Me desperté esta mañana sintiéndome triste. De hecho, me he sentido triste por algún tiempo. No tanto personalmente triste, pero triste por mi país, Estados Unidos, que me encanta. En base a las implicaciones culturales, la campaña presidencial del año 2012 y la elección del presidente no ayudaron.

Estados Unidos se ha doblado durante décadas en una mezcla de cultura y valores pecaminosos (como se encuentra claramente definido en la Biblia). Ese cambio cultural, inicialmente ganó impulso en las instituciones de educación superior (universidades y colegios) y dio lugar a la agitación estudiantil a finales de 1960. Las "drogas recreativas" revoluciones sexuales e inmorales de la época hicieron un daño espantoso a la moral y condición espiritual del país. Ahora que lo pienso, me he sentido triste por esto desde hace mucho tiempo.

Muchos de los estudiantes universitarios radicales de aquel entonces y sus sucesores, se convirtieron en los líderes educativos y políticos de las décadas posteriores. En el siglo 21, su sistema de valores se ha acercado cada vez más a los niveles de secundaria e incluso primaria. Lamentablemente, la moral laxa de la generación anterior ha permeado negativamente en la generación más joven. Como resultado, hoy vemos una falta de fuerza moral desde el punto de vista y definición de moralidad de Dios.

Con respecto a nuestros lectores internacionales, esta aceleración de la tendencia cultural pecadora no conoce fronteras nacionales. Como pensadores verticales,  sin duda podemos ver el razonamiento, lenguaje y  comportamiento impío de la cultura en nuestro propio país. Me imagino que le hace sentirse triste también.

Pero la tristeza también proviene de los problemas de familias infelices, la intimidación en la escuela o en el vecindario, los efectos depresivos y mentales del  abuso de drogas o alcohol, y otros tipos de abuso. Estos tienden no sólo a la ira, sino a una profunda tristeza personal.  Quisiera añadir al respecto que  la ira - tristeza a veces es la consecuencia no deseada de un espíritu furioso y mal humorado que se expresa en la mayor parte de la música y el entretenimiento orientado a la juventud. Muy triste.

Hay tiempos y ocasiones para sentirse bien y triste a la vez. De hecho, Dios no sonríe en los que no "gimen y claman" por la degradación de la sociedad (Ezequiel 9:4-6).

Entonces, ¿cómo podemos sentirnos bien y triste?

Otorgar tristeza es algo de auto-respeto. Es normal sentirse triste, no demasiado triste ni tampoco por mucho tiempo.

Cantar una canción triste.Rey David en el libro de los Salmos escribió (y cantó) algunas canciones tristes para llorar y sanarse emocionalmente (véase, por ejemplo, Salmos 3, 6, 7 y 12). Jeremías, escritor del libro de las Lamentaciones (canciones tristes) y, a menudo llamado por Dios "el profeta llorón", escribió, "¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!” (Jeremías 9:01).

Canta con el corazón. Calma la tristeza. Cura el dolor.

Piense verticalmente, busque a Dios.Él ha planeado para ti, para mí, y para todo el mundo un día mejor y más feliz en el futuro. Jesús lo llamó "el siglo venidero" (Marcos 10:30), En que el mundo se regido por el "reino de Dios" (Marcos 1:14-15). La cultura humana se reparará, nuestras naciones serán sanadas. ¡El Reino de Dios transformará la tristeza en alegría para siempre!

Fuente: ucg.org