#223 - Zacarías 4-6
"Continuación de las visiones apocalipticas"
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#223 - Zacarías 4-6: "Continuación de las visiones apocalipticas"
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Le explica que habrá cuatro grandes imperios (simbólicamente descritos aquí como cuernos, o como bestias en Daniel y Apocalipsis), que dominarán sucesivamente gran parte del mundo hasta el regreso de Cristo. Dios usa el cuerno para describir a estos reinos, por ser lo más temible y poderoso del todo, carnero o macho cabrío, y simbólicamente el poder. Incluso, en los tiempos medievales, estaban en las coronas de los nobles.
En cambio, el símbolo de la bestia muestra la naturaleza feroz y despiadada de un depredador, como el león, el oso o el leopardo. Dios usa ambos símbolos para describir las grandes características de estos reinos.
La primera visión revela que Dios el Verbo está siempre al tanto de lo que sucede en la tierra por medio de los ángeles mensajeros.
Luego, en la segunda visión, Dios habla del final de los cuatro grandes imperios que surgirán como poderosos cuernos, pero que serán demolidos, tal como unos carpinteros desarman una estructura vieja y fallida. Otro ejemplo de lo mismo se encuentra en Daniel con la demolición de la imagen al ser golpeada en los pies por la inmensa “piedra” o Jesucristo, al venir con gran poder.
La tercera visión le muestra a Zacarías cómo Jerusalén, que en ese momento estaba tan abatida, sería medida y ampliada un día al ser el centro de la tierra y la capital del reino de Dios con Cristo a cargo de la tierra.
En la cuarta visión, Dios se enfoca, no en los de este mundo ni en Jerusalén, sino en su pueblo y el sacerdocio. Al dejar de hacer la obra de Dios y no reconstruir el templo, todos estaban impuros ante Dios. Sus oraciones de nada servían, Tampoco había bendiciones físicas. Todo esto está explicado en detalle en Hageo y en el primer capítulo de Zacarías.
Por lo tanto, Josué, que era el sumo sacerdote y representaba al sacerdocio y al pueblo ante Dios, era considerado inmundo por Dios. Pero, al escuchar los mensajes de Hageo y Zacarías, y comenzar de nuevo la obra, quedaban de nuevo limpios ante Dios. Este es el resumen del cuarto mensaje. Dios ahora tomará en cuenta al sacerdocio y a su pueblo, y los bendecirá. De nuevo vemos que la fe tiene que ser acompañada por las obras que agradan a Dios. Juan resume este principio: “y cualquier cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él” (1 Juan 3:22).
Respecto al simbolismo del Renuevo, y la piedra con siete ojos, ya vimos que el Renuevo es una representación de Jesucristo. La piedra es otro símbolo de Jesucristo en las Escrituras (Isaías 28:16; Mateo 16:18; 1 Corintios 10:4; Efesios 2:20; 1 Pedro 2:6-7). Tiene “siete ojos” que en Zacarías 4:10 dice “son los ojos del Eterno, que recorren toda la tierra”. Son identificados en Zacarías 1:8-10 con los ángeles que le informan lo que sucede en la tierra y otra vez aparecen en Apocalipsis 1:4; Apocalipsis 4:5 y Apocalipsis 5:6.
Quinta Visión: El candelabro y los dos olivos
Llegamos así a la quinta visión, que comienza: “Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él; Y junto a él dos olivos, el uno a la derecha del depósito, y el otro a su izquierda. Proseguí y hablé, diciendo a aquel ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto, señor mío?... Entonces respondió… Esta es palabra del Eterno a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. Vino palabra del Eterno [Verbo] a mí, diciendo: Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el Eterno de los ejércitos [Dios el Padre] me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos del Eterno, que recorren toda la tierra. Hablé más, y le dije: ¿Qué significan estos dos olivos a la derecha del candelabro y a su izquierda?... Y él dijo: Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra” (Zacarías 4:1-14).
Como toda interpretación simbólica, debemos empezar por el contexto inmediato del capítulo, luego buscar más información en el mismo libro, y finalmente tomar en cuenta la información en el resto de la Biblia.
