Se percibe un cambio en el ambiente

Predecir el clima es complicado, especialmente con semanas de anticipación. Sin embargo, podemos reconocer los patrones cambiantes. Cuando empieza a hacer más calor, sabemos que se acerca el verano. A veces percibimos que las temperaturas han bajado más de lo habitual. A veces simplemente sentimos que algo es diferente pero, si queremos prepararnos mejor para los días venideros, debemos prestar atención a los análisis bien fundamentados y al razonamiento aplicado. Quizá se avecina un nuevo frente.
Del mismo modo, prestar atención a las tendencias de las noticias mundiales con la perspectiva adecuada nos ayuda a ver hacia donde se encaminan los acontecimientos y a prepararnos con prudencia.
Recientemente hemos sido testigos de cambios significativos en las relaciones entre Estados Unidos y Europa, como se expone en nuestro artículo de portada “Vientos de cambio en Europa”. Los líderes europeos han expresado su indignación por lo que percibieron como un abandono de sus intereses, ya que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no los involucró en las conversaciones iniciales con el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la guerra en Ucrania. Además, Trump pidió a los países europeos que se ocuparan ellos mismos de las necesidades de mantenimiento de la paz en la zona, sin garantías de seguridad por parte de Estados Unidos.
La división se agravó con la imposición por parte de Trump de aranceles del 10 % a todo el mundo, y mayores a ciertos países que cobran impuestos todavía más altos a los productos estadounidenses importados. Se trata de un cambio realmente histórico tras un largo periodo en el que Estados Unidos no aplicaba prácticamente ningún arancel a otros países, mientras que estos imponían habitualmente impuestos elevados a los productos estadounidenses o prohibían su venta mediante otras normas. Algunos creen que este giro proteccionista desencadenará un empeoramiento de la guerra comercial, hundirá aún más los mercados bursátiles y provocará una mayor inflación. Sin embargo, la agitación económica podría estabilizarse, especialmente si muchos países deciden cooperar y se reducen los gastos energéticos mediante otras políticas, lo que disminuiría los costos en todos los ámbitos. Solo el tiempo lo dirá.
En cualquier caso, está claro que la brecha entre Estados Unidos y otros países occidentales se ha agrandado, pero esto no quiere decir que la división sea insalvable. Un Estados Unidos fortalecido podría atraer cierta unidad. Además, los movimientos populistas en Europa, que se oponen intensamente a muchos de los líderes actuales, han ganado terreno en los últimos años. Algunos podrían inclinarse hacia un Estados Unidos más populista y antiglobalista. Por otro lado, algunos de ellos son muy nacionalistas y preferirían alejarse de la dependencia de la OTAN liderada por Estados Unidos, así como de sus vecinos europeos, preocupados especialmente por frenar la ola de inmigración y preservar la cultura local.
Sin embargo, debemos reconocer que la agenda globalista liderada por las élites occidentales está muy avanzada y también ha calado hondo en Estados Unidos. Además, la decadencia moral de nuestras naciones sigue siendo evidente en todas partes. Incluso si Estados Unidos experimenta un periodo de resurgimiento, este no durará. El declive de esta nación se reanudará, como ocurrió anteriormente con el Reino Unido, tal y como nos informa la Biblia (vea nuestra guía de estudio gratuita Los Estados Unidos y Gran Bretaña en la profecía bíblica).
Y gradualmente veremos el auge de Europa bajo una terrible tiranía, algo muy triste de contemplar en este 80.º aniversario del Día de la Victoria en Europa, que celebra el derrocamiento del régimen nazi en Alemania. Comentamos más sobre esto en el artículo principal de esta edición.
Parte de esa tiranía será una religión controladora: un retorno a la tradición autoritaria, que difiere diametralmente del cristianismo de la Biblia. En esta temporada de Pentecostés reflexionamos sobre la fundación de la verdadera Iglesia de Dios, y en este número analizamos la corrupción de la religión cristiana tradicional. Además, profundizamos en el maravilloso deseo de Dios de tener una relación de pacto cercano con su pueblo, y la ayuda que ofrece a través de su Espíritu Santo.
Mientras tanto, las tormentas de esta era continúan arreciando con acontecimientos trágicos en todo el mundo. El terremoto en Myanmar ha causado un sufrimiento terrible. Las atrocidades contra el prójimo continúan, incluso en nombre de la religión, y en el horizonte se vislumbra una tiranía aterradora. La tormenta aún no ha llegado pero, con los vientos cambiantes, se halla en proceso de gestación.
Ojalá que todos podamos capear estos elementos hasta que las nubes finalmente se disipen con la venida de Jesucristo para establecer su reino y liberar al mundo. En ese maravilloso tiempo de paz y sanación, toda la humanidad será invitada a sumarse al pacto para aprender y vivir el camino de Dios y recibir sus grandes bendiciones.
Sin embargo, usted no tiene que esperar hasta entonces para volverse a Dios. Como él dice: “Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón” (Jeremías 29:13, Nueva Versión Internacional). En efecto, como proclamó el apóstol Pablo, Dios “no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27). ¿Percibe usted un cambio en el aire, no solo en el mundo, sino ahora, en su propia vida? Dios puede estar llamando su atención. ¡Permita que él motive un cambio en usted! BN
Tom Robinson, Editor Asociado
Iglesia de Dios Unida