Humidad: Cambiando tu realidad

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La humildad es una elección en la que reconocemos a Dios y su autoridad sobre nuestras vidas.

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Como consejero a lo largo de los años y trabajando con personas en una amplia variedad de problemas y asuntos personales, he descubierto que a menudo ha sido más difícil trabajar con alguien que está totalmente concentrado en su vida, sus problemas, sus necesidades y deseos, con total exclusión de cualquier otra persona en su vida. La atención se centra sólo en ellos. Generalmente encuentro que no están en contacto con la realidad. Y rara vez, en todos mis años, realmente he podido ayudar a las personas que permanecen en ese estado de concentrarse sólo en sí mismas.

Creo que hay una parábola que Jesús contó sobre esta importante lección, y sobre cómo nos acercamos a Dios, cómo nos entendemos a nosotros mismos y cuándo oramos a Dios, especialmente en un momento de prueba cuando podemos estar presentando nuestras necesidades y peticiones legítimas ante Dios.

Hablo de la parábola del fariseo y el recaudador de impuestos. Dice que contó esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos como justos, y trataban a los demás con desprecio. "Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro recaudador de impuestos". Dos pueblos opuestos en Israel. El fariseo, estando solo, oró así: "Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano". Y probablemente, ya sabes, uno puede imaginar que simplemente se habría girado y señalado hacia él. El fariseo continuó: "ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.".Los fariseos ayunaban dos veces por semana, creo que eran los lunes y jueves, que designaban para su ayuno. Y usaban su ropa de tal manera que aparentaba su justicia, y Cristo tenía mucho que decir acerca de los fariseos de su época, especialmente a ellos.

Continúa en esta parábola: "Pero el recaudador de impuestos, el despreciado, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador." “Os digo que”, Cristo dijo entonces: “este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. El fariseo oraba sólo por sí mismo, por su justicia, completamente por sí mismo. Sus actos, su autojustificación. Como dije, de eso se trataban, apariencias externas. Pero también estaban desconectados de la realidad. Estaban centrados sólo en sí mismos y en su visión muy egocéntrica de la vida de Dios. Cualquier relación que tuvieran, realmente se centraba sólo en sí mismos.

El recaudador de impuestos era humilde. Y eso es lo que Jesús está diciendo: "El que se humilla será enaltecido". La humildad es una elección. Es una elección que aceptamos. Es una elección que hacemos en nuestra vida: soltar, pasar a un segundo plano, no esforzarnos siempre por ser protagónicos. La humildad comienza en la mente. Cuando somos capaces de reconocer ante Dios que merecemos juicio; merecemos, ya sabes, los frutos, en algunos casos, de algunos de nuestros errores. Es bueno que recibamos gracia y es bueno que entendamos eso. Pero a veces debemos reconocer que estamos mejor de lo que merecemos, como dice el refrán. Y salimos adelante, a través y por la gracia de Dios. Cuando nos damos cuenta de eso, entonces damos un paso hacia la humildad.

Es solo un paso hacia esa elección de ser humilde. Y cambia toda nuestra realidad porque nos pone bajo la gracia de Dios, su misericordia, su ternura y, por lo tanto, impacta en cómo pensamos y miramos a los demás. En consecuencia, nuestras oraciones no son egoístas. Y nuestras peticiones ante Dios tendrán más posibilidades de ser escuchadas a medida que nos humillemos. Ese es el ejemplo: no ser como aquel fariseo. Piénsalo.

Piensa en tu realidad, en ti mismo y en tu relación con Dios. La gracia, la misericordia, el perdón que recibimos son inmerecidos, dados gratuitamente por Dios. Llega a esa humildad, elige esa humildad.

Eso es "BT Daily". hasta la próxima.