#359 - Apocalipsis 17-18: "La caída de la Babilonia religiosa y comercial"

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#359 - Apocalipsis 17-18

"La caída de la Babilonia religiosa y comercial"

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Seguimos repasando Apocalipsis 17, donde la última vez estudiamos Apocalipsis 17:1-6 sobre una gran ramera (porne en griego) que monta una bestia escarlata. Estos símbolos describen una relación inmoral llamada “fornicación” entre una Iglesia y el Estado. En el tiempo del fin, esto será entre el Falso Profeta (el líder religioso) y la Bestia (el líder político/militar).

Ahora llegamos a Apocalipsis 17:7-10, donde Juan escribe: “Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo”.

Juan quedó atónito cuando vio a esa mujer rica e inmoral sobre una bestia de siete cabezas con diez cuernos. Estos diez cuernos, en la séptima cabeza, representan a diez gobernantes que hacen la guerra con Cristo cuando regrese (Apocalipsis 17:12-14). Estos símbolos representan el poder de la Cuarta Bestia en Daniel 7:7, que fue el Imperio Romano, pero, en los últimos días, dirigido por un falso sistema religioso.

Así, esta Bestia en Apocalipsis 17, junto con la ramera, o la segunda Bestia, es en realidad un compuesto de las dos Bestias en Apocalipsis 13, es decir, un poder religioso (Apocalipsis 13:11-18), montado o guiando a la primera Bestia (Apocalipsis 13:1-10, que es el poder político/militar). 

Por tanto, la séptima cabeza de esa Bestia está por surgir en el futuro, aliada con un Falso Profeta, o la mujer caída. Así pues, según entendemos, las cinco cabezas que han caído son las primeras cinco resurrecciones del Sacro Imperio Romano, iniciando con el emperador Justiniano (554 d.C.) y terminando con Napoleón (1804 d.C.), pues todos fueron coronados por un Papa. La sexta cabeza, liderada por Hitler y Mussolini, que provocó la Segunda Guerra Mundial, fue relativamente reciente y sigue teniendo mucha influencia política y social en Europa (a través del socialismo y el populismo de la izquierda y la derecha). Hay otra resurrección por venir, que será la última manifestación del Sacro Imperio Romano, pero en los tiempos del fin.

Así, un mundo desprevenido quedará pasmado al ver el repentino ascenso de esa séptima y última cabeza, con una mujer “religiosa” y caída guiándola. Ambos tendrán inmensos poderes; mucho más que cualquier otra resurrección anterior. Sin embargo, los que tienen el espíritu de Dios no serán engañados por ellos (Mt 24:24). Solo “aquellos cuyos nombres no están escritos…en el libro de la vida” (Apocalipsis 17:8).

Acerca de ese “libro de la vida”, Pablo dijo que son los miembros de la iglesia con el Espíritu Santo quienes tienen escritos sus “nombres…en el libro de la vida” (Filipenses 4:3). Este libro fue preparado “desde la fundación del mundo”, pues es parte del Plan de Salvación de Dios. Él registraría los nombres de las personas que llamaría a través de los siglos para ser parte de esa Primera Resurrección. No obstante, la Biblia también indica que mientras las personas están vivas, esos nombres pueden ser borrados al abandonar la fe y descalificarse (Apocalipsis 3:5).

Juan continúa: “La bestia que era y que no es, él mismo es también el octavo, y es de los siete, y va a la perdición. Los diez cuernos que viste son diez reyes que aún no han recibido reino, pero reciben autoridad por una hora como reyes con la bestia. Estos son de una sola mente, y darán su poder y autoridad a la bestia. Estos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados, escogidos y fieles "(Apocalipsis 17:11-14).

Como explica El Comentario del Conocimiento Bíblico sobre esos diez gobernantes: “Si bien las siete cabezas pueden señalar los grandes gobernantes cronológicamente sucesivos del Imperio Romano, los diez cuernos… son contemporáneos entre sí, y… recibirán el poder político por un breve tiempo”.

¿Qué quiere decir que la cabeza final de este Sacro Imperio Romano “era y que no es, él mismo es también el octavo, y es de los siete, y va a la perdición” (vs. 11)? El Comentario Bíblico Expositor señala, “Parece que esto alude a la idea en Apocalipsis 13:3 y 14 de la herida de espada que recibe la Bestia y que fue sanada. El lenguaje es similar, la sorpresa de los habitantes del mundo es idéntica, y el triple énfasis sobre estos sucesos es repetido en ambos contextos” (Apocalipsis 13:3, 12, 14; Apocalipsis 17:8, 11).

Mounce agrega: “El gobernante es el octavo en el sentido que es diferente a las otras siete [cabezas]. Es el Anticristo y no sencillamente otro emperador romano. No es un líder humano que solo usa el poder de la maldad, sino que es la personificación misma de ese poder maligno”.

Juan continúa: “Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:15-18).

