Descubrimientos científicos apoyan la perspectiva bíblica

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Descubrimientos científicos apoyan la perspectiva bíblica

Un pequeño pájaro establece un nuevo récord de vuelo

La edición de mayo de 2024 de la revista Scientific American se maravilla de la reciente hazaña de un ave del tamaño de una paloma, llamada aguja colipinta, que estableció un récord mundial al volar sin escalas durante 11 días desde Alaska hasta Tasmania, al sur de Australia.

Como informó la revista: “En octubre de 2022, un ave con el nombre en clave B6, estableció un nuevo récord mundial del que pocas personas ajenas al campo de la ornitología se percataron. En el transcurso de 11 días, B6, una joven aguja colipinta, voló desde su lugar de incubación en Alaska hasta su lugar de invernada en Tasmania, recorriendo casi 13 600 km sin hacer una sola pausa. A modo de comparación, solo existe un avión comercial que puede volar semejante distancia sin escalas: un Boeing 777 con una envergadura [distancia entre los extremos de las alas] de casi 65 mt, y uno de los motores a reacción más potentes del mundo.

“Durante su viaje, el B6 –un animal que puede posarse cómodamente en el hombro de una persona– no aterrizó, no comió, no bebió y no dejó de aletear, manteniendo una velocidad media sobre el suelo de 50 kilómetros por hora las 24 horas del día, mientras se dirigía al otro extremo del mundo. Muchos factores contribuyeron a esta asombrosa hazaña de capacidad atlética: potencia muscular, una elevada tasa metabólica y una tolerancia fisiológica a los niveles elevados de cortisol, entre otras cosas.

“La proeza de B6 es también un triunfo de las notables propiedades mecánicas de algunas de las estructuras más fácilmente reconocibles y a la vez enigmáticas del mundo biológico: las plumas. Las plumas mantuvieron caliente a B6 durante la noche mientras volaba sobre el océano Pacífico y repelieron la lluvia durante el trayecto. Además, formaron las superficies de vuelo de las alas que mantuvieron a B6 en el aire e impulsaron al ave durante casi 250 horas sin fallar” (énfasis en el original).

¿El título de este artículo? “Por qué las plumas son uno de los inventos más ingeniosos de la evolución” (16 de abril de 2024). ¡Como si la evolución sin sentido pudiera inventar algo!

Qué triste es que tantos científicos estén tan inmersos en la ficción evolucionista, que no pueden ver la realidad para dar a Dios la gloria por haber creado las aves y sus asombrosas capacidades de vuelo. Dios preguntó a Job, como bien podría preguntar a estos científicos incrédulos: “¿Vuela el gavilán por tu sabiduría, y extiende hacia el sur sus alas?” (Job 39:26). No. Los científicos, con todo lo que alardean de sus conocimientos, no tienen ni idea de cómo crear un ave así o dotarla de habilidades tan extraordinarias, ni tampoco puede hacerlo su fantasiosa evolución, que no tiene ningún conocimiento. A pesar de las claras pruebas de diseño, los científicos niegan al Diseñador (Romanos 1:18-21).

Para saber más sobre lo que dice la evidencia, solicite o descargue nuestras guías de estudio gratuitas: ¿Existe Dios? y Creación o evolución: ¿Importa realmente lo que creamos? en LasBN.org/folletos.


Fósiles vivientes — un difícil tema para la evolución

Uno de los problemas de la columna geológica presentada en muchos libros de texto científicos (que muestra la aparición de ciertos organismos a través de la evolución solo durante cierto tiempo en eras geológicas pasadas) es la existencia de lo que se denominan “fósiles vivientes”. Se trata de criaturas que, según la interpretación estándar del registro fósil, aparecieron y luego desaparecieron por extinción hace millones de años, y que sin embargo se encuentran vivas hoy en la misma forma. ¿Cómo podría ser eso si la evolución supuestamente puede hacer que las criaturas sean  sustituidas una y otra vez por formas más nuevas a lo largo de los siglos? Esto arroja dudas sobre la interpretación del registro fósil.

Un reciente titular en el sitio web Live Science dice: “Resuelto por fin el misterio de un ‘fósil viviente’, un árbol congelado en el tiempo durante 66 millones de años” (15 de septiembre de 2023). El árbol mencionado aquí es el pino Wollemi, descubierto en 1994 por unos excursionistas en un cañón del Parque Nacional de Wollemi, cerca de Sidney, Australia. “Llamado ‘fósil viviente’ por algunos, el pino Wollemi (Wollemia nobilis) es casi idéntico a ciertos restos conservados que datan del Cretáceo (entre 145 y 66 millones de años atrás). En la actualidad solo quedan 60 de estos árboles en estado salvaje, y estos tenaces supervivientes están amenazados por los incendios forestales de la región. Se creía que [esta especie] se había extinguido hace unos dos millones de años” (ibíd.).

Ahora los científicos han descodificado el genoma de este árbol. Se imaginan una diversidad genética como cuello de botella hace unos 10 a 20 000 años atrás, y creen que ahora se reproduce principalmente a través de una vigorosa clonación, con nuevos brotes que surgen de las bases. Esto como reacción a los transposones o “genes saltarines” que brincan a nuevas ubicaciones en el genoma y producen mutaciones. Pero también se ha observado que esto ha suprimido la resistencia a las enfermedades, lo que lleva a preguntarse por qué no se ha extinguido después de todo. A pesar del titular, la existencia de este fósil viviente en medio de un supuesto desarrollo evolutivo no está resuelta en absoluto.

