Cómo superar el alcoholismo: ¡Sí hay esperanza!

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Cómo superar el alcoholismo

¡Sí hay esperanza!

Introducción

El alcohol puede ser un tema bastante incómodo. Si uno tiene problemas de alcoholismo, no es fácil admitirlo y buscar ayuda. Y si el afectado es alguien que uno conoce, puede ser muy difícil confrontarlo con el tema o saber cómo ayudarlo. Si esto lo describe a usted, exigirá un poco de valentía de su parte, pero por favor continúe leyendo. Deje la negación de lado por un momento y verá que hay verdadera esperanza. Si tiene problemas con el alcohol y aún está leyendo, es una buena señal. Quizás esté harto de su adicción y sus debilitantes consecuencias, como problemas de salud, pérdida del trabajo, cárcel y familias y amistades rotas. Si este es su caso, sepa que por fin puede comenzar a liberarse. Si acepta ante sí mismo que el alcohol se ha vuelto un problema en su vida, significa que las puertas de la recuperación han comenzado a abrirse. Es hora de alcanzar verdadero alivio. Es hora de comenzar a reconstruir y restaurar su vida con el poder que solo Dios puede brindar. Si no se trata de usted, sino de su pareja, pariente, amigo o colega cuyos problemas con el alcohol lo afectan a usted, también puede encontrar ayuda real y apoyo hoy.

¿Cuál es el perfil de un alcohólico?

Tal vez a muchos les sorprenda saber que los alcohólicos funcionales y la gente que abusa consistentemente del alcohol se encuentran en todos los estratos sociales.

Quienes abusan del alcohol periódicamente como mecanismo de supervivencia, y aquellos afectados por la enfermedad del alcoholismo (según lo define la Organización Mundial de la Salud), hacen lo imposible por ocultar su abuso o adicción. Lamentablemente, y con demasiada frecuencia, sus cónyuges, amigos y familiares se vuelven facilitadores y fomentan en el alcohólico la tendencia a continuar abusando.

Se estima que solo un dos a tres por ciento de los alcohólicos corresponde a la imagen estereotípica de un “borracho de barrio marginal” que trastabilla en un callejón o debajo de un puente. La mayoría de los alcohólicos y adictos al alcohol hacen todo lo posible por ocultar la peligrosa cantidad de licor que beben.

El abuso del alcohol crea problemas mucho mayores de los que normalmente se le atribuyen. Prácticamente cualquier agente del orden público o encargado de hacer cumplir la libertad condicional puede confirmar que alrededor de setenta y cinco por ciento de todos los crímenes que culminan con una sentencia de prisión o cárcel involucran el alcohol de una u otra manera.

Y ciertamente esto no termina aquí. Un estudio publicado en 2012 por la Universidad de Washington [EE. UU.] mostró de manera alarmante, aunque no sorprendente, que hasta un quince por ciento de los cirujanos en Estados Unidos habían experimentado problemas con el abuso del alcohol. Esto es más alto que el nueve por ciento de abuso de alcohol que se ve en la población general de este país.

Uno de los organizadores dijo que es posible que este estudio subestime el porcentaje de cirujanos con alcoholismo. ¿Por qué? Porque tal como otros adictos al alcohol, la gente que está menos dispuesta a responder puede sentir vergüenza y temor asociados al abuso y dependencia de esta sustancia. Y nadie desea ese estigma.

En cuanto a Latinoamérica, veamos lo que escribió la periodista y abogada mexicana Ruth Rodríguez en la edición del 24 de enero de 2018 del periódico Excelsior, bajo el título “El alcoholismo secreto de los médicos”: “Es un secreto a voces del que se habla poco. El alcoholismo es una enfermedad que cada día padecen más médicos y, en general, el personal del sector salud en los diferentes niveles de mando. Hasta el momento no se conocen, o no son públicos, estudios recientes que nos den una idea clara de la dimensión del problema. Pero la cuestión es muy sencilla: si tiene algún médico de confianza, solo es cuestión de que le pregunte si conoce o ubica en su círculo inmediato a algún médico, enfermera, anestesiólogo, sea hombre o mujer, con problemas con su forma de tomar bebidas alcohólicas. Seguramente le dirán que sí”. (https://www.excelsior.com.mx/opinion/ruth-rodriguez/2018/01/24/1215635).