Vemos aquí que Dios revela el significado de los símbolos empleados. La “mujer” o ese falso sistema religioso es poderosísimo, mundial y multilingüe. Su capital religiosa y política es donde los gobernantes del mundo vienen, firman tratados y le rinden homenaje. Por eso dice que “la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación” (Apocalipsis 17:1-2). Se deriva de Jeremías 51:7: “Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones”.

Así, sus seguidores están “hechizados” y no pueden pensar en forma clara ni lógica. Practican una mezcla de tradiciones y ritos cristianos y paganos, muchos llamados “misterios”. Se reúnen en recintos en medio de un altar, lleno de incienso e rodeado de ídolos (estatuas y cruces). Repiten oraciones a María, la madre de Jesús, que aún está muerta, y se confiesan con los sacerdotes en vez de con Dios. 

Eventualmente, como dice este relato, los diez gobernantes (del griego basileus -- un líder o rey), se rebelan contra ese sistema religioso al ser manipulados por el Falso Profeta y se vuelven violentamente contra él, destruyendo su capital, presumiblemente Roma, con toda su antigua gloria.

Como explica nuestro folleto “El Apocalipsis Sin Velos”: “Por un tiempo ella disfruta de su posición y de la fama de ser la ciudad que ‘reina sobre los reyes de la tierra’ (v. 18). Sin embargo, al final, esta luna de miel con los dirigentes políticos se acabará. De hecho, éstos llegarán a odiarla. Tal vez finalmente se darán cuenta de que cuando ella dice que cuenta con un respaldo divino, está mintiendo” (p. 68).

De ese modo, esos diez líderes se pondrán totalmente del lado de la Bestia y le delegarán el resto de su poder. La ciudad donde reside el Falso Profeta se describe como “la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:18). Además, dice en Apocalipsis 17:9: “Las siete cabezas son siete montes sobre los que se sienta la mujer”. Sabemos que estos siete montes son un símbolo de reinos, pero también pueden aludir a la ciudad misma, porque Roma es famosa por ser “la ciudad de las siete colinas”. Además, la poderosa Unión Europea de hoy comenzó en Roma en 1957 con el Tratado de Roma.

No obstante, Roma actualmente no es una notable capital política, pero sí es la gran capital religiosa de gran parte del mundo, con el Vaticano en Roma, como la sede del Papa y del catolicismo. En el futuro, el Falso Profeta realizará grandes milagros y la Bestia ejercerá un gran poder satánico (Apocalipsis 13:1-18). Parece que Roma está destinada a jugar un gran papel religioso, comercial y político. Sin embargo, tendremos que esperar y ver cómo se cumplen las profecías, pues aún vemos por un espejo oscuro (1 Corintios 13:12).

A continuación, en Apocalipsis 18, hay una descripción detallada de la caída de esa ciudad, simbolizada como “Babilonia”. Ese desplome ya se mencionó en Apocalipsis 14:8-11; Apocalipsis 16:19. En Apocalipsis 17:16 se enfatiza: “Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego”.

Juan luego escribe: “Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible” (Apocalipsis 18:1-2). 

Esto sucede hacia el final del período de 3 años y medio al llegar al punto crítico. Así como las antiguas ciudades Babilonia y Nínive fueron destruidas, también le sucederá a esta “Roma”, la orgullosa capital del antiguo Imperio Romano y de la cuarta bestia de Daniel 7.

A propósito, vemos que las leyes alimenticias aún están vigentes, pues se menciona a aves inmundas. Si todos los animales son “limpios” y comestibles, ¿por qué hay animales inmundos en los tiempos del fin?

Juan sigue: “Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga” (Apocalipsis 18:3-8).

Aquí vemos que “Babilonia” no es solo un gran centro religioso, sino también comercial. Es común en la historia, cuando una potencia conquistadora controla una región, que los comerciantes necesitan su permiso para comprar y vender, similar a lo que vimos en Apocalipsis 13 con la marca de la Bestia y la gente que no puede comprar ni vender sin tener esa autorización (Apocalipsis 13:16-17). Dios les advierte a los miembros de la Iglesia que no se dejen corromper al ceder ante el gran poder de esa Bestia y su marca.

La indicación es que esta ciudad será destruida por fuego en un día. No sabemos si esto ocurre debido a un ataque nuclear, un bombardeo masivo u otra manera de destrucción, pero harán que la ciudad literalmente se desintegre.

Juan así describe su caída: “Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio! Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres. Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas. Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella. Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra” (Apocalipsis 18:9-24).

Como menciona nuestro folleto sobre Apocalipsis: “Las características comerciales del imperio de Satanás, tal como están descritas en el capítulo 18, reflejan la avaricia y la codicia que emanan de este sistema… Cuando caiga esa ciudad, toda la cultura de Satanás se derrumbará y su imperio se desbaratará. Dios le ha advertido a su pueblo que no se deje atrapar por este sistema perverso” (p. 69).

En el próximo estudio, cubriremos la segunda venida de Cristo, la batalla final y las muertes de la Bestia y el Falso Profeta.