#345 - Apocalipsis 2:12-17: "La Iglesia en Esmirna: Pobre, fiel y perseguida"

Usted está aquí

#345 - Apocalipsis 2:12-17

"La Iglesia en Esmirna: Pobre, fiel y perseguida"

Descargar
345ap28-11-print (114.4 KB)

Descargar

#345 - Apocalipsis 2:12-17: "La Iglesia en Esmirna: Pobre, fiel y perseguida"

345ap28-11-print (114.4 KB)
×

Ahora llegamos a la segunda iglesia en Apocalipsis 2: la iglesia en Esmirna.

Era la siguiente ciudad en esta ruta postal romana, a unos 35 km. al norte de Éfeso, y un puerto costero de gran riqueza, fundado alrededor del año 1200 a. C. La ciudad estaba ubicada en la desembocadura del río Hermus y tenía una bahía profunda que llegaba tierra adentro. Esto permitía a los barcos mercantes navegar al corazón de la región de Lidia, creando una ruta comercial entre Anatolia y el Mar Egeo. La antigua Esmirna fue destruida en una guerra en 580 a. C. pero fue reconstruida en 290 a. C. según la arquitectura elegante y geométrica de los griegos.

Esmirna se convirtió en uno de los aliados más fieles de Roma y dedicó un templo a la diosa de Roma en el año 195 a. C. Luego, en el año 133 a. C., cuando el rey Atalo III murió sin heredero, su legado confirió a los romanos su reino entero, incluyendo a Esmirna. Luego, en el año 26 d. C., los habitantes dedicaron un templo al emperador Tiberio en la impresionante acrópolis llamada “la Corona de Esmirna”. En contraste con Éfeso, que hoy está en ruinas, Esmirna sigue siendo un gran puerto en una ciudad con una población de alrededor de 2,900,000 personas.

Así pues, Cristo se dirige a la iglesia en Esmirna, describiéndola histórica y proféticamente, pues las cosas que Jesús le revela tienen que ver con el pasado, el presente y el futuro. Dice: “Escribe las cosas que has visto [en el pasado], y las que son [en el presente], y las que han de ser después de éstas [en el futuro]” (Apocalipsis 1:19). Vemos a Jesús en medio de estas siete iglesias, indicando que no solo es una descripción histórica, sino también profética, ya que en este libro las describe hasta su retorno (Apocalipsis 19). De hecho, en el siguiente capítulo (4), Cristo está listo para regresar a la tierra—y no en el tiempo de Juan, cuando le escribió a estas iglesias.

Cristo dice: “Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apocalipsis 2:8-11). Jesús aquí se identifica como el que dio su vida por la humanidad, luego resucitó, y ahora es la cabeza de la Iglesia. Describe las obras de la iglesia de Esmirna—aunque permanecían físicamente pobres, eran en realidad espiritualmente ricos.

Barclay explica por qué los cristianos solían ser pobres, “La pobreza de los cristianos se debía a dos factores. Primero, al hecho que la mayoría de ellos pertenecía a las clases más bajas de la sociedad. El abismo entre las clases superiores e inferiores de la escala social era muy amplio. La segunda razón era que a veces sufrieron el despojo de sus bienes (Hebreos 10:4). Hubo momentos en que el gentío pagano atacaba a los cristianos y destruía sus hogares y bienes. La vida no era fácil para un cristiano en Esmirna o ninguna otra parte del mundo antiguo”.

¿Qué significa ser espiritualmente rico? Vemos que en Apocalipsis significa: (1) ser fiel al nombre de Cristo (Apocalipsis 2:13); (2) no transar con las verdades de Dios ni añadir creencias paganas (Apocalipsis 2:2, 6, 24-25); (3) guardar los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apocalipsis 12:17; 14:12).

