El rey del reino venidero
¿Fue revelado el nacimiento de un rey mesiánico por medio de los profetas?
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6-7).
Los escritos de los profetas hebreos contienen muchas referencias a la venida de este rey divinamente ungido, específicamente identificado en Daniel 9:25-26 como el Mesías. La palabra hebrea para Mesías significa “ungido”. En el antiguo Israel, los reyes y los sumos sacerdotes eran ungidos con aceite cuando eran escogidos para el puesto. El Mesías es el Rey de reyes, ungido por Dios mismo (Apocalipsis 17:14).
¿Reinará Jesús, el Mesías, sobre un reino físico, literal?
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Daniel 7:13-14).
De acuerdo con esta profecía, Dios le dará a Jesucristo un reino eterno en el cual él gobernará sobre “pueblos, naciones y lenguas”, o sea seres humanos físicos sobre la tierra.
¿Reconoció Jesús que él había nacido para ser rey?
“Le preguntó entonces Pilato: —¿Así que tú eres rey? Jesús le contestó: —Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan” (Juan 18:37, Versión Popular).