Halley entrega la explicación básica: "En el capítulo 3, la visión era especialmente para Josué, aquí es especialmente para Zorobabel. El candelero era una representación simbólica del pueblo de Dios… En Apocalipsis 1:20 representa a la iglesia. Los dos olivos parecen representar a Josué y Zorobabel, por medio de quienes el Espíritu de Dios dirigía la obra. El simbolismo de este pasaje aparece de nuevo en la visión de los dos testigos en Apocalipsis 11. Por lo tanto, es una visión para animar a Zorobabel a que continuará construyendo el templo, a pesar de su aspecto insignificante y las dificultades de la obra. Lo que aquí se dice era directamente para Zorobabel y el edificio que él estaba levantando. Es una exhortación a que nos animemos, en los días de los pequeños comienzos, manteniendo puesta la mira en la grandeza de su terminación” (p. 339).
Aquí hay una importante lección para nosotros de no desanimarnos al comenzar una nueva etapa de la obra de Dios que es menor a la anterior. Es igual de importante al llevar a cabo la voluntad de Dios, como dice: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu” (Zacarías 4:6). Dios siempre tiene siervos fieles que guiarán a su pueblo a hacer su obra. Dios seguirá entregando de su espíritu a la iglesia a medida que hacemos la voluntad de Dios. En los tiempos del fin. Dios seguirá entregando de su espíritu a la Iglesia a medida que hacemos la voluntad de Dios. En los tiempos del fin Dios levantará a dos líderes de la iglesia para guiarla y servirán de testigos de su Camino al mundo hasta la venida de Cristo. Es obvio que hasta que llegue ese momento no se sabrá quienes son ni se debe especular al respecto. Abajo tenemos una representación artística de esta visión:
Sexta Visión: El rollo volante
Dios sigue entregando a Zacarías más información sobre la obra de Dios hasta el futuro juicio del mundo con la venida de Cristo. Veamos la siguiente visión: “De nuevo alcé mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba. Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos de largo, y diez codos de ancho. Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido. Yo la he hecho salir, dice el Eterno de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras” (Zacarías 5:1-4).
Por la descripción que entrega Zacarías, tenemos un rollo escrito que condena a los violadores de la ley de Dios. Sus dimensiones son las mismas que el Lugar Santísimo del Tabernáculo. Comenta Unger: “El rollo simboliza la maldición de Dios contra los pecadores. El rollo tiene escrito ambas tablas de la ley… El hecho de volar significa que la maldición alcanzará a todo el mundo, y los temas mencionados representan a todos los pecadores” (Manual Bíblico, Unger, p.446).
El Dr. Mcgee añade: "En los tiempos de Zacarías, los rollos para escribir estaban hechos de papiro o de cueros de animales y le colocaban un rodillo en cada extremo para poder enrollar un lado al leer mientras se desenrollaba el otro. Lo primero que debemos establecer es que este rollo volante representa la Palabra de Dios. La explicación la entrega el profeta Ezequiel: "Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro. Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones y ayes. Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo y vé y habla a la casa de lsrael… y habla a ellos con mis palabras" (Ezequiel 2:9-3:4)… La interpretación a través de los siglos es que este rollo representa la Palabra de Dios en general y los Diez Mandamientos en particular".
No debe sorprendernos que en Apocalipsis hay un símbolo parecido de "un librito" que también tiene juicios contra el mundo. Dice Juan: "Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre, Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes… Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno [el mensaje principal de la Palabra de Dios] para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra… Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús" (Apocalipsis 10:10-11; Apocalipsis 14:6-7, Apocalipsis 14:12). Este juicio contra los pecadores está muy relacionado a la séptima visión.
Séptima Visión: La mujer impura en el efa
"Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale. Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa que sale. Además, dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra. Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa. Y él dijo: Esta es la Maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa. Alcé luego mis ojos… y he aquí dos mujeres que salían y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña y alzaron el efa entre la tierra y los cielos. Dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa? Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar; y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base" (Zacarías 5:5-11).
