[Darris McNeely] Todos sabemos cuán grande es Facebook y las redes sociales que ofrece. Miles de millones de personas tienen páginas de Facebook, y en esas páginas la gente tiene cientos de amigos. Tengo mi propia página de Facebook. Muchos amigos allí.

Una pregunta: ¿podría Jesucristo – podrías tenerlo como tu amigo? ¿Aceptarías una solicitud de amistad de parte de Jesucristo? Piénsalo algunos minutos.

Me he hecho amigo de un gran número de personas así como ellos han solicitado mi amistad a través de los años. No conozco a la mayoría de las personas. Veo quién es, veo si tiene amigos en común, y a menudo los acepto y mantengo una relación a través de los medios sociales, pero no los conozco y probablemente nunca conoceré a la mayoría de las personas que son mis amigos, hablando de Facebook. A veces creo que esto es muy cómico. Probablemente, ellos no quieren sentarse y disfrutar una comida conmigo, y quizás yo no quiero sentarme y tener una cena con ellos en la realidad. Así que es interesante pensar en la etiqueta de amistad en las redes sociales.

Una vez conocí a una persona que tenía más de 1000 amigos en Facebook. Este individuo tuvo una crisis en su vida y cuando realmente necesitaba amigos. ¿Sabes cuántas personas estuvieron a su lado? Aproximadamente una mano llena. Creo que menos de un puñado. De los más de 1000 amigos, menos de un puñado estaba allí físicamente cuando esta persona realmente necesitaba el apoyo de sus amigos. Recuerdo eso, y me enseñó una gran lección, y nos debería enseñar que la amistad tiene que ser muy profunda, muy íntima y personal, y me surge nuevamente la pregunta de si tendríamos o no a Jesucristo como nuestro amigo en Facebook.

Piénsalo. ¿Cuán profundo, cuán perdurable, cuán íntimo es la relación, esa amistad que tenemos a través de los medios sociales? ¿Está realmente diciéndonos algo sobre el tipo de amistad que necesitamos y deberíamos tener con Jesús?

En Juan 15:15 Jesús, la noche antes de que fuera crucificado hizo una declaración a sus discípulos, dijo, “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”. Cristo comenzó a llamarlos amigos, ellos habían vivido, caminado, comido juntos. Juntos habían sufrido por más de tres años en ese momento, y la amistad se convertiría aún más profunda a través del Espíritu Santo que recibirían más tarde.

Ese es el tipo de amistad que me gustaría tener con Jesucristo y con el Padre. Creo que es el tipo de amistad que deberíamos tener con Dios. Los medios sociales, Facebook no necesariamente me conecta a ese nivel de amistad con la gente. Las fotos son bonitas y los comentarios son buenos, pero no me lleva al nivel de relación de amistad que quiero y necesito con Jesucristo.

¿Y tú? ¿Tendrías a Jesucristo como tu amigo en Facebook? Piénsalo.

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