Reinos en guerra
Poderes del mundo espiritual
El profeta Daniel había estado ayunando y orando durante tres semanas, porque quería entender un mensaje divino que Dios le había hecho llegar. Completamente falto de fuerzas y energía, abrió sus ojos y vislumbró la imagen de un hombre parado ante él. La figura brillaba con la luz del sol y el destello de piedras preciosas, oro y fuego. Su voz era potente e imperiosa.
De repente, Daniel sintió que una mano lo tocaba y comenzó a temblar. La figura angelical lo llamó por su nombre: “Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora” (Daniel 10:11).
El ser angelical continuó: “Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días” (vv. 13-14).
¡Qué revelación tan extraordinaria!
Un tiempo de cambios monumentales
Echemos un vistazo a los titulares de hoy: “Rusia invade Ukrania”, “El Estado Islámico [EIIS] avanza en Medio Oriente”, “Irán, a punto de desarrollar un arma nuclear”, “Gobierno se desmorona por . . .”, y muchos más similares a estos.
Todos estos acontecimientos nos hablan de un mundo que pasa por un periodo de cambios monumentales. En el escenario mundial están ocurriendo grandes cosas, que están reestructurando gran parte del orden global. ¿Qué significa esto? ¿Cómo podemos entender lo que sucede en el mundo según lo que nos dice un Dios que dirige la historia humana y cuyas palabras se encuentran en la Biblia? Pero, más que nada, ¿qué significa esto para usted, su familia y su vida diaria?
Esto puede ser aterrador y angustiante. Puede que tales guerras y sucesos parezcan muy distantes e irrelevantes; sin embargo, afectan su vida mucho más de lo que usted alcanza a darse cuenta. Es crucial que discierna los tiempos en que vivimos para que entienda no solo lo que esto significa a la luz de la profecía bíblica, sino también cuál es el propósito de Dios para la vida humana.
Un mundo espiritual tras bambalinas
Lo que aprendemos del relato que acabamos de leer en Daniel es que en este mundo hay mucho más de lo que podemos ver con nuestros ojos y percibir mediante los otros sentidos. Como lo expresara el escritor inglés William Shakespeare a través de su personaje Hamlet, “Hay más cosas en el cielo y en la Tierra . . . que las que sueñas en tu filosofía”. Daniel estaba procurando entender los acontecimientos de su tiempo y de su mundo cuando Dios le concedió un pequeño atisbo tras bambalinas, para mostrarle su verdad. Veamos cómo está presentado esto en la historia de Daniel.
La profecía de Daniel nos permite dar un vistazo a este mundo invisible y a los poderes que lo habitan.
Daniel continuó: “Entonces el que se parecía a un hombre volvió a tocarme y sentí que recuperaba mis fuerzas.—No tengas miedo —dijo—, porque eres muy precioso para Dios. ¡Que tengas paz, ánimo y fuerza!Mientras me decía estas palabras, de pronto me sentí más fuerte y le dije:—Por favor, háblame, señor mío, porque me has fortalecido.—¿Sabes por qué he venido? —respondió él—. Pronto debo regresar a luchar contra el espíritu príncipe del reino de Persia y después de eso vendrá el espíritu príncipe del reino de Grecia.Mientras tanto, te diré lo que está escrito en el libro de la verdad. (Nadie me ayuda contra esos espíritus príncipes, a excepción de Miguel, el espíritu príncipe de ustedes)” (vv. 18-21, Nueva Traducción Viviente).
Esta traducción añade la palabra “espíritu” para aclarar de qué se está hablando: de poderosos seres espirituales. Nos demos cuenta o no, lo comprendamos o no, ciertas fuerzas y principados operan en un plano espiritual y ejercen gran influencia sobre los sucesos físicos de nuestro mundo. Saber esto es crucial para entender los grandes eventos mundiales y lo que está ocurriendo en nuestro planeta. Las implicaciones de ello son cruciales para la vida de todos los seres humanos.
¿Cómo sabemos esto? Por lo que nos revela no solo el relato de Daniel sino también lo que vemos en otras partes de la Biblia.
Un vistazo a la dimensión espiritual
Examinemos de manera detallada lo que se nos dice en Daniel. Vemos que se menciona un “príncipe del reino de Persia” y un “príncipe del reino de Grecia”. Estos poderes invisibles del mundo espiritual controlaban los reinos físicos de Persia y Grecia en este mundo físico.
Pero estos poderes espirituales malignos influyen sobre las acciones y la política de los países, incluso en la actualidad. En tiempos de Daniel ello significaba que la atmósfera militar, económica y cultural de aquellas naciones o reinos en realidad era manipulada por espíritus ocultos y muy poderosos; y como vemos en este pasaje, estos seres estaban decididos a frustrar la voluntad de Dios (pero fracasaron).
Dios tenía un mensaje que darle a Daniel, que en esencia le mostraba la historia futura de la región durante varios siglos y también la de nuestro mundo moderno y de los tiempos que se avecinan. Además, este mensaje le reveló a Daniel sucesos que conducirían a la intervención de Jesucristo en los asuntos de este mundo y culminarían con el establecimiento del Reino de Dios sobre la Tierra.
