¿Tiene alguna importancia la profecía bíblica?
A todos nos gustaría saber qué nos depara el futuro. ¿Qué le sucederá al mundo en que vivimos? ¿Cómo nos afectará a nosotros y a nuestros seres queridos? ¿Acaso hay alguna forma de saberlo?
La profecía es como un hilo que se extiende a lo largo de toda la Biblia, de principio a fin. Dios dice que la profecía es una de las grandes pruebas de su existencia; note el desafío que él presenta en Isaías 44:6-8 a quienes dudan de que él existe:
“¿Quién es como yo? Que lo diga. Que declare lo que ha ocurrido desde que establecí a mi antiguo pueblo; que exponga ante mí lo que está por venir, ¡que anuncie lo que va a suceder! . . . ¿Acaso no lo anuncié y profeticé hace tiempo? Ustedes son mis testigos. ¿Hay algún Dios fuera de mí?” (Nueva Versión Internacional).
¡Nada puede compararse a Dios, que declara lo que ocurrirá mucho antes de que suceda! Tanto la historia como las Escrituras son testigos de que Dios predijo acontecimientos muchos siglos antes de que tuvieran lugar, y luego permitió que se llevaran a cabo tal como había anunciado.
Entre todos los libros considerados sagrados por las distintas religiones del mundo, la Biblia es el único que registra numerosas profecías específicas y cómo se han cumplido, además de muchas otras que todavía están por cumplirse. ¡El Dios de la Biblia es el único que no solamente revela el futuro, sino que además posee el extraordinario poder para que las cosas que predice se hagan realidad!
“Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí. Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo” (Isaías 46:9-10, NVI).
Vivimos en un tiempo de cambios súbitos y dramáticos. Nuestro mundo está transformándose ante nuestros propios ojos; el orden mundial con el cual crecimos está desapareciendo, y está siendo reemplazado con algo que nadie sabe lo que es. Los presentadores de noticias y analistas parecen no tener ni la menor idea de lo que pasa. ¿Adónde podemos acudir en busca de respuestas?
Quienes producimos la revista Las Buenas Noticias y el programa de televisión Beyond Today sí sabemos dónde buscar y encontrar las respuestas acerca del rumbo que está tomando el mundo, y por qué. Indagamos en la Palabra de Dios, la Biblia, la estudiamos, la ponemos en práctica y vivimos según sus preceptos. “El principio de la sabiduría es el temor del Eterno. Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos”, nos dice la Biblia en Salmos 111:10.
Debido a que enseñamos la Palabra de Dios y nos esforzamos por vivir de acuerdo a sus mandamientos, hemos recibido un entendimiento sobre la sociedad y la cultura actual del que lamentablemente carece la mayoría de los medios de comunicación social.
Y debido también a esto, comprendemos un principio prácticamente olvidado en el mundo moderno: el de causa y efecto, o, según lo expresa la Biblia, “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7).
Esto se aplica tanto a individuos como a naciones. Dos extensos capítulos de la Biblia (Levítico 26 y Deuteronomio 28) lo dejan muy en claro. Comúnmente se les llama “los capítulos de las bendiciones y maldiciones” porque describen lo que le sucede a una nación cuando obedece y honra a Dios (recibe bendiciones) y lo que le sucede cuando rechaza a Dios y le desobedece (se acarrea maldiciones).
Y esto nos lleva a la razón clave de por qué la profecía debe importarle. Gran parte de la profecía bíblica es preocupante y aterradora, especialmente aquella que describe los tiempos que se avecinan. Pero Dios desea lo mejor para usted; él no quiere que nadie sufra. ¡Uno de los propósitos fundamentales de la profecía es que Dios quiere que nos arrepintamos para que no seamos tomados por sorpresa una vez que empiecen a desencadenarse estos terribles eventos!
Valiéndose del gran profeta bíblico Ezequiel, Dios nos explica una de las razones cruciales de la profecía bíblica: “Vivo yo, dice el Eterno el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis . . . ?” (Ezequiel 33:11).
Nos esperan tiempos aterradores y peligrosos; pero el mensaje de la profecía bíblica es que si usted escucha a Dios, hace caso a sus advertencias y emprende de todo corazón una vida de obediencia y entrega a él, podrá librarse de esas amenazas y comenzar a vivir una vida de esperanza.
¿Está dispuesto a dar ese paso?