[Gary Petty] Ustedes están al pie de la hoguera donde Jesús de Nazaret cuelga, clavos en sus manos y pies, una corona de espinas sobre su cabeza. Los soldados romanos juegan en la base del madero. De repente, uno de los legionarios coge una lanza y la clava en el costado de Jesús.

¿Quién es responsable por el asesinato de Jesús? Durante muchos siglos, algunos cristianos condenan a los judíos como los asesinos de Jesús. Esta visión generó el antisemitismo y la persecución de los cristianos. ¿La culpa recae en los soldados romanos? ¿Fue el gobernador romano, Poncio Pilato, un hombre inocente que se vio obligado a condenar a muerte a Jesús? ¿Quién debe ser llevado a juicio por el asesinato del más grande hombre que caminó en esta tierra? En Beyond Today vamos a responder a la pregunta: ¿Quién mató realmente a Cristo?

Hace dos mil años los líderes judíos arrastraron a Jesús ante el gobernador romano Poncio Pilato, acusando a Jesús de sedición. La esposa de Pilato tuvo un sueño inquietante sobre el maestro judío y le rogó a su marido que le dejara. El gobernador tenía una manera de salir de la condena de Jesús que se daba por la estación de la Pascua judía y la costumbre romana, dictó que la misericordia se expondría en la Pascua por la liberación de un prisionero. Pilato ofreció a la multitud congregada para el evento de la elección de Barrabás, un criminal sin escrúpulos, o a Jesús, el hombre más grande que caminó sobre la tierra. La multitud escogió a Barrabás.

En el Evangelio de Mateo se nos dice cómo: “dijo Pilato a ellos, ¿Qué, pues, haré con Jesús, llamado el Cristo? Todos dijeron: “¡Sea crucificado!”. Pilato dijo: ¿por qué? ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaron aún más, diciendo: “¡Sea crucificado!” (Mateo 27:22-23).

Luego Mateo escribe: “Y viendo Pilato que no conseguía nada , sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: Soy inocente de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo dijo: “¡Su sangre sea sobre nosotros y nuestros hijos!” (Mateo 27:24-25).

Este pasaje ha sido utilizado durante siglos para reclamar que el pueblo judío y sus hijos a través de la historia son directamente responsables de la muerte de Jesús. Esta creencia dio lugar a los terribles crímenes de antisemitismo por parte de los cristianos.

¿Quién mató realmente a Jesús? En caso de que sean los judíos, ¿se hacen responsable por sus generaciones? ¿El resto de responsabilidad de los soldados romanos que lo golpearon y, de hecho lo crucificaron? En caso de Pilato, ¿cuál es su culpa?

Volveremos a la muerte de Jesús y revelaremos quién mató realmente a Jesús. Pero, para comprender plenamente la respuesta, tenemos que buscar en los acontecimientos que tuvieron lugar la noche antes de que Jesús muriera, cuando él comió una comida de Pascua con sus discípulos.

Ahora, la Pascua judía se remonta a la época de Moisés, cuando Dios liberó a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Moisés dijo a faraón que Dios quería que él dejara ir a los israelitas en libertad. Cuando el faraón se negó, Dios trajo nueve terribles plagas sobre el pueblo y la tierra de Egipto. Cuando faraón se negó una vez más, Dios le dijo que mataría a todos los primogénitos.

Ahora, a los israelitas se les dijo que rociaran la sangre de un cordero en los postes de sus casas por que el Señor pasaría por encima de ellos y ellos se salvaron. Generaciones de israelitas celebran esa noche, cuando sus antepasados escuchaban los gritos horribles y terribles de los egipcios que lloraban a sus muertos, y el Señor pasó sobre sus casas, mediante la observación de la Pascua.

Ahora, vamos a avanzar a la época de Jesús, que fue más de 1400 años después de la primera Pascua. En el décimo día del primer mes del calendario judío, nos encontramos con familias judías seleccionando los corderos que se sacrificaron cuatro días después. En el día catorce del mes, mataron a los corderos y se comió una comida especial de cordero, las hierbas y los panes sin levadura, para conmemorar la misericordia de Dios mostrada a sus antepasados.