Aquí, los miembros son considerados por Dios como “judíos espirituales”, tal como Pablo los define en Romanos 2:28-29. Obedecen los mandamientos de Dios y rechazan a los impostores cristianos, en su mayoría gentiles, que cambiaron las leyes bíblicas, pero afirmaban ser parte de la iglesia. No se trata aquí de judíos común y corriente, que no infiltraron a la iglesia. Se refiere más bien a aquellos que decían ser “judíos” o el verdadero “Israel de Dios” (Gl 6:16), pero en realidad eran de la sinagoga de Satanás (una iglesia que quebranta la ley de Dios, pero pretende ser el pueblo de Dios).

Así, en Apocalipsis, la iglesia falsa es descrita simbólicamente como una mujer poderosa, rica pero corrupta (como Jezabel en Apocalipsis 2:20), o más tarde como Babilonia, como una ramera montada sobre una bestia (Apocalipsis 17:3), pretendiendo ser la iglesia genuina, pero sus enseñanzas originan en “Babilonia” en vez de “Jerusalén”.

Esta iglesia postiza había adoptado las enseñanzas de los nicolaítas, que mezclaban las verdades de Dios con mitos babilonios y griegos, y aceptaban un doble estándar de ética, al tolerar la inmoralidad, convirtiendo la gracia de Dios en licencia (Judas 4). 

Como señala Barclay, “Podemos notar que los nicolaítas y los que mantenían la enseñanza de Balaam eran, de hecho, los mismos. Hay aquí un juego de palabras. El nombre Nicolays, el fundador de los nicolaícos, se podría derivar de dos palabras griegas, nikan, “conquistar” y laos, “pueblo”. Balaam podría derivarse de dos palabras hebreas, bela, “conquistar”, y ha'am, “el pueblo”. Así es que los dos nombres son el mismo, y puede que describan a un maestro malvado que ha obtenido la victoria sobre el pueblo, subyugándolo con una enseñanza herética que puede acabar por destruirla”. De modo que la iglesia falsa tenía enseñanzas similares a Balaam y era seductora como una ramera.

Los términos “Jezabel” y “Balaam” son simbólicos de las enseñanzas que muchos historiadores rastrean a Simón Mago en Roma. Adolf von Harnack dice que Simón Mago “proclamó una doctrina en que la fe judía se mezclaba extraña y grotescamente con mitos babilónicos, además de algunas ideas griegas. Este culto de misterios...llegó a ser un sincretismo religioso, cuyo objetivo era volverse en una religión universal y contribuyó a ganar adeptos para Simón” (Historia del Dogma, Vol. 1, p. 244). Esto encaja bien con la descripción de las enseñanzas de los nicolaítas y de la sinagoga de Satanás: un cristianismo falso a lo largo de la historia dirigido por un Satanás engañoso. Él levantaría una persecución feroz contra los verdaderos cristianos en Esmirna y algunos serían mártires. Cristo los insta a mantenerse fiel y así recibirían la corona de la vida, es decir, la vida eterna--y la segunda muerte no los dañaría.

Respecto a la referencia de “la segunda muerte”, se nota que los comentaristas quedan perplejos con el término. Barclay admite: “Acerca de tales cosas no se nos ha concedido poder hablar con seguridad.” El Comentario del Predicador admite: “La ‘segunda muerte’ …sea lo que el término signifique, representa para los cristianos de Esmirna el contexto más amplio en el que se ubican su vida y su muerte”. Como ven, ellos no quieren aceptar lo que claramente significa: un cese total de vida y el fin de la conciencia de la persona. ¡Esto muestra que no existe el sufrimiento eterno en el fuego del infierno y señala a Dios como un ser verdaderamente misericordioso! Esta creencia de que los pecadores sufrirán eternamente en el fuego del infierno ha causado un rechazo hacia el cristianismo más que cualquier otra doctrina, y afortunadamente, ésta es totalmente falsa.

Cristo ahora exhorta a la iglesia de Esmirna a superar los obstáculos en el camino. Depende de ellos, armados con el poder de Dios, lograr la victoria espiritual y así obtener la corona de la vida.