Los acontecimientos mundiales se tornan cada vez más críticos. Guerra en Europa. Guerra en Oriente Medio. Tensión en Asia por la situación de Taiwán y la creciente amenaza militar de China. Ciertas fuentes noticiosas importantes, incluyendo el periódico estadounidense The Wall Street Journal, han advertido reiteradamente que los acontecimientos se encaminan hacia la Tercera Guerra Mundial. Otros describen las tensiones actuales como una nueva Guerra Fría.

La reciente elección de Donald Trump para su segundo mandato como presidente de Estados Unidos presagia una reprogramación de estos asuntos en la agenda mundial. Como candidato, declaró que pondría fin a la guerra en Ucrania, que Hamás no habría atacado Israel el 7 de octubre de 2023, y que impondría aranceles a las mercancías que ingresan a Estados Unidos. Sin importar si puede detener la guerra en Europa, evitar un conflicto bélico más amplio en Oriente Medio o poner barreras arancelarias que no produzcan consecuencias con efecto dominó, muchas y grandes preguntas quedan sin respuesta.

El mundo ha cambiado drásticamente desde que el presidente Trump dejó su cargo hace cuatro años. Puede que hayamos alcanzado un punto de no retorno en cuanto a lo que un solo

hombre puede hacer para influir en los acontecimientos mundiales. El mundo está experimentando un importante período de transición. ¿Qué significa esto, y qué debe hacer y entender usted?

Manténgase atento, siempre consciente de quién está verdaderamente a cargo

Mientras la guerra hace estragos, los líderes mundiales parecen deambular sin rumbo por estos  tiempos peligrosos. Se avecinan grandes cambios y nuestras vidas se verán afectadas, pero no sabemos con qué rapidez avanzarán las cosas. Puede que incluso haya un periodo de respiro, un tiempo para enfocarse más en una vida espiritual significativa.

Jesucristo se refirió así a estos días: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día [de calamitosa agitación a su regreso]. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:34-36, énfasis añadido).

Dios siempre es Aquel a quien debemos acudir, ya que dirige los acontecimientos hacia su resultado final y determina quiénes serán los líderes del mundo de acuerdo con su propósito, tal y como se revela en la profecía bíblica: “Él controla el curso de los sucesos del mundo; él quita reyes y pone otros reyes. Él da sabiduría a los sabios y conocimiento a los estudiosos. Él revela cosas profundas y misteriosas y conoce lo que se oculta en la oscuridad, aunque él está rodeado de luz” (Daniel 2:21-22, Nueva Traducción Viviente).

Dios determina el auge y la caída de las naciones y los grandes imperios: “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación” (Hechos 17:26).

Incluso en la actualidad, nada ocurre sin su ojo vigilante y su supervisión final. Esto es alentador, y no se limita solo a los interminables ciclos de la historia. Los hombres pueden conspirar y planear, pero los designios de Dios triunfan. “El Eterno hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo del Eterno permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones” (Salmos 33:10-11).

Siga leyendo mientras examinamos algunos acontecimientos y condiciones muy significativos en todo el mundo. Es importante ver lo que está sucediendo en el marco de una visión bíblica del mundo, incluyendo la profecía bíblica.

Un momento crítico en Estados Unidos

Las elecciones de 2024 pasarán a la historia. Dos atentados contra la vida de Donald Trump dejaron atónita a la nación. Si se tiene en cuenta la agitación política que comenzó cuando Trump perdió las elecciones de 2020, tanto su retorno como su  victoria fueron históricos.  Cuatro años de lucha política, agitación cultural y guerra internacional tuvieron al mundo pendiente del resultado de la contienda para ver qué dirección tomaría Estados Unidos. Personas de todo el mundo observan atentamente la política estadounidense y se interesan por las elecciones presidenciales, porque Estados Unidos es la nación indispensable del momento. Su economía mueve al mundo y sigue ocupando el primer lugar a pesar de sus innumerables problemas internos.