Fue el día catorce del primer mes en que Jesús fue crucificado. La noche antes de su muerte, comió una comida de Pascua con sus discípulos principales. Mateo nos dice: "Y mientras comían, Jesús tomó pan y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a sus discípulos les dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio diciendo: Bebed todos de ella. Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados”(Mateo 26:26-28).

Para entender quién mató a Jesús, primero tenemos que entender algo muy importante sobre su misión en el plan de salvación de Dios.

Hay una serie de cuestiones importantes en lo que Jesús dijo a sus discípulos en la víspera de la Pascua en lo que acabamos de leer. Cuando nos fijamos detenidamente en estos versículos de Mateo, vemos que Jesús dijo a sus discípulos que debían comer pan y beber vino como símbolos de su cuerpo y su sangre. Con mucho cuidado explicó que lo que estaba haciendo era el comienzo de un nuevo pacto, y lo que estaba haciendo es participar, del perdón de Dios, de los pecados.

¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo que se debe comer pan y beber vino como símbolos de su cuerpo y su sangre? ¿Cómo eran estos símbolos que intervienen en el perdón de los pecados? ¿Y por qué escogió una cena de la Pascua a fin de darles estas instrucciones?

Bueno, las respuestas se encuentran en las antiguas profecías del Antiguo Testamento. Los profetas dijeron de una venida del Mesías, quien establecería el Reino de Dios en la tierra. Ahora también hay otras profecías acerca de un gran siervo de Dios que sufre por las naciones.

Una profecía que habla de este "Siervo sufriente" se encuentra en Isaías 52-53. En esta profecía, el Siervo de Dios es golpeado y “su rostro desfigurado más que cualquier otro hombre”. Él está herido por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados, e hizo una ofrenda por el pecado. En su muerte, y llevó el pecado de muchos, y orado por los transgresores (Isaías 52, 53).

Ahora piense en ello. Si el Mesías se supone que debe conquistar las naciones y el imperio de Jerusalén, ¿cuál es el Siervo sufriente profetizado por Isaías? ¿Cómo encaja en el plan de salvación de Dios? La clave para entender la identidad de este Siervo sufriente se encuentra en lo que Jesús hizo en la cena de la Pascua y de su sufrimiento a lo largo de esa noche y al día siguiente.

Así que cuando volvamos a la noche de Pascua, donde Jesús dice a sus discípulos que debían comer su cuerpo y beber su sangre, tenemos que recordar que los discípulos de Jesús ya creían que él era el Mesías profetizado. Se esperaba a él para derrocar a Roma y establecer el Reino de Dios en Jerusalén.

¿Puede usted imaginar la incredulidad y la confusión, cuando Jesús les permitió, y se permitió ser capturado por los romanos? ¿Puede usted imaginar su desesperación cuando vieron a Jesús morir? ¿Puedes imaginar su sorpresa cuando fue resucitado de entre los muertos y se les apareció tres días y tres noches más tarde?

En una ocasión, después de su resurrección Jesús se apareció a sus discípulos. Ahora retomemos la historia en Lucas 24: “Y les dijo: Esto es lo que yo os decía cuando todavía estaba con vosotros, que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mi está escrito” – acerca de Cristo – “en la Ley de Moisés y los Profetas y en los Salmos. Entonces les abrió la mente para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: [ahora escucha esto] Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día; y que en su nombre se predicara el arrepentimiento para el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lucas 24:44-47).

Jesús le estaba diciendo a sus discípulos que no sólo era el Mesías profetizado, que finalmente establecería el Reino de Dios en la tierra, sino que él era el Siervo sufriente que traería el arrepentimiento y el perdón de los pecados. Jesús vino por primera vez para cumplir con el plan de Dios para proveer una Pascua por el pecado humano. Él regresará por segunda vez para establecer el Reino de Dios en la tierra.

Ahora todavía no hemos respondido quien realmente mató a Jesús. Todavía tenemos unas pocas piezas del rompecabezas para encajar. Antes de explorar las últimas piezas del rompecabezas, y revelar la identidad de la persona que mató a Jesús, déjenme decirles acerca de La verdadera historia de Jesucristo.

