestas están aquí mismo en el Sermón del Monte en Mateo 5, por lo que retrocedemos un poco.
Comenzamos aquí en Mateo 5, versículo 17, Jesús enseñó a sus discípulos: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas. No he venido a destruir sino a cumplir”.
Otra traducción lo pone de esta manera “No penséis que he venido para deshacer de lo que está escrito en la Ley o los Profetas no he venido a hacer eso, sino que, he venido a dar pleno sentido a lo que está escrito” (NIRV).
¿Jesús realmente dijo eso? Él dice que él vino a darle a la ley de Dios todo su sentido. Ahora él continúa: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde de ninguna manera pasara de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos” (Mateo 5:18-19).
¿Entendió? Jesús dijo que él no vino a abrogar la ley de Dios que se enseña en las escrituras hebreas. Usted sabe que la base de toda ley moral bíblica está contenida en los Diez Mandamientos:
- 1. Adorar solamente al único Dios Creador.
- 2. No utilizar imágenes en el culto
- 3. No utilizar el nombre de Dios en una manera profana
- 4. Recordar el sábado como el día de reposo
- 5. Honrar a sus padres
- 6. No matar
- 7. No cometer adulterio
- 8. No robar
- 9. No mentir
- 10. No codiciar las posesiones de otras personas.
¡Jesús no elimina la ley de Dios como la base de la conducta humana! De hecho, él en realidad enseña acerca de los motivos de las acciones del bien y el mal promoviendo un concepto radical en la forma de juzgar.
Continuando aquí en Mateo 5, vamos a empezar ahora en el versículo 21, si usted la tiene siga en su Biblia. Jesús dice: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: no mataras, y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego” (Mateo 5:21-22).
Jesús le enseña a sus seguidores la importancia de no solo no cometer acciones inmorales, sino que también el tener pensamientos puros y conductas morales y de cómo el asesinato es el resultado del odio. Para detener la violencia primero debemos cambiar al ser humano. Él continúa en el versículo 27.
Mateo 5:27: “Oísteis que fue dicho: no cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).
Jesús enseña que el acto de adulterio es el resultado de pensamientos sexuales. Al controlar los pensamientos sexuales, se puede controlar las acciones sexuales. En el concepto radical de juzgar, no es solo inmoral cometer adulterio, sino que es inmoral ver la pornografía.
¿Está empezando a comprender cuán radical las enseñanzas de Jesús son relativas a juzgar entre el bien y el mal? Jesús está enseñando claramente que, al juzgar cualquier acción, ya sea nuestra o de otra persona, no es una cuestión de normas individuales, sino que debe ser basado en la ley moral establecida por el Creador de la vida y la persona sabia atiende a las palabras del Sermón del Monte y vive según ellas.
Ahora tenemos mucho que decir acerca de este verso que suele ser malinterpretado, pero antes de continuar quiero decirles acerca del folleto que estamos ofreciendo gratis para usted hoy. Si en este único versículo en Mateo 7, Jesús, es tan incorrectamente citado, ¿cuántos más de sus dichos han sido mal citados? Si usted afirma ser un cristiano, un seguidor de Jesucristo, entonces usted necesita saber realmente lo que Jesús enseñó. Es por eso que usted necesita comenzar primero por la lectura de los Evangelios.
Leer Mateo, Marcos, Lucas y Juan y luego leer este folleto gratuito, La verdadera historia de Jesucristo. ¿Sabe usted que Jesús dijo que él era, cómo él cumplió las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento, como él enseñó a sus seguidores a vivir? Este folleto le ayudará a descubrir el verdadero Evangelio de Jesucristo. Usted encontrará que incluso su mensaje del Evangelio suele ser incorrectamente citado, se ha utilizado a veces para crear un falso cristianismo. Este folleto es absolutamente gratis, no le vamos a pedir dinero. Puede ir a Internet en www.ucg.org/espanol para leer, o pedir su copia gratuita La verdadera historia de Jesucristo. Contáctenos.
Vamos a resumir lo que hemos presentado hasta el momento. “No juzguéis para que no seáis juzgados” es la afirmación hecha por Jesús que ha sido muy mal usada. Cuando leemos esta declaración en el contexto de los versos, Jesús dice que debemos quitar primero la viga de nuestro propio ojo. Piense en la hipérbole y la imagen de alguien que hace eso antes de ayudar a alguien a quitar la paja de su ojo. Eso significa que antes de juzgar las acciones de otra persona, primero debemos juzgarnos a nosotros.
