Hay una reacción muy conocida llamada de “lucha o huida”. Lo que describe, es el estrés que se libera cada vez que nos encontramos en una situación muy difícil, donde nos sobrevienen tensiones, cualesquiera que sean, y, elegimos si lo enfrentamos y luchamos, u optamos por huir. La respuesta de lucha o huida es bastante conocida, y su efecto en el cuerpo está bien documentada, incluso hay maneras de lidiar con ella para aliviar el estrés que se le causa al cuerpo como resultado de su aparición.

 Hay un principio de oración en las Escrituras que creo que puede ayudarnos a, en cierto sentido, apoyarnos durante ciertas situaciones que son estresantes, que se nos presentan al enfrentar la vida; este se encuentra en una historia del cuarto capítulo de Hechos, donde la iglesia primitiva estaba viviendo las primeras tensiones de persecución por parte de las autoridades judías. Pedro y Juan fueron llamados ante las autoridades judías por la curación de un cojo y la predicación subsecuente. Las autoridades judías esencialmente dijeron: "Dejen de hacer esto". Ellos respondieron: "No podemos hacer más que lo que somos llamados a hacer, que es predicar el nombre de Jesucristo y el evangelio, y la manera en que ese hombre fue sanado". Entonces los discípulos, Pedro y Juan, se van, regresan y dicen a sus compañeros que informen a sus hermanos en la fe lo que les ha sucedido. Y la iglesia entra en lo que es una oración, comenzando en el versículo 23 de Hechos capítulo 4, y es realmente una oración por los valientes. Fue una oración audaz, pidiendo valor y, francamente, puede ayudarnos a usted y a mí cuando nos encontramos en una situación estresante y desafiante. Cuando llega una prueba, y hay que luchar o huir, ¿qué hacemos? ¿Qué debemos hacer?

 Esto es lo que hicieron. Dijeron, mientras alzaban su voz a Dios, en esta oración decían: "Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay”; se enfocaron en la grandeza de Dios, su creación y poder. Continúa: “que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo.” Eso es lo que estaba sucediendo en ese momento. Puede que no tengamos a las autoridades encima en un momento determinado, pero, una vez más, el estrés puede ser muy real y agobiante. Entonces, en el versículo 27, dicen: "Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera." Y luego dijeron esto, en el versículo 29: "Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús." Fin de la oración.

 No pidieron ser liberados del estrés, no oraron por liberación, oraron por valentía. Dijeron, ayúdennos a lidiar con esto y continuaremos. Nos comprometeremos con la lucha y seguiremos haciendo lo que se supone que debemos hacer.

 Al lidiar con las tensiones que surgen, al aprender a orar a Dios y tomar su palabra en su magnitud, y a comprender que el Dios de toda la creación está detrás de nosotros; entonces podemos tener esa valentía para hacer nuestra solicitud, para hacer nuestra petición, para orar por quien sea o lo que necesitemos; pero no corremos, no huimos. Es una oración por los valientes, y es lo que se hacía en la iglesia primitiva, y puede ayudarnos a lidiar con ese estrés. Se valiente en tu oración, cualquier oración, mientras la lleves a Dios, cualesquiera que sean tus problemas.

 Esto es "BT Daily". Hasta la próxima.