El mundo no lo ve, pero es muy valioso y llegan muchas bendiciones al seguir el camino de Dios.
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[Steve Myers] En 1867, el zar ruso estaba enfrentando dificultades económicas y decidió vender Alaska. Estados Unidos se apresuró a comprar este territorio por un poco más de 7 millones de dólares. Eso equivaldría a diez centavos por hectárea, es decir un negocio fenomenal. Pero, en realidad este trato llegó a conocerse como “La locura de Seward”. Seward era el secretario de Estado en ese tiempo y muchos pensaron, “Allí no hay más que un montón de animales con pieles”. Pero resultó muy diferente, en cuanto vieron los vastos recursos, como el salmón, las asombrosas bendiciones de la madera; y luego se descubrió una veta de oro. Fue un descubrimiento asombroso con un tremendo valor que inicialmente se pensó como una locura absoluta.
Cuando pienso en la historia particular de Alaska, pienso en que algunas personas nos ven, como pueblo de Dios, como unos locos. Piensan que estamos absolutamente locos. De hecho, estaba viendo un programa donde un presentador dijo, “Cualquiera que sea un cristiano es absolutamente ignorante”. A menudo somos objeto de mofa en este mundo y piensan que somos tontos, muy parecido a lo que Pablo escribió en 1 de Corintios.
Él escribió sobre ese mismo hecho en 1 de Corintios 1:18. Dice: “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”. A menudo somos denunciados y blanco de burla. Somos criticados por confiar en Dios, por tener fe en un mundo sin fe. No permitamos que nos desanimen, porque realmente, somos como el negocio de Alaska en un sentido cristiano.
Hay mucho valor y bendiciones al seguir a Dios. El mundo no lo ve. Es alentador y debemos tomar coraje. De hecho, justo unos versos después en el versículo 25, Pablo escribió: “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres”. Así que podemos esquivar la crítica y decir: “No, esto es verdad”. Podemos defendernos de los ataques como fieles creyentes de Dios, porque un día él lo hará evidente.
Mantengámonos firmes, no nos desanimemos. Reconozcamos que tenemos al Gran Dios del Universo de nuestro lado. La adquisición de Dios no es tontería. De hecho, cuando pensamos en todo lo que Dios ha hecho, podemos estar confiados. Podemos tener una prueba evidente conociendo el alto precio que Dios pagó por nosotros, por ti.