También vimos que antes en el Sermón del Monte, Jesús claramente afirma que la ley moral de las escrituras hebreas que se indica en los Diez Mandamientos constituye la base de sus enseñanzas sobre el bien y el mal. Se trata de las normas que un cristiano puede usar para juzgar que no sólo el asesinato o el adulterio son acciones pecaminosas, sino que el odio y el deseo son emociones malditas. Jesús no solo da a sus seguidores las normas del juicio, sino que enseña un concepto radical de que no solo juzgamos nuestras acciones, sino incluso nuestros pensamientos y motivos.
Así que ahora veremos cómo Jesús desarrolla el concepto radical de juicio que enseñó en el Sermón del Monte donde nos dice acerca de su segunda venida en Mateo 7.
Mateo 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo”.
¿Le sorprende lo que Jesús dice aquí? ¿Entiende esto? No es suficiente creer simplemente en el individuo de Jesucristo, Jesús mismo lo dice aquí. Así lo dijo. Estamos fingiendo cuando decimos que somos cristianos, pero vivimos nuestras vidas según nuestras propias normas e ignoramos el propósito de Dios.
El cristianismo tiene suficientes creyentes sin entrega, lo que Jesús quiere son discípulos dedicados, quienes estén dispuestos a hacer lo que él dijo, hacer la voluntad de su Padre. Sigue, Mateo 7:22: “Muchos me dirán en aquel día [“aquel día” se refiere al día cuando regrese]: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, e hicimos muchos milagros en tu nombre? Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, ¡hacedores de maldad!”
¿Le da esa declaración alguna preocupación? Es una declaración realmente espantosa hecha por el mismo Jesús. Él dice que muchos de sus seguidores, en ese contexto, le saludarán a su regreso con gran emoción sólo para ser cortadas por él, “Yo no te conozco, porque son hacedores de maldad” (Mateo 7:22-23).
¿Le han dicho que vino Jesús para librarle de la ley de Dios? Usted sabe que puede ser lo que dicen algunos predicadores. No es lo que dijo Jesús. Jesucristo va a volver a establecer el Reino de su Padre en esta tierra. Él no viene como un bebé en un establo, sino que esta vez viene como Rey de reyes para juzgar a toda la humanidad. ¡Abra su Biblia, lea las palabras de Jesús por sí mismo! Vaya a Mateo 5, 6 y 7. Está claro ahí. Ahora termina el Sermón del Monte con una parábola, nos dice:
Mateo 7:24: “Por lo tanto el que oye éstas palabras, y las hace, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca: y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y golpearon contra aquella casa, y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye éstas palabras mías y no las hace, lo compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena: y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos y golpearon contra aquella casa y cayó. Y fue grande su ruina” (Mateo 7:24-27).
¿Jesús realmente dijo eso? ¿Está viviendo su cristianismo sobre la roca o sobre la arena? Piense en lo que hemos aprendido acerca de las enseñanzas de Jesús a simple vista en algunas secciones en el Sermón del Monte.
Cuando la gente dice que está mal juzgar una acción como el adulterio o una emoción como el odio, porque Jesús no los juzga, ¡esas personas están pervirtiendo el Evangelio de Jesucristo!
Entiende ahora cuando digo que ningún ser humano tiene el derecho a condenar a otra persona, esa es la decisión de Dios. Pero obviamente los cristianos juzgan claramente si una acción es correcta o incorrecta según las normas de Dios.
Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a ésta tierra para ser torturado y morir una muerte horrible para pagar el castigo por nuestras acciones erradas. Es absurdo pensar que sufriría la muerte crucificado por nuestros pecados sólo para enseñarnos entonces, “pues los pecados realmente no son tan importantes, de todos modos”.
Piense acerca de cómo es completamente inútil la muerte del Hijo de Dios por nuestros pecados si Dios no va a juzgar las malas acciones. Es absurdo.