Ahora bien, si crees que sabes todo acerca de Jesucristo, le recomiendo que lea La verdadera historia de Jesucristo, con el fin de separar la realidad del mito. Esta guía gratuita, es un estudio detallado en donde se explica cómo Jesús fue profetizado en el Antiguo Testamento, como él es más que un buen hombre; sus enseñanzas básicas, incluso hay un capítulo sobre “¿Quién mató a Jesús?”.

Usted puede leer La verdadera historia de Jesucristo en línea en ucg.org/español. O solicitar una copia gratuita contactándonos. Y, si usted tiene los lectores electrónicos como el Kindle, nuestro folleto está disponible para su descarga a través del sitio Web Amazon. Sólo haga una búsqueda con el nombre de libro y se puede descargar de forma libre directo a su lector de libros electrónicos.

También me gustaría invitarlo a usted a algo muy especial. Beyond Today y la Iglesia de Dios Unida llevarán a cabo seminarios bíblicos sobre el Reino de Dios a través de los Estados Unidos, Canadá y alrededor del mundo. Si desea saber más acerca del regreso de Jesucristo para establecer el Reino de Dios en esta tierra, entonces usted necesita asistir a uno de estos seminarios gratuitos.

Vaya a seminariosiduai.org y busque el enlace Seminarios Bíblicos del Reino de Dios para encontrar un seminario cerca de usted y regístrese para asistir. Ahora cada seminario incluye material nuevo, así que incluso si usted ha asistido en el pasado, usted no querrá perderse un próximo seminario.

¿Quién es realmente responsable de la muerte de Jesucristo?

Antes de descubrir la identidad del asesino de Jesús, vamos a revisar lo que hemos hablado antes, acerca de algunos de los acontecimientos que tuvieron lugar durante la noche, antes de la crucifixión de Jesús. Esa noche, Jesús comió una comida de Pascua con sus discípulos.

La Pascua es un evento anual de gran importancia desde el Antiguo Testamento. Se conmemora el momento en que Dios mató a los primogénitos de Egipto, pero salvó a los primogénitos de Israel. En la primera Pascua, los israelitas habían recibido instrucciones de un frotis de sangre de cordero en sus jambas y el Señor pasó por encima a sus familias.

Mateo nos dice sobre lo que ocurrió durante una cena de Pascua con Jesús y sus discípulos casi 1400 años después, “Y mientras comían, tomó Jesús pan y lo partió, y dio a sus discípulos y dijo: Tomad, comed, éste es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: Bebed de ella todos ustedes. Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para la remisión de los pecados"(Mateo 26:26-28).

También hemos visto cómo, después de su resurrección, Jesús enseñó a sus discípulos que no sólo era el Mesías profetizado que establecería el Reino de Dios en la tierra, sino en que él era el "Siervo sufriente", que sería herido por nuestras rebeliones, y se convirtió en una ofrenda por el pecado.

Después de que Jesús resucitó, sus discípulos continuaron observando la Pascua, pero con un nuevo entendimiento. Para los primeros cristianos, la Pascua ya no era sólo una celebración de cómo Dios salvó a Israel de la esclavitud antigua y cómo el Señor pasó por encima de su primogénito.

El apóstol Pablo escribe acerca de este nuevo entendimiento más de 20 años después de la resurrección de Jesucristo, cuando escribe a la iglesia en la ciudad griega de Corinto. Ahora escuchen esto: “Porque Cristo, nuestra Pascua, ya fue sacrificado por nosotros” (1 Corintios 5:7). Para los primeros cristianos, Jesús fue celebrado como el Cordero de la Pascua. La Pascua era acerca de una persona.

Para entender la necesidad de que usted y yo – tenemos la necesidad de... haciendo énfasis en que usted y yo tenemos a Jesús como nuestra Pascua. Todos tenemos que enfrentarnos a nuestra propia naturaleza humana corrupta y el hecho de que cada uno de nosotros es condenado a muerte por la ley de Dios. El pecado, la rebelión contra Dios, está en el centro de muchos de nuestros pensamientos y acciones.

Dios no sólo nos acepta como somos. Para tener una relación con Dios, debemos arrepentirnos de lo que somos y las consecuencias de nuestros pecados. Entonces, usted y yo, tenemos que aceptar nuestra necesidad de una Pascua.