El Centro de Rehabilitación Talbott en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, es uno de los centros que ha tenido más éxito en su tratamiento de médicos, enfermeras y otros profesionales que luchan contra la adicción al alcohol y otras substancias. Su director médico dijo:

“Existe un tema relacionado con los rasgos de personalidad de nuestros pacientes. Las personalidades obsesivo-compulsivas, evasivas y pasivo-agresivas están sobrerrepresentadas en nuestra población de pacientes. Su intensa ceguera les impide ver cómo su obstinada manera de pensar, comportarse y tratar situaciones de la vida real interactúan con su adicción e impactan su vida en muchas y diferentes maneras” (https://talbottcampus.com/about-us/medical-directors-message/).

Y si el alcohol “no hace acepción de personas” en cuanto a cirujanos, médicos, enfermeros, radiólogos y otros profesionales médicos, ¿qué significa esto para nosotros?

Como afirmamos en otras partes de esta guía de estudio, el uso ocasional y moderado del alcohol es permitido desde el punto de vista bíblico.

Pero si el alcohol se utiliza para enmascarar síntomas crónicos de ansiedad, depresión, problemas interpersonales, familiares, laborales o de otro tipo, puede llevar rápida e inexorablemente a una condición emocional, física y espiritual donde las cosas se deteriorarán rápidamente. Enfrentemos los hechos: si usted está ocultando de los demás cuánto bebe (aunque ellos probablemente ya sospechan algo), está en problemas.

Las buenas noticias son que tener problemas con el alcohol no significa que uno está muerto. Pero sí significa que tiene que dejar de negarse a aceptar los hechos, ser honesto y buscar ayuda. Ya no trate de arreglar las cosas, manejarlas y controlarlas. Sus metas deben ser la humildad, la honestidad con sí mismo y la sumisión. Cuanto antes actúe para embarcarse en el camino a la recuperación, más rápido cambiarán las cosas para usted.

¡Sí, sí hay esperanza!

Adicción al alcohol

¿Qué puede hacer al respecto?

Si usted está enfrentando problemas personales relacionados con el abuso del alcohol o desea seriamente ayudar a alguien que tiene problemas en este sentido, ¿qué puede hacer?

Los problemas asociados al alcoholismo, la dependencia del alcohol y el abuso de este, prosperan en un ambiente que carece de conocimiento práctico, verdadera conciencia y empatía. Las ideas erróneas, los malentendidos y prejuicios respecto al abuso del alcohol, la dependencia de este y la enfermedad del alcoholismo tienden a perpetuar el problema o a prolongar el sufrimiento de todos los involucrados. La negación del problema en sí representa un gran desafío, ya que muchas personas con graves problemas de alcoholismo evitan ser detectadas controlando parcialmente su forma de beber o “escondiéndola” (por ejemplo, asegurándose de beber a solas, sin compañía, para ocultar la cantidad de alcohol que consumen).

Es de suma importancia tomarse el tiempo para comprender a cabalidad la naturaleza del abuso del alcohol, sus causas, cómo progresa hasta convertirse en una patología, y cómo puede tratarse (especialmente durante el periodo potencialmente peligroso en que el alcohólico que padece los síntomas clínicos de la enfermedad sufre los efectos de la abstinencia y posibles convulsiones).

Si hace esto, ¡puede salvar una vida! Literalmente hablando, una de las maneras más rápidas de matar a un alcohólico atormentado que alimenta pensamientos irracionales de odio hacia sí mismo e ideas de suicidio, es eliminando toda esperanza. Puede ser muy beneficioso planificar de manera inteligente la intervención de un profesional, buscando maneras de conectar a quien sufre de alcoholismo con otros alcohólicos en rehabilitación y educando a los miembros de la familia en cuanto a los roles positivos, aunque a veces difíciles, que pueden asumir en el proceso de recuperación. Todas estas medidas pueden ser muy útiles.

