#274 - Hechos 12-14: "Muerte de Herodes Agripa; primer viaje misionero de Pablo"

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#274 - Hechos 12-14

"Muerte de Herodes Agripa; primer viaje misionero de Pablo"

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Leamos el relato: “Luego que fue de día, hubo no poco alboroto entre los soldados sobre qué había sido de Pedro. Mas Herodes, habiéndole buscado sin hallarle, después de interrogar a los guardas, ordenó llevarlos a la muerte. Después descendió de Judea a Cesarea y se quedó allí” (Hechos 12:18-19).

Barclay explica la razón del alboroto entre los guardias, pues sabían lo que significaba. “Normalmente sólo la mano derecha del prisionero era encadenada a la mano izquierda del guardia, pero Pedro tuvo ambas manos esposadas a dos soldados mientras que los otros dos vigilaban la puerta. No se podían tomar mayores precauciones. Por eso, cuando no hallaron a Pedro, los soldados fueron ejecutados, puesto que la ley exigía que, si se escapaba, los guardias debían sufrir el mismo castigo del prisionero” (vea Hechos 16:27; Hechos 27:42).

El magnifico puerto de Cesarea construido por Herodes el Grande

Lucas vuelve ahora al relato de Herodes Agripa en Cesarea. Herodes el Grande había construido este puerto y un inmenso rompeolas para resguardar las naves. El palacio de Herodes estaba equipado con una piscina interior y Cesarea contaba con un anfiteatro (que aún existe) y dos acueductos que traían el agua potable. Este nieto de Herodes llegó a su palacio y se encontró en una disputa: “Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey” (Hechos 12:20). Los fenicios de Tiro y Sidón dependían de Judea para sus granos y frutas y Herodes Agripa les amenazó con cortar estos suministros. Él no quería recibirlos, pero pudieron sobornar a su camarero, que logró persuadir al rey a darles una audiencia. 

“Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos” (Hechos 12:21-23). Josefo también escribió sobre ello y añadió otros detalles. “Agripa se vistió de un manto tejido con hilo de plata y entró en el teatro al rayar el sol. Cuando los primeros rayos del sol cayeron sobre su manto, resplandeció en forma espectacular y el pueblo quedó maravillado. Algunos aduladores lo proclamaron como un dios y él no los reprendió por sus blasfemias. De repente se dobló por un gran dolor de estómago y fue rápidamente llevado al palacio. Agotado después de cinco terribles días de dolores estomacales, murió [en 44 d.C.]”. El término médico que usa Lucas para “gusanos” es skolex y significa lombrices intestinales. Al multiplicarse pueden obstruir los intestinos y causar gran dolor, terribles vómitos y finalmente la muerte. Tal como Nabucodonosor, al jactarse de su esplendor y al no darle la gloria a Dios, fue severamente castigado. 

Mientras tanto, “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo” (Hechos 13:1). Manaén fue criado junto a Herodes Antipas, uno de los hijos de Herodes el Grande.

Sigue el relato: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron” (Hechos 13:2). Recuerden que Dios el Padre y Jesucristo usan su espíritu para transmitir su voluntad.

Barclay explica sobre el Espíritu Santo: “El verbo Parakalein del que paracletos deriva [significa Consolador] es la palabra para exhortar a los hombres a que realicen obras nobles y a que cultiven pensamientos elevados. En especial, es la palabra usada para infundir valor ante la batalla. La vida nos está llamando continuamente a la lucha, y el único que nos capacita para hacer frente a las fuerzas enemigas, para competir con la vida y conquistarla, es el parakletos, el Espíritu Santo, que no es sino la presencia y el poder del Cristo resucitado” (Palabras Griegas del Nuevo Testamento, p. 168). Observen que no es otra persona en la Deidad.

Respecto a la ordenación de ellos, noten que luego de ayunar, les impusieron las manos como señal de que la autoridad proviene de Dios. Es lo mismo que hacemos hoy día en la Iglesia cuando se ordena a un ministro.

“Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante. Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron a cierto mago, falso profeta, judío, llamado Barjesús, que estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la palabra de Dios” (Hechos 13:4-7). Aquí es necesario saber un poco de geografía para poder seguir este primer viaje misionero de Pablo. En realidad, abarcó una zona cercana a Antioquía, y las dos zonas eran bien conocidas por Bernabé, que era de Chipre, y Pablo que era de Tarso. El viaje tomó lugar entre 46-48 d.C.

Chipre, que significa cobre, es una isla grande de 225 km. de largo y una anchura máxima de 100 km. Fue conquistada por los romanos en 58 a.C. y gobernada por un procónsul desde 27 a.C. Respecto a Sergio Paulo, El Comentario Arqueológico de la Biblia dice: “En Soli, al norte de Pafos, Chipre, se halló durante exploraciones efectuadas entre 1865 y 1877 una inscripción que data de 55 d.C. y que menciona al procónsul Sergio Paulo. ‘Es la única referencia que tenemos, fuera de la Biblia, de este procónsul, y es interesante que Lucas nos da correctamente su nombre y título’ (Wright)” (p. 277). 

¿Qué hacía un mago en la corte de Sergio Paulo? Barclay comenta: “Eran tiempos muy supersticiosos y casi todos los grandes personajes--hasta los inteligentes como Sergio Paulo--tenían brujos privados para predecir el futuro y protegerlos de hechizos. Barjesús, que actuaba como un médium al profetizar ciertas cosas, supo que si el gobernador se convertía al cristianismo, pronto quedaría desempleado”. Otra fuente agrega: “En esos tiempos, impostores del Oriente, pretendiendo tener poderes mágicos, tuvieron gran influencia sobre la mente romana. Los distritos de Asia Menor enviaban sus magos y Babilonia proveía sus números místicos y las matemáticas a Roma. Algunos judíos se unían a las artes mágicas por el lucro y las mujeres pobres judías actuaban como las gitanas lo hacen hoy, leyendo la fortuna”.

Al ver la amenaza a sus artes mágicas, “les resistía Elimas el mago (pues así se traduce su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano. Entonces el procónsul, viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del Señor” (Hechos 23:8-12). Esta fue una gran conversión para los apóstoles, y Pablo se dio cuenta que era el camino a seguir de ahora en adelante. Es aquí cuando la narrativa cambia de Bernabé y Saulo a Pablo y Bernabé. Dios le entrega el liderazgo a Pablo y Bernabé lo reconoce.

De Chipre, ahora viajan a Asia Menor (hoy Turquía) el territorio natal de Pablo. “Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén” (Hechos 13:13). No se saben las razones del abandono de Juan Marcos, pero fue algo que le disgustó a Pablo y que más tarde causaría una ruptura entre Bernabé y Pablo. 

“Ellos, pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron. Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablad” (Hechos 13:14-15).

Aquí tenemos un resumen de los servicios en la sinagoga en el primer siglo. Comenta Bruce: “Luego de recitar las acostumbradas oraciones y leer dos secciones de las Escrituras—una del Pentateuco y la otra de los libros de los profetas que tuviera algo que ver con la primera sección—un líder judío daba un mensaje. En esta ocasión, el anciano a cargo de la sinagoga les pidió a los dos extranjeros judíos que dieran el mensaje”.

Pablo aprovechó la ocasión para anunciarles el evangelio, o las buenas noticias de que el Mesías era Jesucristo y que ahora todos tendrían la oportunidad de ser justificados. Dijo: “Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham [los judíos], y los que entre vosotros teméis a Dios [los gentiles creyentes no circuncisos], a vosotros es enviada la palabra de esta salvación...Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree” (Hechos 13:26; 38-39).

He aquí el tema central del mensaje de Pablo y hay que estudiarlo cuidadosamente para entenderlo bien, recordando siempre lo que Dios inspiró a Pedro a advertir acerca de las epístolas de Pablo: “...entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 Pedro 3:16).