En 2020, un profesor de entomología de Pensilvania estaba utilizando su colección personal de insectos como parte de una clase cuando se dio cuenta de que un insecto parecido a una libélula, de 5 cm de envergadura y que había despegado de la fachada de una tienda Walmart en Arkansas en 2012, no era, como había pensado, una hormiga león. Se trataba más bien de una crisopa gigante del periodo Jurásico, Polystoechotes punctatus, la primera de su especie encontrada en el este de Norteamérica en más de 50 años, y el primer registro de la especie en Arkansas (“Rare Insect Found at Arkansas Walmart Sets Historic Record, Prompts Mystery” [“Extraño insecto encontrado en un Walmart de Arkansas establece récord histórico, constituye un misterio”],
PennState, 27 de febrero de 2023). Aunque ya se sabía de su existencia en épocas más modernas, el descubrimiento de que no se habían extinguido en esta parte del mundo es notable y también pone de relieve el hecho de que estos insectos de la familia ithonidae se han mantenido básicamente inalterados durante, supuestamente, 165 millones de años.

Para más ejemplos de fósiles vivientes y otros que contradicen  la teoría evolutiva, asegúrese de solicitar o descargar nuestra guía de estudio gratuita Creación o evolución: ¿Importa realmente lo que creamos? en LasBN.org/folletos.

Un gran vacío en el espacio al norte

Últimamente se ha vuelto a prestar atención al descubrimiento, realizado por primera vez hace algunas décadas, de que un extenso vacío al norte de la Tierra tiene pocas galaxias en relación con el resto del espacio. Este vacío, el más grande encontrado hasta ahora en el universo, se llama Vacío de Boötes [o Gran Vacío] y está ubicado en la parte superior de la constelación de Boötes, cerca de la Osa Mayor, en el cielo septentrional.

Space.com señala: “Aunque Boötes es una constelación grande, contiene pocos objetos astronómicos. De hecho, la constelación es el hogar del Vacío de Boötes, una zona del universo de 250 a 330 millones de años luz de diámetro que está casi vacía y solo contiene un puñado de galaxias, según la NASA” (“Constelación de Boötes: ubicación, estrellas y mitología”, 28 de junio de 2023). Los cosmólogos se refieren ahora a él como a un “supervacío” (“El vacío de Boötes: Por qué el universo tiene un misterioso agujero de 330 millones de años luz de diámetro”, BBC Science Focus, 6 de febrero de 2022).

Un sitio web de medios de comunicación de la India añade: “. . . El Vacío de Boötes, también conocido como la Gran Nada. Según la agencia espacial estadounidense NASA, el Vacío de Boötes fue descubierto en 1981 por el astrónomo Richard Kirshner. Se trata de una región casi esférica situada a 700 millones de años luz de la Tierra, cerca de la constelación del mismo nombre. El Vacío de Boötes tiene una anchura de unos 330 millones de años luz, una región en la que podría caber la Vía Láctea miles de millones de veces” (“Boötes Void” [“el Vacío de Boötes”], NDTV.com, 8 de marzo de 2023).

Este descubrimiento solo fue posible gracias a la tecnología de los telescopios modernos, ya que no es perceptible a través de la observación convencional. Sin embargo, el antiguo libro de Job en la Biblia contiene esta sorprendente declaración sobre Dios: “Él extiende el norte sobre vacío; cuelga la tierra sobre nada” (Job 26:7). ¿Cómo podía saber Job que el espacio septentrional estaba vacío? Solo Dios podría habérselo revelado. Además, ¿cómo podía saber que la Tierra estaba suspendida en el espacio, cuando las ideas antiguas la imaginaban sobre pilares o sobre los lomos de un dios o de un montón de animales primitivos? Esta avanzada comprensión científica tuvo que haber sido inspirada divinamente.

Curiosamente, hay indicios en las Escrituras de que el trono celestial de Dios está en el cielo del norte. Cuando Lucifer, el arcángel que se convirtió en Satanás, se rebeló, pensó en exaltar su trono “por encima de las estrellas de Dios” y sentarse “en el monte de la asamblea, en el extremo norte . . . sobre las alturas de las nubes” (Isaías 14:13-14, La Biblia de las Américas, énfasis agregado). También vemos la afirmación del Salmo 75:6-7 de que la exaltación no procede del este, del oeste o del sur, sino de Dios. Esto parece situar a Dios en el norte. Algunos ven aquí una referencia al templo del lado norte de Jerusalén. Pero el intento de Satanás de usurpar el trono de Dios en los lados más lejanos del norte se produjo mucho antes que el templo de Jerusalén. Tal vez haya aquí alguna asociación con el vacío del norte.

En cualquier caso, la afirmación de Job se ve confirmada por lo que ha descubierto la ciencia. La Biblia, por ser la Palabra inspirada de Dios, es un testigo fiable del pasado y de su verdad. Para conocer más razones para aceptarla, solicite o descargue nuestra guía de estudio gratuita ¿Se puede confiar en la Biblia?, en
LasBN.org/folletos.