Segundo Mes: Nehemías va a Jerusalén

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Segundo Mes

Nehemías va a Jerusalén

Evidentemente, el asesinato era una constante amenaza para los reyes, por eso uno de los métodos más eficaces para realizarlo era envenenando la comida y bebida de los monarcas. Ahí el copero entraba en acción porque era la persona asignada a confirmar que la comida y bebida del rey no estaba envenenada. Por esa razón, Nehemías ocupaba un puesto de gran responsabilidad y confianza, lo cual le permitía gozar de poder e importancia en el imperio persa.

Entendemos que el año veinte al que Nehemías hace referencia, se refiere al año veinte del reinado de Artajerjes (464 – 445 a.C).  Y al enterarse de la triste condición de Jerusalén y de los suyos, ayunó y oró por su pueblo. Tal era el sentimiento que lo embargaba, que Nehemías lloró e hizo su oración, diciendo: “Te ruego, oh Eterno, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado (1:1-6). 

La buena voluntad del rey Artajerjes hacia Nehemías era evidente porque no solamente le dio permiso para regresar, sino también porque le dio guardas, una escolta y un salvoconducto para pasar por los territorios "más allá del río", o sea, al occidente del Éufrates en su regreso a Judá. El rey también le concedió permiso para usar madera de los bosques reales como cimbras de apoyo, para construir los muros de Jerusalén, también para los portones y su propia casa (2:1-11). Pero al oír Sanbalat horonita y Tobías el siervo amonita, los propósitos de Nehemías, les disgustó en extremo que viniese alguno para procurar el bien de los hijos de Israel (2:10).

¿Y quién era Sanbalat? Era gobernador de Samaria, y también los gobernadores de otras regiones vecinas se oponían a los planes de los judíos para Jerusalén y no estaban de acuerdo con la protección que les daba el rey de Persia. Una amarga enemistad había nacido entre los samaritanos y los judíos que habían regresado con Zorobabel. El hecho de que Nehemías regresara con pleno poder de parte del rey para fortificar la ciudad de Jerusalén, fue un golpe para los samaritanos, quienes abiertamente se opusieron a ello. Sanbalat de Samaria encabezaba el grupo de opositores e hizo necesario que Nehemías pertrechara con armas a quienes trabajaban en los muros de Jerusalén.

Nehemías  describe parte de su estrategia: "Salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego" (2:13). Al ver aquella destrucción, Nehemías se descorazonó. No obstante, ante la realidad, Dios inspiró a Nehemías un plan para lograr la reconstrucción. y luego escribió con tanto detalle su recorrido de reconocimiento y la reconstrucción posterior de los muros de la ciudad, que tenemos una buena idea de los lugares a los que él hizo referencia.

Recordemos que la primera llegada a Jerusalén con Zorobabel se produjo alrededor del año 536 a.C. Y una segunda oleada de exiliados llegó bajo el mando de Esdras unos 75 años después y ahora llega un pequeño grupo junto al gobernador Nehemías alrededor del año 445 a.C. Y cuando recibió las malas noticias, Nehemías quedó muy sorprendido pese a que sabía que el sacerdote Esdras había partido unos 15 años antes y pensaba que la reconstrucción de Jerusalén estaba bien encaminada. Pero luego se dio cuenta que la obra se paralizó con escasas posibilidades de poder reiniciarla.