La historia del paradero de Enoc despierta curiosidad e incertidumbre por la poca e inconexa información que encontramos en la biblia, llevando a muchas personas a concluir precipitadamente.

Hebreos 11:5 dice que, “Enoc fue traspuesto para no ver muerte…” (Reina Valera 1960). El versículo continúa con una cita de Génesis 5 diciendo que él “no fue hallado”. La Nueva Versión Internacional usa “sacado” en lugar de “traspuesto”. La fraseología da a entender que alguien lo estaba buscando para causarle daño, y que Dios lo protegió al moverlo hacia un lugar seguro.

Algunos han asumido que Dios lo llevó al cielo, pero el versículo no dice eso. “Traspuesto” o “sacado” viene de la palabra griega metatithemi que significa “transferir a otro lugar” (Vine’s Expository Dictionary of Biblical Words, Diccionario Expositivo de Palabras Bíblicas de Vine, 1985).

La Biblia enseña que ningún hombre ha subido al cielo. Lo que encontramos en Hechos 2:29 y 34 claramente ilustra este hecho. Ahí leemos que el justo Rey David todavía se encontraba en su sepulcro, ¡alrededor de 1000 años después de su muerte! Recuerden el comentario de Jesús en Juan 10:35, “la Escritura no puede ser quebrantada”. Esto es, que sus enseñanzas son consistentes en su totalidad. La enseñanza bíblica es que el cielo no es una recompensa o un destino para los salvados.

Una explicación más completa de todo lo que la Biblia enseña sobre lo que sucede después de la muerte se encuentra en nuestros folletos El cielo y el infierno: ¿Qué es lo que enseña realmente la Biblia? y ¿Qué sucede después de la muerte? Si no tiene copias a mano, estaremos contentos de enviarle unas a usted. También puede encontrarlas en línea en la biblioteca de literatura de nuestro sitio Web www.iduai.org.