Bueno en este punto usted puede decir: “Pero, básicamente, soy una buena persona”. Pero de acuerdo a lo que Dios nos dice en la Biblia, ninguno de nosotros, ninguno de nosotros es lo suficientemente bueno para ganar el favor de Dios. Solo mediante la aceptación de la sangre derramada de Jesús, que no cometió ningún mal, como el sustituto de la pena que usted se merece, que yo me merezco, ¿puede ser pasado por alto en lugar de sufrir la pena de muerte requerida por la ley de Dios?

Recuerde algo. Los israelitas que celebraron la primera Pascua, manchado de la sangre de un cordero en los postes de sus puertas y se comió el cordero para celebrar la misericordia y el poder de Dios que los liberó de la esclavitud y la muerte. No tenían forma de liberarse o salvarse a sí mismos. No podían salir de la esclavitud. No podían salir de su propia muerte.

Los cristianos deben celebrar la Pascua al participar de los símbolos del cuerpo y sangre de Cristo. Al igual que los antiguos israelitas, Usted y yo no tenemos la manera de salvarnos a nosotros mismos de la esclavitud del pecado y la muerte eterna, a menos que sea a través de la sangre del Cordero de Dios. Si usted cree que puede salvarse a sí mismo, entonces dígame algo: ¿cómo se puede morir y luego resucitarse a sí mismo?

Volvamos a 1 Corintios donde Pablo escribe: “Porque cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, la muerte anunciáis del Señor hasta que él venga" (1 Corintios 11:26).

Una vez al año, en el aniversario de la Pascua que Jesús mantuvo con sus discípulos, los cristianos deben reunirse para proclamar la muerte del Señor. Se trata de una experiencia profunda para conmemorar el sacrificio de Jesús como la Pascua en la forma y en la misma noche en que lo hizo con sus discípulos hace tantos siglos.

Lo que nos lleva de nuevo a nuestra pregunta original, ¿quién realmente mató a Jesús? ¿Quién debe ser llevado a juicio? Pilato no era el bueno de esta historia. Todo esto va ligado a la política y el mantenimiento de la dominación romana. Los soldados romanos eran paganos que no podría haber llevado a nada menos que un Mesías judío. Los líderes judíos pensaban que estaban sirviendo a Dios, haciendo su voluntad. Incluso muchos de los propios discípulos de Jesús lo negaron esa noche en su mayor momento de necesidad.

Así que nos transportamos de nuevo a la escena a los pies de donde Jesús fue crucificado. El soldado romano que acaba de empujar la lanza en el costado de Jesús se vuelve lentamente hacia usted. Ahora tiene la oportunidad de mirar a la cara del asesino del Hijo de Dios. Él se da vuelta. Se toma su casco, y usted se encuentra mirando su propio reflejo.

Mi propósito al hacer esta afirmación no es sólo un intento de teatro. Aquí está el punto, el cristianismo sería una religión falsa a menos que Jesús, el Hijo de Dios, viniera del cielo a vivir como un hombre, morir por los pecados de toda la humanidad, y ser resucitado tres días y tres noches más tarde. Para llegar a ser un verdadero seguidor de Jesucristo y recibir la vida eterna, usted y yo debemos aceptar algo muy importante. Tenemos que aceptar que su muerte era un sustituto de lo que nos merecemos. Esta es la verdad fundamental de lo que es ser cristiano. Una vez que aceptas que mereces la muerte, y Dios sacrificó una Pascua para usted, entonces usted puede comenzar a responder a Dios.

Poncio Pilato, los líderes judíos, los soldados romanos que conducían las cadenas en las manos y los pies, usted, yo, todos somos culpables de la sangre del Hijo de Dios.

Menos de dos meses después de que Jesús fue crucificado y resucitado, Pedro estaba hablando a una gran multitud en Jerusalén. La gente se sorprende cuando Pedro les dijo que Dios había “glorificado a su Hijo Jesús, a quien se entregó en presencia de Pilato…”. Pedro entonces les dijo que habían “matado al Autor de la vida…” (Hechos 3:13-14).

En su discurso, Pedro usó escrituras del Antiguo Testamento para mostrar que Jesús fue profetizado para sufrir y resucitar. Le dijo a los presentes: “Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, a fin de que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os ha sido anunciada antes, a quien es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, que Dios ha hablado por boca de sus santos profetas desde que el mundo comenzó” (Hechos 3:19-21).