A continuación presentamos algunos pasos específicos que pueden ayudarle a informarse y ser útil en la batalla contra el abuso del alcohol y el alcoholismo.

Prevención

Este es el paso más importante de todos. Como han demostrado los avances en la ciencia genética, hay miles de personas para quienes beber alcohol nunca debe ser una opción. Estudios universitarios han revelado que las personas con ciertos rasgos genéticos ¡están en riesgo incluso desde su primer trago! Si tiene una historia familiar de abuso de alcohol, debe tener mucho cuidado con este. Algunos factores genéticos relacionados con la producción individual del neurotransmisor dopamina pueden generar grandes factores de riesgo. Lo mismo se aplica a quienes tienen deficiencia de dopamina y que sin darse cuenta beben para estimular artificialmente la producción de esta molécula a fin de superar la timidez o la ansiedad crónica. Otros factores ambientales también pueden jugar un rol en el excesivo consumo de alcohol o en su consumo compulsivo.

El Internet ofrece consejos e información muy útiles de muchas escuelas de medicina y centros de tratamiento calificados. Algunas organizaciones de apoyo calificadas y comprobadas, como Alcohólicos Anónimos (A. A.), publican gran parte de su literatura e información sobre tratamientos en la web. Y, desde luego, las bibliotecas alrededor del mundo poseen mucha información acerca de este tema tan crítico.

Reconocimiento

¿Cómo podría usted reconocer si el alcohol se ha convertido en un problema, ya sea en su propia vida o en la de alguien más? ¿Cuándo se convierte el abuso del alcohol en un pecado? ¿Cuándo avanza hasta el punto en que médicamente se le reconoce como una enfermedad, y la “fuerza de voluntad” se vuelve irrelevante? Tanto los alcohólicos como los adictos al alcohol generalmente llegan a grandes extremos para esconder su consumo cada vez mayor de alcohol, y en cierto punto comienzan a beber para poder sentirse normales. En este caso, el fácil acceso al alcohol desplaza la preocupación racional por la familia, los amigos y el bienestar personal. ¿Cuáles son los síntomas de esta etapa? ¿Y qué puede hacer cuando llegue a reconocerla?

Derivación

Si usted o alguien que conoce tiene un problema con el alcohol, ¿qué debe hacer al respecto? Si pertenece a la congregación de una iglesia, ¿es su pastor alguien que pueda ayudarlo de forma competente? ¿Cómo puede buscar consejería profesional?

¿Cuánto sabe acerca de los programas de tratamiento? ¿Cuánto sabe acerca de las posibilidades de desarrollar y conducir una intervención (con el apoyo de profesionales)? ¿Por qué se considera a Alcohólicos Anónimos y sus Doce Pasos como un programa espiritual?

Comprensión y apoyo

Los bebedores crónicos de alcohol, aquellos que dependen de él, y quienes padecen de alcoholismo (reconocido como una enfermedad), por lo general viven con una gran carga de culpa y vergüenza. Los bebedores extremos de alcohol sufren discapacidades cognitivas y emocionales de las que normalmente se recuperan solo después de muchos meses una vez que se abstienen de tomar por completo. La rehabilitación en sí generalmente produce todo un nuevo conjunto de circunstancias que resultan ser muy difíciles para algunas familias.

En pocas palabras, los alcohólicos en proceso de rehabilitación y sus familias generalmente necesitan mucho amor y apoyo. La primera fase de la recuperación puede ser confusa y problemática, ¡pero vale la pena! Los miembros de la familia a menudo se dan cuenta de que tienen que protegerse a sí mismos, como también llegar a comprender qué rol han jugado en la disfuncionalidad previa de su familia.

Jesús vino a sanar y “pregonar la libertad” a los cautivos de aflicciones como el alcoholismo (Lucas 4:18). Incluso hoy, ¡él puede extender su mano a quienes sufren y ofrecerles sanación y esperanza!

