El valor del esfuerzo
El tiempo es valioso y, debido a que nuestros años son limitados, la lección intrínseca de su valor es muy importante. Hay ciertos momentos en nuestra vida donde ciertos eventos consumen más tiempo del que debiéramos invertir. Una persona que habla mucho nos insta a buscar una salida. La constante succión de tiempo de los anuncios, el intento de hacernos responder o la constante demanda de atención al hablar por teléfono, los mensajes de texto o el tiempo invertido en ver series nos roba años de valor, consumiendo incontables horas diarias.
La Biblia nos menciona la metáfora de “colar el mosquito y tragar el camello” para ayudarnos a comprender la necesidad de evaluar lo que hablamos y lo que hacemos cada día (Mateo 23:24). Se requiere autodisciplina y mucha sabiduría para reconocer el valor real del esfuerzo. Invertir una gran cantidad de tiempo en un trabajo insignificante es un desperdicio de esfuerzo. Cinco dólares de nuestro tiempo comparado con cinco centavos es una gran diferencia. El desperdicio de tiempo puede traducirse en un despilfarro de vida. Trabaja duro y haz tu mejor esfuerzo en todo lo que hagas, discerniendo en que inviertes tu tiempo.