Muchos cristianos dicen que están esperando el regreso de Jesucristo, pero él dijo que muchos no lo reconocerán, por haber malinterpretado lo que dijo. Estarán demasiado ocupados con estilos de vida que Jesús mismo llama la práctica de vivir sin ley. Jesús espera que sus seguidores aprendan a juzgar entre el bien y el mal al igual que él juzga entre el bien y el mal. De hecho, una de las razones para su regreso, ahora, escuche esto, una de las razones para el regreso de Cristo es de ser juez de toda la humanidad. El apóstol Juan nos da una visión de esa época en Apocalipsis 19. Nos habla del regreso de Jesucristo como ¡Rey de reyes! Es un momento impresionante, un momento en que Dios ¡enviará a su Hijo para salvar a la humanidad! También es un momento grave, cuando Jesús se presente como el Juez de la humanidad. Ahora escuche esto, escuche la descripción impactante de Juan.
Apocalipsis 19:11: “Entonces vi al cielo abierto, y he aquí un caballo blanco. Y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea”.
Para muchas personas esta es una descripción espantosa del regreso de Cristo. Así como Cristo es nuestro Salvador, él es también el Juez de la humanidad. Si esto es toda la historia, esto es aterrador, pero solo porque Jesucristo va a volver a juzgar, ¡no significa que usted tiene que temer su venida! Pídale a Dios que lo perdone por sus malas decisiones y aprenda a hacer el bien. Usted sabe que Dios no quiere castigarlo, Dios quiere hacerlo su hijo. Jesucristo quiere salvarlo y usted puede estar preparado para ese día, el día del regreso de Jesucristo. Pero no puede hacerlo creyendo la mentira absoluta que Dios no se preocupa por el bien y el mal y que usted puede hacer todo lo que quiere. El Creador de la vida nos ha dado las reglas de la vida. Jesucristo confirmó dichas normas. Él murió porque usted y yo rompimos las reglas y él espera que aprenda a juzgar sus acciones y las acciones de los demás por dichas normas.
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Estamos unidos a nuestros dos compañeros del programa para ayudarnos a entender de lo que hemos hablado hoy. Este comentario, esta declaración que ha sido dicha por Jesús es probablemente la más erróneamente usada o mal citada declaración jamás hecha por Jesús. ¿Qué realmente quería decir cuando dijo “No juzguéis, para que no seáis juzgados”?
[Darris McNeely] Gary, creo que le advertía a sus oyentes y los que leen esa instrucción a ser muy, muy meticulosos de que no entremos en el territorio que le pertenece a Jesucristo mismo, que es el área de juicio. Al leer las Escrituras se ve que el juicio pertenece a Dios. “El juicio es mío”, dice el Eterno, como dice en otras escrituras. El juicio se refiere a un fin que solo puede venir cuando se conocen todos los hechos, cuando se conoce todo el corazón, cuando se conoce lo que está en la mente de un individuo; entrando en cuestión de juicio de lo malicioso o lo justo sin conocer todo esto, entramos en el ámbito de Dios. Es del corazón y Dios nos está diciendo que si nos tomamos ese derecho entonces, estamos despreciando el territorio de Dios y es algo que él no va a tomar a la ligera ni cuando sea tiempo de juzgarnos en el futuro ni como nos ve ahora.
[Gary Petty] Estaríamos usando nuestro juicio limitado, no podemos condenar a otras personas eternamente.
[Steve Myers] Es interesante que hay dos lados de “No juzguéis para que no seáis juzgados”. Es importante que pongamos el énfasis de nuevo en nosotros como individuos, que tenemos que tener cuidado con nuestro punto de vista, así que mejor es mirarnos a nosotros mismos antes de mirar a los demás. Eso nos hace pensar en otra cosa: ¿cuántos de nosotros queremos condenarnos a nosotros mismos? ¿Cuántos de nosotros queremos ser juzgados y juzgados con dureza? Bueno, nadie lo quiere. Así también Cristo nos está diciendo, cuida tu actitud, ten cuidado de ti mismo, ahí es donde tiene que tener su primera prioridad.
[Gary Petty] Bueno, obviamente hay normas.