Daniel quedó estupefacto por lo que vio. Esta sección de la Biblia abre nuestros ojos a los detalles de la historia. Dios guía y dirige a las naciones conforme a su propósito para la humanidad y el mundo; él conoce el principio y el final, y ningún poder terrenal ni celestial puede impedirle llevar a cabo los planes que ha predispuesto para el desenlace de la historia (Isaías 46:9-11).
Y esta diminuta clave, tan poco entendida, es la que nos abre la puerta del conocimiento. ¡Deténgase por un instante y medite sobre lo que esto significa para su vida!
Las luchas personales de nuestra vida
Todos libramos nuestras propias batallas personales: empleos que no nos gustan; malas relaciones con nuestro cónyuge o con nuestros hijos; incertidumbre frente al impacto que tendrá la economía sobre nuestra vida; ansiedad frente al futuro, etc.
¿Se ha fijado en los incesantes conflictos políticos en nuestra sociedad, y en los acontecimientos que escapan a todo control? A veces, cuando veo las noticias, me pregunto si alguna vez volveremos a experimentar un escenario mundial estable en nuestros días.
El mundo puede tornarse tan angustiante, que lo mejor que podemos hacer es dar un paso hacia atrás y preguntarnos: “¿Acaso hay algo más que está sucediendo y que no puedo ver ni comprender? ¿Hay algo más que el ojo es incapaz de ver?” La respuesta es sí, a menudo sí lo hay.
La Biblia nos dice que las dificultades de la vida a veces pueden incluir elementos espirituales que ni siquiera podemos ver. Fíjese en estas reveladoras palabras del apóstol Pablo en el libro de Efesios: “Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder.Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo.Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes” (Efesios 6:10-13, NTV).
Tal vez nos parezca anticuada y fantasiosa la idea de tener que luchar contra fuerzas perversas e invisibles, y de que ellas sean la causa de ciertos problemas en lo personal y también en las más altas esferas de los asuntos mundiales.
Sin embargo, ¡esto es precisamente lo que dice la Biblia! Es tiempo de que usted comience a leerla, equipado con un entendimiento más profundo, a fin de que aprenda cuál es el propósito de Dios para su vida.
Tres claves para ser como Daniel
Existen tres claves para ser un Daniel en estos tiempos, cuando los reinos están en guerra y los poderes del mundo invisible gobiernan nuestro planeta.
• Primero, debe entender que los dioses de este mundo no sienten amor por usted.
La Biblia nos muestra que hay un “dios de este siglo” (de este mundo actual) y que él ciega las mentes de los seres humanos para que no vean su realidad.Él bloquea “la luz del evangelio de la gloria de Cristo” e impide que esta luz delate sus hechos malvados e inhumanos (2 Corintios 4:4).
Daniel tuvo que luchar contra este dios y sus siniestros cómplices. Su mundo se parecía muchísimo al nuestro en muchos aspectos, y a pesar de todo el tiempo transcurrido desde entonces, todavía debemos enfrentar los mismos enemigos que se oponen ferozmente a Dios y a todos los que procuran seguirle y hacer su voluntad.
Como hemos visto, Dios le reveló esta realidad a Daniel y le ayudó a comprender su mundo y su tiempo. Aquel dios falso, Satanás el diablo, todavía tiene influencia y alcance global, y si usted verdaderamente quiere resistirse a su mundo y a su impacto, es preciso que sepa de su existencia y cómo trabaja.
Satanás es descrito en las Escrituras como “el príncipe de este mundo” (Juan 12:31; 14:30; 16:11), y tiene otros gobernadores o príncipes bajo su dominio (como el príncipe de Grecia y el príncipe de Persia, según vimos en el relato de la visión de Daniel).
Más aún, Satanás es llamado “príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2). Su influencia opera imperceptiblemente, como las transmisiones por onda que circulan por el aire hoy en día.
Piense en esto: en todo nuestro entorno hay ondas de comunicación. Estamos rodeados de ondas de radio y televisión. Las torres de teléfonos celulares transmiten nuestras llamadas telefónicas y mensajes de texto alrededor del mundo. No vemos ni escuchamos dichas transmisiones, pero son reales y, una vez que las recibimos, influyen sobre nuestros temperamentos y emociones ya que nos entretienen, nos informan o nos permiten interactuar con gente que conocemos.
Las Escrituras nos dicen que si no sabemos lo que está ocurriendo, vivimos nuestras vidas de acuerdo a los planes programados por el príncipe del poder del aire, el dios de este siglo y gobernador de este mundo, quien “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9). Él ejerce poderes que impulsan a las naciones y a la gente a hacer su perversa voluntad (2 Timoteo 2:26; 1 Juan 5:19).
Estees el mundo que habitamos. Las cosas no son lo que parecen. ¡La realidad supera lo que creemos ver!
Pero usted puede entender esto, tal como lo hizo Daniel, y tomar las riendas de su existencia viviendo una vida justa en medio de un mundo que sufre la inhumanidad de estos poderes malignos invisibles.
