Ser un discípulo - Parte 4

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El arado de Eliseo ¿Que estás haciendo con referencia a ser un discípulo?

Transcript

[Darris McNeely] En esta serie de Beyond Today acerca de “ser un discípulo”, hemos hablado sobre la responsabilidad de ser un discípulo de Jesucristo. La vez pasada deletree mal la palabra, de manera que quiero asegurarme de hacerlo correctamente esta vez, Y seguiremos hablando del compromiso.

La vez anterior mencionamos la respuesta que Jesús dio a cierta persona que lo abordó diciéndole: te seguiré adondequiera que vayas. En Lucas 9 se lee la respuesta del Maestro: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Los discípulos entendieron a cabalidad el significado de las palabras de Jesús. Ellos podrían haber hecho referencia a una historia del Antiguo Testamento, la historia de Eliseo cuando siguió al profeta Elías, en 1 Reyes capítulo 19, comenzando en el versículo 19 al 21.

Elías, uno de los grandes profetas del Antiguo Testamento, fue instruido por Dios para que antes de su muerte entrenara y guiara a un discípulo, en este caso, Eliseo. Al comienzo del verso 19 se lee: “Halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto” (1 Reyes 19:19-21).

El manto era su capa, su abrigo y el símbolo de su autoridad como profeta de Dios. Sin embargo, Eliseo estaba arando en el campo cuando Elías lo encontró. De manera que cuando éste lo requirió, “Eliseo dejando los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré”, respuesta similar a la que había recibido Jesús en el capítulo 9 de Lucas. “Y él le dijo [Elías dijo]: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?”. En otras palabras básicamente le dijo “mira, no dejes pasar esta oportunidad. Ven conmigo ahora, sígueme y destruye todas tus ataduras. Acepta esta nueva responsabilidad”. Lo cual él hizo, en el versículo 21, “Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía”.

Eliseo se convirtió en el servidor de Elías y lo acompañó durante el resto de la vida del profeta. Pero el hecho de tomar los bueyes, cortar LA YUNTA y hacer UN FUEGO  con ellos para cocinar la carne, significó romper las cadenas que lo ataban a su vida pasada. Ahora enfrentaba un nuevo llamado, una nueva vocación, es decir ser un discípulo de Elías, lo cual asumió. Cuando lea el resto de la historia se dará cuenta de la lección que encierra.

El ejemplo dado por Jesús en Lucas 9, que mencionamos en un video anterior de BT Daily relacionado con el concepto de disciplina, cuando dijo a sus discípulos que si querían seguirle debían poner su mano en el arado, significa que ellos debían conocer lo sucedido con Eliseo, a quien al quemar el arado y sacrificar los bueyes le trajeron como consecuencia tener una nueva vida que seguir.

Por lo anterior tenemos un compromiso permanente con tener una vida al servicio de Jesús de Nazaret – ser sus discípulos, seguirlo, convertirlo en nuestro maestro. Debemos comportarnos como aquellos personajes del Antiguo Testamento, quienes como Eliseo se comprometieron a renunciar a la vida pasada y siguieron a Dios dondequiera que fuera, a través de sus enseñanzas.

Y esto es realmente lo que sucede cuando asumimos el compromiso de ser un discípulo. Así que es sumamente importante analizar dicho compromiso en cualquier instante de nuestra vida. Asumir las responsabilidades que tenemos al actuar como marido o mujer, y las que se derivan de nuestras relaciones interpersonales con los amigos, y ser consecuentes con el llamado a asumir nuestra devoción para con Dios, de seguir sus pasos y adoptar su verdad.

Cuando seamos capaces de poner nuestras manos sobre el arado y actuar como Eliseo hizo y asumir el compromiso de servir a Dios, entonces estaremos listos para ser sus discípulos y comprender el significado de dicho vocablo.

Esto es BT Daily. Nos vemos la próxima vez.