El alcoholismo clínico representa una enfermedad progresiva en la que, si la persona se deja estar, termina muy mal tanto en el plano de la salud como en lo emocional y espiritual. Si no se le pone un alto, es cien por ciento fatal. Con demasiada frecuencia, aquellos que buscan ayuda lo hacen solo después de “tocar fondo” — cuando ya casi no tienen otras opciones.

Con la información correcta usted puede aliviar el sufrimiento, plantar una semilla de esperanza para sí y embarcarse en una nueva vida de recuperación espiritual. Dios les ofrece verdadero poder a aquellos que se someten a él (Efesios 1:16-21).

Por favor utilice esta oportunidad para aprender a ser útil. ¡Usted puede ser un salvavidas, proveyendo dirección, apoyo y ánimo según Dios le dé la oportunidad!

¿En qué consiste la recuperación?

¿Qué significa recuperación? ¿Tiene acaso un período de “comienzo y término”? ¿Qué se puede esperar de la “recuperación”?

La recuperación tiene distintos significados para distintas personas, pero la definición común a todas es esta: el alcohólico crónico o el bebedor frecuente se comprometen a abstenerse por completo de beber alcohol. Esa persona en recuperación está ahora tratando de empezar una nueva vida, sin la influencia del alcohol.

“Recuperación” significa exactamente eso. Tal como una persona que está agotada o desgastada por alguna prueba mayor en su vida o una prueba física, el adicto requiere un período de recuperación para volver a la normalidad.

La persona que sufre de alcoholismo clínico inicialmente entra a una etapa aguda de abstinencia, en la cual el cuerpo tiene que ajustarse químicamente a muchos procesos y comienza a reparar el daño físico. Este mismo período incluye una fase en la cual las funciones cognitivas del cerebro pasan por un cambio, y muchos patrones de comportamiento –desde los hábitos del sueño al consumo de alimentos saludables– también cambian.

Toma tiempo

En términos simples, y en la mayoría de los casos, tomó algo de tiempo llegar a ser adicto al alcohol, y la recuperación de su consumo excesivo también toma tiempo.

Ya sea que la persona busque ayuda en Alcohólicos Anónimos (presente en toda Latinoamérica) o en otro grupo de rehabilitación, el tiempo inicial de recuperación usualmente está marcado por un período de grandes ajustes en todo ámbito. Dependiendo de cuán avanzada esté la condición, muchos alcohólicos en rehabilitación hasta se sorprenden de estar en un proceso de rehabilitación que comprende no beber. Inicialmente, muchos se sienten abrumados por el trauma y la culpa de lo que les hicieron a otros mientras tomaban. Muchos enfrentan dificultades económicas y otros problemas, los cuales probablemente mejorarán con el tiempo, pero a corto plazo son agotadores y consumen mucho tiempo.

Con frecuencia, las familias de los alcohólicos en rehabilitación se ven inmersos en una nueva forma de estrés. Una familia alcohólica es una familia disfuncional en la que muchas veces los miembros que no beben contribuyen con sus propios problemas y dificultades a la disfuncionalidad. Si se elimina el alcohol en una familia disfuncional, muchas veces sus integrantes no saben cómo reaccionar.

Por lo tanto, si una familia completa puede adoptar técnicas de rehabilitación, las posibilidades de una recuperación duradera y el desarrollo de una familia sensata, amorosa y verdaderamente feliz aumentan dramáticamente. Para muchos, ¡estos logros en la recuperación pueden representar la primera vez en la vida en que son parte de una familia verdaderamente amorosa y feliz!

En el caso de exalcohólicos que logran superar su conducta adictiva sin ayuda y luego tratan de mantenerse sobrios sin ella, generalmente se vuelven “inquietos, irritables y descontentos”. Su disfuncionalidad emocional continúa, incluso si ya no beben, llevando a algunos a afirmar que están en un estado de “ebriedad seca”.