Muchos de los que escuchaban a Pedro habían escuchado a Jesús enseñar. Habían visto sus milagros. Se habían decepcionado cuando fue crucificado. A través de las enseñanzas de Pedro, Juan y otras muchas personas volvieron a Dios y Jesús aceptado como el Mesías.

La Pascua no es sólo una celebración del Antiguo Testamento. Se trata de una observación profunda anual para los cristianos que aceptan a Jesús como el Cordero de la Pascua. La Observación de la liberación de la Pascua del Nuevo Testamento está enlazada al Dios del antiguo Israel, junto con nuestra liberación del pecado.

La Pascua del Nuevo Testamento no consiste en matar a un cordero y se pinta la sangre en una jamba de la puerta, sino reconociendo a Jesucristo como el Cordero de Pascua definitiva.

La Observación de la Pascua del Nuevo Testamento en la noche, Jesús la instituyó tomando el pan y el vino como símbolos de su cuerpo y su sangre nos lleva de vuelta a la noche oscura, cuando la luz del mundo estaba a punto de brillar en toda la humanidad.

La Pascua del Nuevo Testamento une la sangre del cordero que marcó el Señor para pasar por encima de los primogénitos de Israel antiguo, y la sangre del Cordero, que ofrece la vida eterna a todos los que se convirtiesen a Dios.

Ahora, en el siguiente segmento vamos a hablar de por qué observamos la Pascua del Nuevo Testamento y por qué esta celebración anual es importante para todos los cristianos.

Ahora, cuando usted pide una copia gratuita: La verdadera historia de Jesucristo, también le enviaremos una suscripción gratuita a la revista Las Buenas Noticias. Las Buenas Noticias se dedica a descubrir el verdadero Jesús y lo que enseñó. En cada número encuentra artículos sobre cómo tener un mejor matrimonio, la oración, la gestión de sus finanzas, los pasos prácticos para la vida cristiana y cómo las profecías bíblicas se están cumpliendo ante nuestros ojos.

Solicite su suscripción en ucg.org/español o bien, puede leer Las Buenas Noticias en línea.

Además, anímese a visitar nuestra página web. Ahora estamos produciendo videos diarios de noticias de última hora y temas importantes. Únase a nosotros durante toda la semana para el diario Beyond Today y obtenga material adicional para ayudar a entender mejor la vida.

Bueno, estamos acompañados por nuestros colegas de Beyond Today, Steve Myers, Darris McNeely. ¿Por qué es la celebración anual de la Pascua? Y todos nosotros celebramos la Pascua cada año, la noche en que Jesús lo hizo, ¿por qué es que tan a menudo ignorada en el mundo cristiano?

[Steve Myers] Sí, muchos cristianos asumen que la Cena del Señor es algo que debemos tener…

[Gary Petty] La gente piensa que es judía.

[Steve Myers] Y se confunden con lo que el Nuevo Testamento dice realmente acerca de la Pascua. Y hay como una celebración de la Pascua y, normalmente, se llega a ese momento del año y vemos las celebraciones en la televisión. Por lo general, cubren la Pascua judía y de alguna manera esto confunde y la gente asume que no es cristiano cuando en realidad, es una celebración cristiana.

[Gary Petty] Bueno, ¿qué haría usted? ¿Cómo debemos celebrar la Pascua a continuación, observando esto una vez al año?

[Steve Myers] Pablo dio instrucciones muy específicas. En el libro de 1 Corintios, usted citó un poco de ello antes, pero a veces nos olvidamos de por qué la carta fue escrita, y una de las razones que les estaba corrigiendo era la forma de observancia, en un caso de la Pascua, la misma Pascua, porque estaban abusando de ella. No lo entendían. Se perdieron del punto tantas veces.

Ellos pensaron que así tal vez algo de comida tenía una conexión con ella confundiendo cosas acerca de la Cena del Señor, cuando en realidad les señala el hecho de que aquí, en 1 Corintios 11:23 dice: “yo recibí del Señor”. ¿De dónde provienen sus instrucciones? Venía del Señor mismo y, ¿qué era? Dijo que en la noche, la misma noche, de hecho, es la palabra que usa, “la misma noche en que fue entregado, tomó pan” y, posteriormente, él habla sobre el vino. Así que en esa misma noche es cuando la Pascua se observa, la Pascua del Nuevo Testamento, con el nuevo simbolismo que el mismo Jesucristo dio.

