#018 - Génesis 9: "Pacto de Dios con Noé - Embriaguez de Noé"

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#018 - Génesis 9

"Pacto de Dios con Noé - Embriaguez de Noé"

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Al finalizar el Diluvio, Dios formula el trato que tendrá con el hombre: "No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud..." (Génesis 8:21).

El Plan de Salvación significará mucha paciencia y sacrificio de parte de Dios. No obstante, se llevará a cabo a pesar del desvío natural del corazón del hombre.

Más tarde Salomón expresa el mismo principio de la siguiente manera:

"He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones" (Eclesiastés 7:29).

Una vez que Dios tiene en frente a Noé y su familia, les dice las mismas palabras que mencionó a Adán y Eva: "Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra" (Génesis 9:1).

Es un nuevo comienzo y les entrega las instrucciones sobre lo que deben hacer y comer. Se prohíbe comer la sangre; hay animales limpios e inmundos que deben diferenciar (vea Levítico 11).

Luego, Dios introduce algo nuevo que es el pacto representado por el arco iris:

"Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne" (Génesis 9:13-15).

Hay dos aspectos importantes en este relato. Primero, Dios menciona que este fenómeno es algo nuevo, que no existía antes en la naturaleza. En segundo término, el arco iris es algo que le recuerda a Dios y al hombre del pacto que se hizo en ese momento. No es un elemento necesario en la naturaleza no tiene un fin funcional.

Así lo explica la ciencia. El arco iris existe, pero no tiene una función especial en las leyes de la física. Por eso, Dios estableció esta nueva ley de la física sin alterar las demás leyes.

La palabra arco iris viene de la mitología griega. Iris era la diosa de los elementos. "Como diosa virgen, veloz como el viento y con alas de oro, es la mensajera de los dioses... Es la personificación del arco iris que une al cielo y la tierra" (Iris, Enciclopedia de la Antigüedad, p. 425).

Como es un fenómeno especial y no altera el resto de la naturaleza, sólo se puede ver el arco iris cuando el sol está a menos de 42 grados del horizonte. Siempre se ve al arco iris en un ángulo de 42 grados.

"Cuanto más alto esté el sol, más bajo estará el arco iris. Si el sol está por encima de 42 grados, no aparecerá el fenómeno" (Selecciones del Reader's Digest, Sept. 1987, p. 3).

¿Cómo se producen los hermosos colores del arco iris?

"Sir Isaac Newton contestó a la antiquísima pregunta de cómo se forman los colores del arco iris: mediante dos refracciones y una reflexión interna de los rayos lumínicos del sol, conforme pasan a través de gotas de lluvia que caen. Las gotas de lluvia actúan como prismas..." (Idem. p. 3).

Una vez que Noé se estableció en su nuevo hogar, "plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó" (Génesis 9:20-21).

Aquí vemos una de las pruebas de la inspiración divina de la Biblia. Todos los demás libros del mundo cuentan de sus héroes sin mostrar sus defectos. Sin embargo, aunque Noé era el gran héroe de estos capítulos, Dios muestra que es humano al mostrar algún defecto. Esta perspectiva equilibrada de los personajes bíblicos se encontrará a través de toda la Biblia. "Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque" (Eclesiastés 7:20).

Algunos han quedado perplejos al leer que Canaán es culpado por lo que parece ser el pecado de su padre, Cam. El problema es gramatical en naturaleza, pues Canaán fue el culpable. Noten que se menciona a Canaán dos veces, en los versículos 23 y 25.

En el versículo 24 se nos dice que "despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que había hecho su hijo más joven".

Vemos en Génesis 6:10 y Génesis 10:1 que Jafet era el hijo más joven de Noé, por tanto, no se refiere a Cam. Pero el hijo más joven de Cam fue Canaán (Génesis 10:6). De modo que Canaán no fue castigado por algo que Cam hizo sino por algo que él llevó a cabo.

Noé vivió 350 años después del Diluvio (Génesis 9:28). Muchos pueblos comienzan los relatos de sus orígenes con un "Noé" mitológico en su idioma que convierten en un dios.

Medallón de Difes o Jano

"En los misterios babilónicos, los grandes eventos de la vida de Noé se mezclaban con la adoración de la Reina del cielo y su hijo. Como Noé había vivido en el mundo antes del Diluvio y en el posterior, lo llamaban 'Difes' o 'nacido dos veces'. Era representado como un dios con dos cabezas mirando en direcciones opuestas. Una era anciana y la otra joven. Vea la figura abajo, tomada del libro "Las Dos Babilonias".

El dios romano Jano de dos caras era el mismo personaje. Lo mencionaban como el 'Padre del mundo' y también como el 'inventor de las naves', que se nota claramente que fueron tomadas de la historia de Noé... Todas las mitologías de Grecia, de Roma y del Asia relatan hechos e historias de Noé que son inconfundibles.

En la India, el dios Visnú es llamado el gran preservador, pues es quien mantiene la única familia justa de perecer en un gran Diluvio que ahoga al resto de la humanidad... Visnú es la forma Caldea de 'Isnú' que significa 'el hombre Noé’". (Las Dos Babilonias, Hislop, p.134-135).

Como Noé sí divide los dos mundos de la humanidad es conveniente observar en forma gráfica las conexiones entre las generaciones desde Adán hasta Abraham. Abraham bien pudo haber conocido a Sem, pues Sem vivió por algún tiempo después de Abraham.

La cronología aquí es relativa, y se cree que el Diluvio tuvo lugar en el año 2325 A.C. Lo más importante de este gráfico es el hecho de que en cinco generaciones, Abraham pudo recibir los relatos de la creación del hombre, el huerto de Edén y lo que fue el mundo antediluviano directamente de Sem o algún descendiente directo de él. De ese modo se entiende por qué el relato de Génesis no tuvo que pasar por muchas manos hasta llegar a Abraham, y por la misma familia hasta Moisés quien lo puso por escrito, junto con el resto de Génesis y Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, los primeros cinco libros de la Biblia.