[Steve Myers] Cuando oyes la frase, “Ve a tu hermano”, la gente piensa, a menudo, en Mateo capítulo 18. De hecho, en el versículo 15 nos dice, “Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele” (Mateo 18:15). Y muchas veces tenemos esa imagen en nuestra mente, debemos que ir donde él, tenemos que enfrentarlo, confrontarlo, y asegurarnos de que entienda su pecado. Y pensamos en ir donde nuestro hermano en ese sentido.

Sin duda, en nuestras vidas, existirán momentos donde tendremos que acudir a nuestro hermano. Pienso que existe otra sección en la Biblia que deberíamos considerar cuando nos enfrentamos a esta circunstancia. ¿Cómo realmente vamos a él? Si miras el libro de Filemón, en Filemón verso 8 – solo hay un capítulo – en Filemón verso 8 – de hecho, todo este libro es realmente una lección de cómo acudir a nuestro hermano. En el versículo 8 específicamente dice, “Aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene”, verso 9 dice, “más bien te ruego por amor” (Filemón 1:8-9).

En Filemón – el apóstol Pablo, quien podía mandarlo a hacer lo que debe, espiritualmente hablando, utiliza otra forma. En cierto modo, es como Mateo 18. Él va a su hermano, y lo hace con tacto. Lee toda esta carta – es una corta, pequeña epístola. Léela. Se trata de diplomacia, es sobre mansedumbre, bondad, cortesía. Y cuando tengas todas esas cosas juntas, acude a tu hermano y hazlo de una manera correcta – no con una actitud confrontacional, sino enfocándote en el amor.

Esto es BT Daily. Nos vemos la próxima vez.