[Darris McNeely] Preguntó ¿cómo un cristiano debe hacerlo? Muy simple, básicamente, de acuerdo con la manera en que Jesús lo hizo. Si se lee el pasaje de 1 Corintios 11, Steve, es una ceremonia muy sencilla pero muy potente y profunda.

Para sentarse de una manera muy tranquila, con hermanos en la fe en una manera de tomar los símbolos del pan y el vino, que simbolizan el cuerpo perfecto de Jesucristo y el vino que es un símbolo de la sangre derramada de Cristo por nuestros pecados, y tomarlos en memoria de Cristo y para entender el profundo significado de ese sacrificio, y después de cantar un himno se cierra la noche. Es un muy digno, muy solemne, una ocasión muy especial, pero sin embargo, profunda y hermosa en sus implicaciones.

[Gary Petty] Hacer esta ceremonia la noche en que Jesús lo hizo, en conmemoración de ese evento todos los años, ¿cómo tiene que darle forma a su cristianismo?

[Steve Myers] En todos los sentidos, creo que en todos los sentidos, cuando entendemos el significado de la muerte de Cristo y el hecho mismo de que lo sacó; que lo que le causó la muerte, es que soy un pecador y necesito el sacrificio de Cristo para cubrir ese pecado. Y ese recordatorio vuelve a continuación, por extensión, en dedicación de mi vida. Que él es mi Salvador, me dedico a él, y yo quiero vivir con su ejemplo. Y recordarlo a él, año tras año, volviéndome a enfocar de manera que tengo que tener ese Salvador. Entonces tengo que ir y tengo que hacer su voluntad y tengo que ser ese ejemplo y dejar que él viva su vida a través de mí. Por lo tanto, afecta todo.

[Darris McNeely] Creo Gary, que para mí, es una oportunidad cada año para ir a través de un profundo examen de conciencia. Pasar por los símbolos, tomar esos y luego salir de ese cuarto con un sentido de esperanza que yo tengo un borrón y cuenta nueva y puedo empezar de nuevo y espero que sea un mejor año de mi relación con Dios y con mis otras relaciones con otras personas. Es la esperanza de una nueva lista que realmente me ha marcado el cristianismo y mi caminar con Dios.

[Gary Petty] Mantener esa noche en el camino que Jesús hizo es una de las experiencias más profundas que usted puede tener a través de su vida y la vinculación directa a la de nuestro Salvador, Aquel que es nuestra Pascua. Debido a que todos los símbolos, todo el Nuevo Testamento, enfoca a la Pascua como una persona y esa persona es Jesucristo.

Ahora, recuerde nuestras ofertas gratuitas de hoy y solicite una copia de nuestro folleto, La verdadera historia de Jesucristo. Y, al solicitarlo también le enviaremos una suscripción gratuita a la revista Las Buenas Noticias. Contáctenos en ucg.org/español

También queremos recordarles que Beyond Today y la Iglesia de Dios Unida llevará a cabo seminarios del Reino de Dios a través de los Estados Unidos, Canadá y alrededor del mundo. Si desea saber más acerca del regreso de Jesucristo para establecer su reino o Reino de Dios, el Reino de su Padre aquí en la tierra entonces usted necesita asistir a uno de estos seminarios gratuitos.

Vaya a seminariosiduai.org y busque el enlace Seminarios Bíblicos del Reino de Dios para encontrar un seminario cerca de usted y regístrese para asistir.

La Pascua no es sólo una celebración del Antiguo Testamento. Es una celebración del acontecimiento fundamental del cristianismo – la primera venida del Mesías como el Siervo sufriente que sufrió y murió por los pecados de la humanidad. Invito a todos a estudiar lo que los evangelios enseñan acerca de la Pascua que Jesús mantuvo con sus discípulos y siga su ejemplo.

Únase a nosotros la próxima semana en Beyond Today a medida que seguimos para descubrir el evangelio del Reino. También le invitamos a que nos acompañen en la oración continua, “Venga tu Reino”.

En Beyond Today, soy Gary Petty. Gracias por su atención.