De nuevo, hay comentaristas que apoyan nuestra perspectiva profética, aunque no respetan la ley de Dios y, por lo tanto, no hay que aceptar sus doctrinas. Unger comenta sobre esta visión que está ligada al juicio contra Babilonia en Apocalipsis 17-18. “Esta séptima visión presenta la remoción del pecado de la Babilonia comercial y religiosa de la tierra. El efa es una medida hebrea para granos (37 litros) y simboliza el comercio, es decir, negocios sin Dios y las ganancias excesivas. El efa está asociado al talento de plomo (Santiago 5:1-3). Simboliza el juicio a la Babilonia comercial (Apocalipsis 18). La mujer que está sentada plácidamente en el efa es la maldad personificada (como Jezabel de Apocalipsis 2:20, o el juicio de la gran ramera de Apocalipsis 17) y simboliza el juicio sobre la Babilonia religiosa, que es alimentada por el comercio impío. [Recuerden que está basado en no guardar el sábado, ni diezmar a Dios, que es un robo, ni obedecen su santa ley]. La razón por la cual la mujer súbitamente desea salir del efa es que desea escapar de su suerte, pero su complicidad en el comercio inicuo (el talento de plomo) la aprisiona y su pecado se convierte en su perdición. Sinar es Babilonia (Génesis 10:10; Génesis 11:1-9; Daniel 1:2), (p. 447). De modo que vemos aquí en Zacarías la misma mujer simbolizada más tarde en Apocalipsis 17 y 18.
Octava Visión: Los cuatro carros
Continúan en forma simbólica los juicios de Dios: "De nuevo alcé mis ojos y... he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de bronce. En el primer carro había caballos alazanes, en el segundo carro caballos negros, en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos rucios rodados. Dije al ángel que hablaba conmigo: Señor mío, ¿qué es esto? Y el ángel me respondió: Estos son los cuatro vientos de los cielos, que salen después de presentarse delante del Señor de toda la tierra. El carro con los caballos negros salía hacia la tierra del norte, y los blancos salieron tras ellos, y los overos salieron hacia la tierra del sur. Y los alazanes salieron y se afanaron por ir a recorrer la tierra. Y dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra. Luego me llamó… diciendo: Mira, los que salieron hacia la tierra del norte hicieron reposar mi Espíritu en la tierra del norte" (Zacarías 6:1-8).
Nuevamente, los símbolos se explican por el contexto. Dice Unger: "Esta visión representa el juicio de las naciones como preparatorio del reinado del Mesías. Lo que revelaron los varones en la primera visión es ahora motivo de ejecución". [Halley añade: ''Es una ampliación de la visión de los cuernos y carpinteros"]. Sigue Unger: "Los "dos montes" (parece ser en Jerusalén, el Monte de los Olivos y el Monte Sion] "de bronce" (es decir, montes de los cuales sale el juicio divino), ya que el bronce (cobre y estaño) es típico de la manifestación del juicio divino (el altar de bronce, Éxodo 27:2; Juan 3:14 con Números 21:9). Los caballos alazanes o rojos representan guerra y derramamiento de sangre (Apocalipsis 6:4); los caballos negros escasez y hambre (Apocalipsis 6:5-6); los caballos blancos, victoria y conquista [de las falsas religiones] (Apocalipsis 6:2); los caballos overos representan la muerte (Apocalipsis 6:8). Los carros con caballos o "los cuatro espíritus" representan a los ángeles ministradores que ejecutan el juicio de Dios contra las naciones (vea Daniel 7:10; 1 Reyes 22:19; Salmos 103:20-21; Salmos 104:4; Hebreos 1:7). Ellos despojarán a los agentes malvados de Satanás que se han apoderado de la tierra y se la entregarán al "Señor de toda la tierra" (Zacarías 6:5), (p. 447). Cuando la futura Babilonia reciba su castigo merecido Dios dice que hará "reposar" su espíritu.
Con esto concluyen las ocho visiones que recibió Zacarías en una noche.