¿Qué cambios puedes hacer a lo largo del día para superar la ansiedad?
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Esta es la segunda parte de una serie de BT Dailys que estamos haciendo sobre la ansiedad. La última vez hablé sobre la importancia de comenzar cada día con un tiempo personal de oración y estudio bíblico con Dios, deshaciéndonos de todas las demás distracciones y comenzando el día con ese tipo de mentalidad, ese tipo de ayuda, donde él entra en tu vida, diciéndote qué hacer, recibiendo instrucciones para la vida. ¡Piensa en ello!.
Sin embargo, durante el día, suceden todo tipo de cosas que causan pensamientos de ansiedad; preocupación y miedo. ¿Qué hacer en esos momentos? Por eso es tan importante empezar el día de esa manera, porque durante el día puedes mirar atrás, y recordar tu experiencia matutina.
Y este es nuestro segundo consejo. Si tienes esa experiencia matutina como primer paso, el segundo es, durante el día, detente. Regresa a esa experiencia. Ora. Vuelve a Dios. Piensa en lo que aprendiste en las Escrituras esa mañana. Piensa en el plan de Dios. Piensa en lo que está haciendo. Y tómate esos pequeños momentos. Quizá tengas que alejarte un poco de la oficina. Quizá tengas que salir. A veces es tan sencillo como entrar en otra oficina donde no hay nadie y reflexionar por un momento. Pero tómate esos pequeños momentos de oración y piensa en tu experiencia matutina.
Lidiar con la ansiedad no es algo de una ocasión. Es igual que afrontar la vida. Entonces, si iniciamos el día con este tiempo con Dios, tenemos que renovar ese tiempo con Dios a lo largo del día. Podemos hacerlo en diversos pequeños momentos de retorno a Dios. Pensando en... piensa en lo que aprendiste. Parte del problema de la ansiedad son los pensamientos obsesivos. Quedamos entrampados en nuestros propios miedos, atrapados en nuestros propios pensamientos. Rompe esos pensamientos volviendo a lo que leíste en la Biblia. Si no estudiamos nuestra Biblia, no tendremos con qué reemplazar nuestros propios pensamientos dañinos.
En las Escrituras Jesús nos aconseja no tener pensamientos ansiosos, recuerda, “el Padre sabe lo que necesitas”. Cuando te sientas ansioso, refuerza este pensamiento: “Sí, Padre, vengo a tí, porque Jesús me dijo: sabes lo que necesito." Y eso empieza a cambiarlo todo.
Entonces, nuestro segundo punto para comenzar a lidiar con la ansiedad, es que a lo largo del día regreses a lo que aprendiste en las Escrituras esa mañana y luego, a través de la oración, vuelvas a Dios para lidiar con tus preocupaciones. La próxima vez abordaremos un punto más que puede ayudarte a afrontar la ansiedad.