La recuperación se lleva a cabo en muchos niveles

El inicio de una recuperación auténtica es un desafío en varios niveles. Al comenzar a asistir a A. A., la persona se da cuenta de que hay un verdadero poder espiritual disponible que ayuda a eliminar los antojos de un trago, como también un grupo de exalcohólicos rehabilitados (o en rehabilitación) que pueden ofrecer consejos útiles y ánimo para continuar con la recuperación y evitar una recaída.

A. A. también ofrece a los alcohólicos la oportunidad de descubrir las verdaderas razones conductuales detrás del ego, el miedo, el egoísmo y otros defectos de carácter que echan los cimientos para sus subsecuentes abusos físicos y químicos.

Más aún, y lo más importante, los miembros de A. A. pueden aprender la solución espiritual a estos problemas y cómo desarrollar una relación práctica (llamada “contacto consciente con Dios”) con lo que ellos denominan su “Poder Superior”. A. A. definitivamente no es una religión, pero sus Doce Pasos bien definidos ayudan a cada individuo a desarrollar una relación específica con Jesucristo y Dios el Padre (o como sea que él interprete el Poder Superior). Y aun cuando este no es el único tratamiento disponible, el enfoque espiritual de A. A. también exhorta a los adictos en recuperación a adoptar una vida de servicio a otros.

Citando el libro de Santiago, el “Libro Grande” de los Alcohólicos Anónimos dice correctamente que “la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:26, Nueva Versión Internacional). Sus miembros usualmente hablan de “trabajar los pasos” para avanzar en su recuperación y mejorar su calidad de vida.

Los familiares que no beben también pueden recibir ayuda o asistir a Al-Anon, el grupo de ayuda afiliado a A. A. para aquellos que sufren problemas familiares y de comportamiento relacionados con el abuso del alcohol.

Ya sea por medio de A. A. u otro grupo de rehabilitación, una cosa es clara: el poder de Dios Todopoderoso puede rescatar y restaurar a un alcohólico a la razón y a una vida feliz. Para la persona que ha recobrado la sobriedad recientemente y sufre de “nervios” terribles, ansiedad crónica, problemas económicos, familiares desconfiados y cosas por el estilo, tal declaración puede parecer inalcanzable.

Pero la realidad es que contando únicamente a los miembros de A. A., más de dos millones de personas han encontrado el poder de Dios mediante una solución espiritual. Han hallado la “incomparable grandeza de su poder a favor de los que creemos” (Efesios 1:19, NVI) y “la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7). Con frecuencia, el nuevo alcohólico en proceso de rehabilitación ve a un miembro de A. A. recuperado, sobrio y feliz, y una y otra vez le dice: “Quiero lo que tú tienes”.

¿Y qué hay de usted? ¿Está listo para dejar la retorcida vida que consiste en “arreglar, manejar y controlar”? ¿Está listo para someter su vida al cuidado de un poderoso Ser espiritual, el único que tiene el poder para enderezarla por completo y encaminarlo por el nuevo sendero de la rehabilitación?

La decisión es suya

Miles de años atrás, Dios mismo le ofreció a un grupo de personas una simple opción: tenían que elegir entre dos caminos de vida. Si ha continuado leyendo hasta ahora, probablemente Dios está haciéndole la misma oferta a usted hoy. Sus poderosas palabras dicen así:

“Te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes” (Deuteronomio 30:19, NVI).

¡Que Dios mismo lo ayude a encontrar esa respuesta! Una nueva vida de rehabilitación está a solo una decisión de distancia: ¡escoja la vida ahora mismo! Es hora de deshacerse del dolor y el sufrimiento que producen el beber demasiado alcohol y la adicción a este. La Palabra de Dios es clara: él desea lo mejor para usted porque lo ama y quiere que experimente las increíbles bendiciones de la vida, una vida libre de la esclavitud del alcohol.

La recuperación no ocurrirá de la noche a la mañana. Exigirá esfuerzo, humildad y someterse a la voluntad de Dios, pero es posible. Dios está listo para ayudarlo, día y noche. ¡Sí hay esperanza! EC