• La segunda clave consiste en proponerse firmemente resistir a este poder, como hizo Daniel. Veamos cómo lo consiguió:
La historia de Daniel comienza con un desafío que a nuestras mentes modernas puede parecerles insignificante y trivial, y tiene que ver con algo que hacemos todos los días: ingerir alimentos.
Daniel se encontró en una tierra extraña, con costumbres también extrañas y que él nunca había visto durante su vida. Él no estaba interesado en adoptar una cultura extranjera, sin embargo, entendía que no todas las culturas son iguales y no todas las religiones son legítimas. Tampoco creía que todas las enseñanzas y valores eran opciones válidas para el estilo de vida de uno. Si Daniel viviera hoy en día, probablemente sería castigado o disciplinado por no conformarse a la manera en que se manejan las escuelas y negocios de nuestra cultura.
Daniel se encontraba en la corte del rey de Babilonia, y no solo eso, ya estaba a punto de recibir entrenamiento como funcionario civil del gobierno. Era inteligente y reunía todos los requisitos que exigían los babilonios al momento de seleccionar a los mejores y más brillantes.
La corte del rey era un lugar que ofrecía muchos placeres físicos y rebosaba de comida, vino y exquisitos manjares. Los babilonios daban mucha importancia al comer y al beber, y obviamente no seguían las restricciones bíblicas en cuanto a los alimentos. Pero para Daniel esto no era una opción; él sabía que Dios había establecido ciertos estándares alimenticios y que su ley le indicaba cómo conducir su vida, y estaba firmemente decidido a no transar con sus principios.
Así que después de escuchar los requisitos que se le exigían para ser instruido en los caminos de Babilonia, “Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse” (Daniel 1:8)
Daniel se propuso en mente y espíritu no transgredir las enseñanzas ni la ley de Dios en bien de la conveniencia, o simplemente por seguir la corriente de aquel tiempo. Daniel fácilmente pudo haber razonado: “Mi nación ha desaparecido, mi forma de rendir culto a Dios ya no funciona, y aquí estamos, ¡en cautividad!” O pudo haber concluido: “A Dios ya no le importa. Tal vez haya sido derrocado por los dioses babilonios o, después de todo, quizá nunca existió”.
Pero Daniel nunca pensó así. Por el contrario, se mantuvo fiel a su fe, a la vida que conocía, incluso a los alimentos que consumía, y Dios lo premió por ello. Al final de los diez días, el jefe de los eunucos examinó a Daniel y a sus compañeros y encontró que los cuatro se veían más saludables que quienes habían ingerido los alimentos de los babilonios. El rey Nabucodonosor los entrevistó y vio que estaban en muy buena condición física y listos para trabajar. Dios les dio la ayuda y los dones necesarios para servir con excelencia en Babilonia.
¿Qué lección podemos sacar de esta historia? Que debemos proponernos resistir la cultura de este mundo cuando se opone a la cultura del Reino de Dios, y que no debemos transar ni siquiera frente a circunstancias adversas.
• La tercera clave que podemos extraer del ejemplo de Daniel es buscar la sabiduría y el entendimiento de Dios.
Más tarde el rey Nabucodonosor tuvo un sueño, cuyo significado ninguno de sus consejeros ni empleados pudo interpretar. Este sueño no era nada común: según el relato que encontramos en Daniel 2, en él se profetizaba la historia mundial desde aquel tiempo hasta nuestros días y aún más allá. El rey estaba profundamente conmocionado, y sabía que tenía que conocer su significado exacto.
Es difícil para nosotros en la actualidad entender algo como esto, pero el rey sabía que ese sueño era sumamente importante, y que encerraba un significativo mensaje.
Cuando ninguno de los empleados cercanos al rey pudo interpretar el sueño, el asunto llegó a oídos de Daniel, quien le pidió al monarca que le diera algún tiempo para poder descifrar su significado. Daniel volvió a su casa y habló con sus amigos “para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio” (v. 18). El secreto le fue revelado a él, quien a su vez se lo reveló al rey.
La moraleja de este relato es que debemos buscar la sabiduría de Dios y su entendimiento para discernir los tiempos en que vivimos.
Es necesario buscar la sabiduría y la dirección de Dios
Los poderes espirituales están trabajando entre bastidores en el mundo actual. Detrás de los titulares hay muchísimo más de lo que podemos ver.
Tal como Daniel quería entender el mundo de su generación, usted debe procurar entender el mundo en que vive. Usted puede comprender lo que Dios está haciendo en el mundo actual y su significado, lo cual le permitirá vivir una vida mejor.
Aunque solo veamos desorden y confusión, la mano de Dios está guiando los acontecimientos de este mundo. Él puede guiarlo a usted también para que logre obtener tranquilidad y paz mental. Él no es un Dios distante e inalcanzable, sino un Creador amoroso y cercano que está listo para guiar su vida desde ahora mismo. ¡Búsquelo, como hizo Daniel, para que entienda mejor nuestros tiempos!