Primer Mes: A quiénes se dirige la carta

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Primer Mes

A quiénes se dirige la carta

El nombre “Santiago” es la forma helenizada del hebreo “Iakov”. Sabemos muy poco de la vida temprana de Santiago. De hecho, nada se sabe, excepto que él junto a los otros hermanos de Jesús, lo ridiculizaron porque no creían en él (Juan 7:5) Se cree que su conversión tuvo lugar después de la resurrección de Cristo (1 Corintios 15:7). Es posible que él haya estado orando con los discípulos después de la ascensión de Cristo (Hechos 1). Las escrituras muestran que Santiago llegó a dirigir la iglesia en Jerusalén y que presidió la primera Conferencia Ministerial que nos describe Hechos 15, la cual tuvo lugar el año 49 d.C.  El autor de la epístola comienza con una gran señal de autoridad. Cuando leemos la epístola, Santiago nos revela que uno de los aspectos sobresalientes de la personalidad del autor es su carácter práctico.  Santiago habla de las pruebas y tentaciones que sobrevienen a los hijos de Dios y las ve como un instrumento que utiliza Dios destinadas a producir madurez espiritual en la vida del cristiano. La epístola está dirigida a “las doce tribus que están en la dispersión." La expresión “las doce tribus” se refiere al pueblo de Israel en su totalidad (Mateo 19:28; Hechos 27:6). Aunque es cierto que, desde los tiempos de la cautividad de las diez tribus en Asiria, muchos israelitas perdieron su identidad tribal; aunque la expresión “las doce tribus” continuaba usándose como un símbolo de la unidad nacional. La expresión “en la dispersión” tiene que ver con el hecho de que los israelitas, a quienes va dirigida la carta, vivían fuera del territorio de Palestina. Por supuesto que el número de judíos que vivía fuera, es imposible de calcular, porque ciertamente era muy grande. En Mesopotamia, Egipto, Asia Menor, Grecia, la península itálica, el norte de África, la isla de Creta y muchos otros sitios del Imperio romano había comunidades judías. Muchos representantes de esas áreas estuvieron presentes en Jerusalén el día de Pentecostés (Hechos 2:9-11). Ciudades como Alejandría se habían convertido en un verdadero centro de actividades judías, tanto en lo comercial como en lo intelectual. Incluso en Babilonia radicaba un número importante de judíos. No obstante, hay abundante evidencia bíblica e histórica de la existencia de un gran número de judíos dispersos en distintos países del mundo antiguo. Algunos prefieren tomar la frase “a las doce tribus que están en la dispersión” de manera alegórica. Los que siguen esa forma de interpretación concluyen que Santiago se está dirigiendo a todos los cristianos (judíos y gentiles) puesto que, la Iglesia de Dios es el actual Israel de Dios. Pero, como dijo un escritor: La epístola presupone no solamente un autor judío, sino también lectores del mismo trasfondo. El entendimiento primario de “las doce tribus de la dispersión” (Santiago 1:1) sería que la Epístola está dirigida no solo a judíos esparcidos a través del imperio romano, sino que también tiene que ver con la iglesia de Dios, tal como lo expresa el apóstol Pablo en Romanos 2:29 “sino que es judío el que lo es en lo interior,  y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”. La iglesia de Dios, junto al Israel físico, cuentan con un mismo padre: Abraham. Es decir que cuando la Biblia habla de Israel, debemos discernir si se refiere al Israel físico o al Israel espiritual. (Gálatas 6:16). Por eso podemos afirmar que Dios tiene un solo pueblo: Israel (físico y espiritual), porque la Biblia no habla de ningún otro pueblo extraño. En base a una interpretación real de las expresiones “las doce tribus” y “la dispersión”, sabemos a quienes va dirigida su epístola y también tiene que ver con los judíos cristianos que vivían fuera de los límites de Palestina. Aunque ellos eran cristianos, continuaban asistiendo a las sinagogas, obedeciendo la ley mosaica y practicaban las costumbres judías. Como veremos, más adelante, Santiago trata temas concretos y situaciones experimentadas en la vida cotidiana de los cristianos de entonces y también competen a los cristianos del siglo XXI. El apóstol emplea una sola palabra como saludo, dice “salud”. Es como si el apóstol Santiago dijese: “Os deseo gozo continuo” Esa es la interpretación del texto original.

Nisan