Cuarto Mes: Tamuz: Rut, ejemplo de lealtad y amor

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Cuarto Mes: Tamuz

Rut, ejemplo de lealtad y amor

Su extensión tiene solo ochenta y cinco versículos. Sin embargo, atraviesa todo el rango de las emociones humanas, desde el pesar más desgarrador hasta la cúspide de la felicidad. La vida de Rut es la experiencia verdadera e histórica de una genuina mujer extraordinaria. Fue también la representación perfecta de la historia de la redención, escrita con símbolos vivos y palpitantes. Ruth misma proporciona un exacto retrato de cada pecador. Era una viuda y una extranjera que se fue a vivir a tierra extraña. Circunstancias trágicas la redujeron a una vil pobreza. No solo fue una paria y una exiliada, sino también privada de recursos, reducida a un estado de completa miseria de la que nunca se podría haber salvado por sus propios medios. En su apuro, buscó el favor de su suegra llamada Noemí, su parienta legal más cercana. La historia de cómo cambió toda su vida, es uno de los relatos más profundamente conmovedores en todas las Escrituras.

En Rut se nos presenta la familia de Elimelec formada por su esposa, Noemí, y dos hijos Mahlón y Quelión. Su pueblo natal era Belén, famoso como el lugar de entierro de Raquel, la esposa de Jacob (Génesis 35:19). Belén en futuras generaciones ganaría más fama duradera como el pueblo natal de David, y más tarde, por supuesto, como el lugar de nacimiento de Cristo. La historia de la familia de Elimelec, puso un eslabón en la cadena que une la línea mesiánica con Belén. Elimelec poseía tierras en Belén y era lo suficientemente prominente como para ser llamado “nuestro hermano” por los ancianos de la ciudad (Rut 4:2, 3). Su nombre significa “Mi Dios es Rey”. Eso, junto a la fe y el carácter de Noemí, sugiere que él y su familia eran devotos judíos. El hecho que Elimelec llevara su familia a Moab nos da una medida de la gravedad de la espantosa hambruna. La tierra de Israel era evidentemente árida, tanto física como espiritualmente, y los tiempos eran desesperantes. La tragedia alcanzó rápidamente a esta familia. Primero murió Elimelec dejando a su viuda Noemí con la responsabilidad de criar a sus dos hijos. Afortunadamente, Mahlón y Quelión se estaban acercando a la madurez y se casaron pronto, escogiendo esposas moabitas (Rut 1:3.4). Una se llamaba Orfa y la otra, Rut que se casó con Mahlón (Rut 4:10), Pero las cosas se pusieron peor porque Mahlón y Quelión murieron. Entonces tres viudas, sin ningún hijo ni parientes responsables, en tiempo de hambre, no podían esperar sobrevivir por mucho tiempo y quedaron al borde de la ruina.

Luego, Noemí las dejó en libertad de regresar. Orfa se fue, pero Rut permaneció al lado de su suegra diciendo: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios (Rut 1:16).

Sus vidas eran del color de la tristeza, por eso Noemí dijo que la llamaran Mara, porque en gran amargura la puso Dios. Elimelec tenía un pariente llamado Booz que también era descendiente de Rahab. Rut trabajó en los campos de cebada, porque se dejaba parte de la cosecha para los pobres (Rut 2:6-7). Booz supo de la fidelidad de Rut

Noemí sabía que Booz podía redirmir, salvando sus vidas de la pobreza y viudez. Esto implicaba hacer lo que pudiera para arreglar un matrimonio entre Rut y Booz.

Entonces Noemí enseñó a Rut lo que debía hacer porque Rut no conocía las costumbres judías. Noemí hizo vestir a Rut de manera especial y le dijo que se acostara a los pies de Booz (Rut 3:3-4). Eso demostraría la disposición de Rut de casarse con Booz. Pero Booz busco a un pariente cercano para saber si aquel redimiría a Rut. Pero al final Dios dispuso que Booz se casara con Rut y los bendijo con un hijo llamado Obed. Este fue padre de Isaí, padre de David. De esa manera Rut pasó a ser la bisabuela de David.

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