[Darris McNeely] Hay normas. Ud. hizo un comentario hace un momento que el juicio tiene que ser según una norma y esa norma tiene que ser la Palabra de Dios, los Diez Mandamientos. Si comenzamos en ese camino, empezamos a borrar las líneas claras sin entender las leyes de Dios ni el intento espiritual. Pero, ¿cuántos de nosotros realmente vivimos según la Palabra de Dios completamente? Así que no somos capaces de hacer un juicio perfecto como lo puede Dios, quien conoce plenamente la mente e intención del corazón de cada ser que ha creado. Como somos imperfectos, tendemos a juzgar a los demás según nuestras propias normas. Solamente Dios puede decidir el caso de cada uno. Hablamos del Juicio final, y el poder y derecho de Dios de condenar o perdonar. No somos jueces.
[Gary Petty] ¿Cómo ha sido malinterpretado este versículo? ¿Cómo lo tuercen? Obviamente no debemos condenar y no debemos tomar una prerrogativa que no es nuestra, pero entonces, ¿cómo malinterpretan eso?
[Steve Myers] Ahí es donde tienes que tener su primera prioridad. Creo que mucha gente lo utiliza simplemente como una licencia para hacer lo que quieren. Si usted insiste: “No me juzgues, no debe juzgarme, porque Jesús dijo que no es lo que debe hacer” entonces significa que puedo hacer lo que quiero y usted siempre tiene que aceptar mi conducta. Pero, ¿Jesús realmente dijo eso? No, él dijo “no juzguéis para que no seáis juzgados”, sí, él realmente dijo eso, pero no significa que él nos da permiso de hacer lo que queremos. Hay una norma, y vivimos según la norma de Cristo quien nos dijo que tenemos que respetar esa norma.
[Darris McNeely] Muchos emplean esta escritura para permitir comportamiento pecaminoso y para justificar ciertos actos o hechos tratando de ser tolerante y aparentar ser piadosos. Pero sin la norma de la ley de Dios, tal justificación les permite a un montón de sucesos que derriban nuestro carácter y realmente hacen daño a la sociedad.
[Steve Myers] Sí, pero no podemos justificar eso. Creo que es una palabra clave. La usamos para decir, bueno, justifico mi conducta, porque Cristo dijo: no juzgues. Hay leyes que Dios ha establecido las cuales él usará para juzgar. Como en la vida cotidiana, no puede conducir su coche 70 km/h en una zona de 55 km/h por mucho tiempo y no esperar a recibir una infracción. Habrá consecuencias por violar las leyes naturales y las leyes espirituales también. Así que sin duda tenemos que separar lo bueno de lo que es malo lo mejor que podamos, apliquémoslo y discernir las situaciones y hacer lo correcto.
[Gary Petty] Bueno utilicemos un ejemplo. Alguien dice que “Yo creo que está bien para mí vivir con mi novia aunque no estamos casados, pero vamos a vivir juntos”. Ahora como un cristiano uno puede decir, “Espere un minuto, la Escritura dice que no debes hacer eso”, y ellos le responden “¿Me estas juzgando?” Entonces, ¿cuál es la diferencia entre hacer un juicio y condenar? ¿Cómo respondemos cuando dicen que Jesús dice que no me juzguen?, ¿cómo lidiar con eso?
[Darris McNeely] Bueno, si usted entiende la palabra “juzgar” no significa emitir un juicio sobre la vida de esa persona, sino que usted está evaluando una acción o una situación temporal. Está evaluando un hecho. Esto está más en armonía con las Escrituras que nos enseñan a huir del mal y nos avisan como actuar cuando hacemos frente a cuestiones que son claramente asuntos del bien y del mal. Tiene que hacer evaluaciones. No puede andar por la vida diciendo “no puedo juzgar eso; no es mi asunto; eso depende de cada quien”.
Eso sólo deja la puerta abierta para cualquier tipo de justificación de la mala conducta. Pero nosotros decidimos como debemos vivir según las normas de la Biblia, que son bien claras. Evaluamos nuestras acciones, pensamientos, y palabras según las enseñanzas de Jesús. ¿Estamos mostrando amor a Dios y al prójimo con lo que hacemos? Quizás tenemos familiares o amigos que se están haciendo daño a sí mismos con sus acciones o estilo de vida destructiva. Podemos ayudarles a otros que van por un camino equivocado con nuestro buen ejemplo, entusiasmo, consejos y a veces, advertencias. No hay nada malo en ello. Jesús no estaba hablando de eso al decir, “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Usted está ayudándole a entender las normas que conducen a la felicidad, y su motivación viene de amor, y no de un sentido orgulloso de superioridad.