La decisiva victoria de Trump, unida al control republicano del Senado y la Cámara de Representantes, le da un amplio margen de acción para implementar su programa. Pareciera que la mayoría del electorado estadounidense ha dicho claramente: “No nos gusta el rumbo del país, queremos un cambio”. Se han dirigido a Donald Trump y le han entregado las riendas del Gobierno, con el mandato de hacer algo diferente. ¿Qué podemos esperar de esta administración?

Hacer frente a la inmigración ilegal

El voto a favor de Trump fue un rechazo a los últimos cuatro años de política pública. Un ejemplo de ello es la vulnerable frontera sur, que muchos millones han cruzado para entrar ilegalmente al país. Junto con aquellos que buscan sinceramente una vida mejor hay miembros de carteles de la droga, delincuentes y algunos sospechosos de ser terroristas, que podrían ser la semilla para futuros ataques contra Estados Unidos. El impacto en muchas comunidades es alarmante, ya que en algunos casos las violentas pandillas han invadido y se han apoderado de barrios enteros.

Algunos inmigrantes ilegales han cometido delitos graves. Uno de ellos, el venezolano José Ibarra, mató violentamente a Laken Riley, estudiante de enfermería en Georgia. Este crimen provocó indignación nacional y avivó el debate sobre la inmigración ilegal durante la carrera presidencial. Ibarra fue acusado y condenado por asesinato y otros delitos por la muerte de Riley en febrero de 2024. La promesa de Trump de desalojar a los ilegales tan violentos como este encontró eco entre muchos que ven los peligros de la disfuncional política inmigratoria. Pero enmendar esta catástrofe será una tarea muy difícil. La tragedia desenfrenada que actualmente tiene lugar en la frontera sur de Estados Unidos amenaza con destruir la estructura social de muchas comunidades, y hasta de la propia nación.

El problema de la inmigración masiva sin asimilación cultural también aflige a otras naciones occidentales, y ha generado multitud de problemas. Pero en ningún otro país ha entrado una cantidad tan enorme de inmigrantes ilegales como en Estados Unidos.

La confusión de género y sus consecuencias

El apoyo público a la transexualidad fue otro tema polémico de la política pública. Esta compleja parte de la revolución sexual parece haber provocado una reacción violenta entre un segmento significativo de los estadounidenses. Muchos parecen haber encontrado una voz colectiva que dijo: “¡Basta ya de esta locura!: Un hombre es un hombre y una mujer es una mujer, y no se puede cambiar este hecho biológico de la naturaleza”. Muchos están muy preocupados por la idea de que los hombres biológicos compartan los baños de las mujeres y practiquen deportes femeninos, lo cual es peligroso para ellas.

Dios creó los sexos (Génesis 1:27; Mateo 19:4). Los perversos esfuerzos por enmascarar lo que antes se diagnosticaba clínicamente como un trastorno mental solo intentan socavar el orden natural de la vida. Que muchos hayan encontrado el valor para decir “no” es una señal positiva, aunque su efecto solo sea temporal. El movimiento trans está alimentado por poderes espirituales malignos que trabajan entre bastidores en nuestro mundo, para trastornar la creación divina de la humanidad (véase Efesios 6:12).

La deuda descontrolada

La política de gasto público, que ha disparado la deuda nacional, es una preocupación básica. La inflación es otra: el precio de los productos y servicios básicos causó suficiente impacto en el electorado como para que los votos afectaran negativamente a la administración en el poder.

La deuda nacional de Estados Unidos supera los 35 billones de dólares y se ha dicho que es la amenaza más importante para la seguridad nacional. Piénselo: ¡más importante que la amenaza de cualquier potencia extranjera! Un gasto descontrolado podría acabar con la mayor economía del mundo, y los expertos fiscales de todas las tendencias políticas así lo reconocen.