Otra vez podemos recurrir a lo que admiten en sus libros los expertos en el griego o los comentaristas pero que no hablan abiertamente en sus congregaciones. F. F. Bruce resume lo dicho por Pablo: “Aunque esperan gozar de una relación correcta con Dios basado en la ley mosaica, recuerden que la ley de Moisés casi no tiene provisiones para perdonar los pecados cometidos ‘con soberbia’. Estos pecados, a cambio de los cometidos en ignorancia, la ley de Dios casi siempre prescribe la pena máxima—la muerte. ¿Por qué entonces seguir esperando establecer una relación apropiada con Dios cuando se les ha presentado un mejor camino por medio del Salvador que nos asegura la justificación de todos los pecados y la plena aceptación ante Dios para los que ponen su fe en él?... Esta es la manera que la doctrina de la justificación es presentada en sus epístolas y es la clara interpretación gramatical del texto” (Comentario de Hechos, p. 278).

Esto tiene gran sentido, y lo que Pablo enseña es que todas las ceremonias mosaicas que tienen que ver con la justificación son reemplazadas por el sacrificio de Cristo. En Hebreos 10:1 se habla de estas leyes ceremoniales: “Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan”. Pablo dividió las leyes de Dios en dos amplias categorías, las ceremoniales y las espirituales cuando dijo: “La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios” (1 Corintios 7:19). Podemos hacer un gráfico para entender mejor el concepto de que las ceremonias serían reformadas:

Leyes divididas entre circuncisión y mandamientos

Al respecto, La Enciclopedia Internacional de la Biblia menciona: “Acerca de la relación entre la ley del Nuevo Testamento y la del Antiguo Testamento, parece que sólo existe la cuestión de cuánto del antiguo continúa en el nuevo. En general, los teólogos cristianos concuerdan que toda la ley moral y ninguna de las leyes ceremoniales están vigentes, al ser cumplidas. La controversia surge al determinar cuántas de las leyes civiles y políticas siguen en vigor. Un teólogo sugiere que todas están vigentes en cuanto a sus principios, por ejemplo, en vez de necesitar una baranda alrededor del techo plano para evitar accidentes, ahora se exige protecciones alrededor de piscinas” (Vol. 3, p. 88).

Pablo estaba enseñando que es la fe en Jesucristo lo que justifica [hace justo ante Dios] y no la meticulosa observancia de ritos, ceremonias y costumbres. La falta de distinguir entre los elementos ceremoniales y los espirituales de la ley ha causado gran confusión en el cristianismo, pero con paciencia la Biblia aclara cada punto. Recuerden que, en el primer siglo de la historia de la Iglesia, hubo unidad y acuerdo en lo que se debía observar. Jamás se registra que un cristiano quebrantara el sábado, comiera comidas prohibidas, dejara de diezmar o de guardar las Fiestas Santas, pero ya no tenía que circuncidarse u ofrecer sacrificios. Los cambios heréticos vinieron después y fueron rechazados por los seguidores de las doctrinas apostólicas originales

Al hablar Pablo, pronto surgieron las reacciones. “Cuando salieron ellos de la sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas. Despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios. El siguiente sábado [noten que Pablo no cambió al domingo para reunirse], se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios. Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna. Y la palabra del Señor se difundía por toda aquella provincia. Pero los judíos instigaron a mujeres piadosas y distinguidas; y a los principales de la ciudad, y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. Ellos entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio. Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo”.

Hemos estudiado el comienzo de la gran carrera de Pablo y vale la pena resumirla en las palabras de unos historiadores del siglo pasado. “La vida de un gran hombre en un momento clave en la historia del mundo es impresionante para las personas estudiosas. Tales personas son Alejandro Magno… Julio César... Carlomagno… y Napoleón con sus conquistas y el descubrimiento de Cristóbal Colón. Son figuras colosales en la historia y, sin embargo, cuando se examina su carácter y sus logros, siempre aparece lo malo mezclado con lo bueno. Sin embargo, cuando contemplamos el carácter y la obra de otro hombre clave en la historia, sólo aparece lo bueno y hay que reconocer que fue un instrumento selecto preparado por Dios, tal fue Pablo de Tarso”. Esta fascinante historia de los apóstoles continuará en el siguiente estudio.