[Steve Myers] Aplicamos esas normas a nosotros mismos por su puesto. Sabemos que hay comportamientos inapropiados que no son agradables a Dios. Es necesario discernir y diferenciar entre lo que es aceptable a Dios y lo que no es y aplicarlo a nosotros mismo. Por lo tanto, no debemos condenar a quienes no entienden todavía. Aún no saben aplicar los principios correctos que les traerán la felicidad y paz. Dios odia el pecado pero él todavía ama al pecador y tenemos que tratar de tener esa perspectiva. Ellos no entienden, pero en cuanto a “mí y mi casa” tengo que hacer lo que está bien, tengo que seguir a Dios y aplicar su norma en mi vida.
[Gary Petty] Lo que usted acaba de decir es lo más importante para entender esto. Debemos ser capaces de juzgar el pecado como algo malo, pero amar al pecador.
Ahora no podemos hacerlo en la forma perfecta de Dios, y no somos perfectos, pero debemos esforzarnos. Debemos ser capaces de reconocer el pecado y de juzgar qué es en contra de Dios. Decir, “Esta es una decisión equivocada” y, al mismo tiempo debemos ser capaces de amar a la persona que toma las decisiones. Es mucho más fácil cuando se mira a sí mismo y decir que yo también soy un pecador y también necesito un poco de misericordia.
Durante los pocos momentos que nos quedan, ¿qué tan importante es que entendamos que Jesús es el Juez? Lo conocemos como Salvador y lo conocemos como el Maestro pero, ¿qué tan importante es que lo reconozcamos realmente como Juez?
[Steve Myers] Antes, hablaste sobre el hecho de que Cristo va a juzgar al mundo. Todos vamos a comparecer ante el tribunal de Cristo, es lo que dice la Biblia. Así que habrá un juicio futuro cuando Cristo va a examinar y evaluar nuestras vidas según las normas que nos enseñó en su Palabra. Muchas veces nos enfrentamos al juicio con miedo y preocupación, pensando que nunca podría estar a la altura a la norma de Dios. Y sin embargo, Dios habla acerca de las bendiciones que puede provenir del mismo juicio también, como en Mateo 25. Nos dice de siervos buenos y fieles quienes serán premiados y bendecidos y ¡serán parte de su familia eterna! Así que sí, Cristo juzgará a la tierra, pero eso no significa solamente la condenación.
[Gary Petty] Hay tanto que podríamos añadir, pero me gustaría enviarle una copia gratuita de La verdadera historia de Jesucristo. Este folleto le ayudará a descubrir el verdadero Evangelio de Jesucristo. Usted encontrará como incluso su mensaje del Evangelio suele ser malinterpretado. Y cuando usted pide una copia gratuita, también incluirá una subscripción gratuita a la revista Las Buenas Noticias. Ambos son gratuitos, nunca vamos a pedirle dinero. Vaya en línea a www.ucg.org/español o a BeyondToday.tv para leer o pedir una copia gratuita de La verdadera historia de Jesucristo. Contáctenos. Cuando usted va en línea a BeyondToday.tv puede ver más programas de Beyond Today y comentarios.
El Sermón del Monte, a veces llamada la Constitución del Reino de Dios, nos enseña que si quiere ser un verdadero creyente de Jesucristo, si usted quiere tener diariamente una relación significativa con su Creador, si desea una recompensa eterna en la familia de Dios, entonces primero debe sacar la viga de tu ojo, lo cual significa que usted debe juzgarse a sí mismo según las normas de Dios sobre lo que es correcto e incorrecto.
Pídale a Dios que abra su mente a la realidad espiritual del Sermón del Monte. Estudie las palabras de Jesús en Mateo 5, 6 y 7 y viva por ellas. Pídale a Dios que lo perdone por romper sus reglas y de gracias a Jesús Cristo por haber llevado su castigo por ignorar sus reglas, y se convertirá en una persona que construye su casa sobre la roca.
Únase a nosotros la próxima semana en Beyond Today cuando exploremos lo que la Biblia realmente enseña. Gracias por sintonizarnos.