Pero mientras la deuda ha aumentado, ninguno de los dos candidatos presidenciales, ni sus respectivos partidos, han considerado seriamente un plan para reducirla. A menos que esta deuda se reduzca, provocará un cambio en el estatus de Estados Unidos en el mundo y afectará nuestros bolsillos de maneras nada favorables. Es un problema enorme e inminente.

La elección del presidente Trump para secretario del tesoro, Scott Bessent, viene con un plan de tres puntos para abordar este problema. Las medidas incluyen: recortar el déficit presupuestario al 3 % del producto interno bruto (PIB) para 2028, estimular un crecimiento del PIB del 3 % mediante la desregulación, y producir otros tres millones de barriles de petróleo al día.

Una creciente amenaza del eje oriental

El presidente Trump aún tendrá que hacer frente a las crecientes amenazas al rol de Estados Unidos en el mundo. Rusia, China, Irán y Corea del Norte son potencias formidables. No desean el bien a Estados Unidos y seguirán persiguiendo su objetivo de sustituir el liderazgo estadounidense en el mundo.

El Medio Oriente sigue hirviendo a fuego lento. El resultado de la actual ofensiva israelí contra Irán y sus representantes aún está por determinarse, pero los israelíes han pasado a la ofensiva. Muchos creen que la pregunta no es si se le permitirá a Israel acabar con la infraestructura nuclear iraní, sino cuándo, aunque esto podría atraer a Rusia y China al conflicto.

¿Resucitará el presidente Trump los Acuerdos de Abraham para buscar una paz entre las naciones árabes e Israel? El Medio Oriente de hoy ha cambiado mucho desde 2020. Israel no volverá a la idea de una solución de dos Estados, pieza central de la diplomacia occidental durante décadas.

(Para comprender mejor hacia dónde se dirigen los acontecimientos en esta región, lea nuestras guías de estudio gratuitas Rusia en la profecía bíblica y El Cercano Oriente en la profecía bíblica).

Crisis europea en medio de la guerra de Ucrania

Muchos líderes europeos tenían una perspectiva negativa de la primera presidencia de Trump, y esas opiniones persisten. Cuestionan especialmente el compromiso de Trump con la alianza de la OTAN y cómo gestionará la crisis de Ucrania.

Trump argumenta que Putin no habría atacado Ucrania si él hubiera estado en la Casa Blanca. Esto es cuestionable, ya que una guerra de esta magnitud, con una nación poderosa como Rusia enviando fuerzas a otro Estado, es instigada a un nivel más alto que las cancillerías y palacios nacionales. Los poderes espirituales que influyen en los gobiernos humanos están detrás de esta guerra. Más de un millón de personas han sido asesinadas y heridas, y la matanza continúa. Las hostilidades no terminarán con la mera diplomacia personal y una llamada telefónica. Además, Europa ha cambiado con esta guerra. Lo que allí se está gestando tendrá repercusiones a largo plazo en los asuntos mundiales.

A finales de noviembre, la guerra en Ucrania se intensificó hasta alcanzar un nivel más peligroso antes de la toma de posesión de Trump. Tanto Gran Bretaña como Estados Unidos autorizaron a Ucrania a utilizar armas balísticas suministradas por ambas naciones para alcanzar blancos más al interior de Rusia. El líder ruso Vladimir Putin se desquitó impactando a Ucrania con un potente misil balístico de alcance intermedio, similar a uno intercontinental, declarando: “El conflicto regional en Ucrania . . . ha adquirido elementos de carácter global”. Putin aumentó la amenaza de utilizar armas nucleares para ganar decisivamente esta guerra. En este juego de alto riesgo, Putin pretende ampliar el control psicológico sobre Occidente. “Estamos preparados para cualquier acontecimiento”, dijo. “Si alguien todavía duda de esto, es en vano. Siempre habrá una respuesta”. Exacerbando la provocación, el periódico neoyorkino The New York Times publicó una historia en la que se exponía que Estados Unidos y otros países occidentales estaban discutiendo la posibilidad de instalar armas nucleares en Ucrania.

El impacto del uso de armas nucleares en Europa es impensable. Este simple acontecimiento podría convertir a Europa en una nueva criatura, y despertar a potencias dormidas que antaño arrasaron su paisaje con la guerra y la destrucción. El mundo está así de cerca de una nueva realidad geopolítica.

Europa no es una fuerza cohesionada que pueda protegerse a sí misma. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha dependido de Estados Unidos para garantizar su seguridad, primero frente a la Unión Soviética y ahora frente a una Rusia agresiva que pretende recuperar su antiguo estatus. Las naciones europeas no han gastado el dinero necesario para desarrollar sus propios ejércitos y proyectar el poder adecuado para disuadir a Rusia. Si Ucrania cae en manos de Rusia, la pregunta obvia es: “¿Y ahora qué?”. ¿Le seguirán los países bálticos, que antes se hallaban bajo control soviético? ¿Será Finlandia uno de los objetivos?

Europa se enfrenta a un momento decisivo. Sus dirigentes no han sabido forjar una identidad clara para una tierra antigua que tiene ambiciones desmedidas.

La actual presión en favor de un nuevo orden mundial

La victoria electoral de Trump no detendrá un movimiento generalizado: el impulso hacia un nuevo orden mundial. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial se han creado instituciones mundiales para evitar otra guerra de este tipo. Primero fueron las Naciones Unidas. Le siguieron muchas otras entidades transnacionales: el Banco Mundial, la OTAN, el Fondo Monetario Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia, por nombrar algunas. Todos los presidentes estadounidenses desde 1945 han apoyado estas instituciones. Donald Trump fue el primero en cuestionarlas y plantear dudas sobre su propósito y legitimidad. Su eslogan “Hagamos a Estados Unidos grande nuevamente” enterró una daga en el corazón de estos organismos mundiales. Con Trump, los intereses estadounidenses son lo primero. Todos los demás están en segundo lugar. Esa posición se mantiene y aún puede resultar eficaz en la escena mundial.

Si la economía estadounidense es la reina, y si Estados Unidos se mantiene con las demás naciones de habla inglesa en una dinámica más unificada, se podría retrasar el momento en que el mundo sea controlado por una potencia diferente.

Aquí es donde la profecía bíblica y el control divino de la historia escriben el guion. Al parecer, el período de ascenso de Estados Unidos y otras naciones de habla inglesa aún no ha concluido. El PIB de Estados Unidos por sí solo supera con creces el de sus rivales más cercanos, la Unión Europea y China. El PIB combinado de las cinco principales naciones angloparlantes (Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) casi duplica el de la UE. A pesar de sus muchos males morales, culturales y sociales internos, Estados Unidos sigue siendo la potencia preeminente.

No obstante, la profecía bíblica muestra que esto cambiará. Estados Unidos mantiene su posición no porque sea un dechado de rectitud, sino porque Dios hizo grande a la nación en cumplimiento de su promesa a Abraham de bendecir a sus descendientes con gran riqueza nacional y bendiciones del cielo.

Mientras el mundo experimenta su transición a un nuevo orden, todavía hay un momento para que todos consideremos lo que Dios nos dice en la Biblia sobre su mano guiadora en la historia. Además de vigilar al mundo, deberíamos vigilarnos a nosotros mismos para asegurarnos de vivir como Dios nos dice. El mundo en general, a pesar de sus cambios, no está buscando el cambio definitivo que verdaderamente importa.

Asegúrese de leer el siguiente artículo, “Un urgente mensaje de advertencia de parte de Dios” (que comienza en la página 8), para ver lo que Dios dice a los pueblos de habla inglesa de hoy y a usted personalmente. Este es un buen momento para arrepentirse y creer en el mensaje de la Biblia acerca de la salvación por medio de Jesucristo y el Reino de Dios venidero. BN