El Milenio y la paz en la Tierra

Usted está aquí

El Milenio y la paz en la Tierra

La Biblia contiene muchas profecías acerca del futuro de la humanidad y de este planeta. En esta lección cubriremos el gran bosquejo de ese futuro.

Las Escrituras están llenas de promesas de que algún día habrá paz en la Tierra. ¡Y también están llenas de profecías específicas acerca del estado saludable y feliz del mundo durante el reino de mil años de Jesucristo! A continuación compartimos parte del mensaje de un miembro de la Iglesia de Dios Unida en el estado de Washington (EE. UU.):

“Por años, desde que recibí por primera vez literatura de la Iglesia de Dios Unida, ¡ha sido maravilloso aprender lo que la Biblia realmente enseña! Saber que Dios no cambió de parecer en cuanto a qué día de la semana es el sábado; que Jesucristo regresará a la Tierra, ¡pero no solo a visitar, sino para quedarse y establecer su reino!; y que todos tendrán una verdadera oportunidad de aprender la verdad de Dios. Ansío y oro que venga ese día en que entenderán al menos lo que yo entiendo”.

¡La verdad de Dios es mucho más maravillosa que toda ficción!

Desde el principio de los tiempos se han escrito innumerables relatos, fantasías y cuentos de hadas por autores que han imaginado un tipo de paraíso o utopía, y casi todas las religiones tienen ideas de cómo es la vida después de la muerte. Pero una vez que usted realmente entienda lo que la Biblia revela, ¡verá que nadie ha previsto jamás una vida tan hermosa, gozosa y significativa como la descrita en el plan que Dios tiene para la humanidad!

En las últimas lecciones aprendimos acerca de los traumáticos acontecimientos que tendrán lugar antes del regreso de Cristo, incluyendo la gran tribulación, el día del Señor y Armagedón. Todo esto es parte necesaria del plan de Dios para llevar a la humanidad al arrepentimiento, y también para preparar el camino a fin de que Jesucristo establezca el Reino de Dios sobre la Tierra. Luego, durante el Milenio, Cristo le enseñará a toda la humanidad el camino a la vida eterna.

En la última lección también aprendimos que cuando Cristo regrese a la Tierra, glorificará a los santos (sus seguidores verdaderamente convertidos de esta era) con la inmortalidad, resucitando a aquellos que hayan muerto y transformando a quienes aún vivan (1 Tesalonicenses 4:13-18). Es a través de esta resurrección y cambio que los santos “heredarán el reino de Dios”(1 Corintios 15:50-54).

- ¿Dónde vivirán los cristianos durante el Reino de Dios venidero?

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo 5:5).

“Y el Eterno será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Eterno será uno, y uno su nombre” (Zacarías 14:9).

Jesús dijo que los mansos heredarían la Tierra. También es claro que los santos al final heredarán todas las cosas, incluyendo todo el universo y el ámbito celestial (Apocalipsis 21:7). No obstante, reinarán con Cristo en la Tierra, como veremos más adelante (Apocalipsis 5:9-10). De hecho, la ciudad celestial de Dios finalmente descenderá a la Tierra como nuestro hogar perpetuo. Pero, incluso antes de eso, la Tierra será maravillosa durante el reinado de Cristo y sus santos.

¿Qué podría ser más atractivo que el planeta Tierra una vez que todos sus problemas sean resueltos? Piense cómo será este magnífico muestrario de la creación de Dios sin maldad ni desastres, ya sean naturales o causados por el ser humano. ¡Podremos decir que será “el cielo en la Tierra”!

Jesús nos instruyó para que orásemos “Venga tu reino” (Mateo 6:10). Él quiso decir que debemos orar para que el Reino de Dios sea establecido en toda la Tierra.

Mucho tiempo atrás, un arcángel decidió subir al cielo para ser “semejante al Altísimo” (Isaías 14:13-14). Con esa rebelión se convirtió en Satanás el diablo. Desde entonces, es Satanás quien “engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).

Una de sus mentiras se ha vuelto parte de la mayoría de las religiones: la idea de que la gente se va al cielo cuando muere. Este concepto en realidad se deriva del antiguo paganismo, ¡no de la Biblia! (Para aprender más, descargue o solicite nuestra guía de estudio gratuita El cielo y el infierno: ¿Qué es lo que enseña realmente la Biblia?)

- Después del regreso de Cristo, ¿habrá aún seres humanos en la Tierra?

“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, al Eterno de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos” (Zacarías 14:16).

“Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y edificadas las ruinas. Multiplicaré sobre vosotros hombres y ganado, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré mayor bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy el Eterno” (Ezequiel 36:10-11).

“Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto” (Isaías 27:6).

Pero a pesar de que gran parte del mundo perecerá durante el horror de la gran tribulación y el día del Señor, muchos millones sobrevivirán. “Y todos los que sobrevivieren de las naciones . . . subirán de año en año para adorar al Rey [Cristo]” (Zacarías 14:16).

Luego, bajo el gobierno pacífico de Jesucristo, ¡habrá una explosión demográfica, ya que innumerables bebés nacerán durante la mayor parte del Milenio!

Dios escogerá a Israel una vez más para ser el modelo de una nación obediente a Dios (Deuteronomio 4:5-8), y esta vez Israel vivirá según ese llamamiento. Pero muchas profecías acerca de “Israel” durante el Milenio se aplicarán posteriormente a toda la humanidad, especialmente a medida que la gente se convierta espiritualmente y se vuelva parte del “Israel de Dios” (Gálatas 3:27-29; 6:16).

- ¿Cuál será el rol de los santos después de que sean resucitados?

“Después vi tronos, y los que estaban sentados en ellos habían recibido autoridad para juzgar. Vi las almas de aquellos que habían sido decapitados por dar testimonio acerca de Jesús y proclamar la palabra de Dios . . . Volvieron a la vida, y reinaron con Cristo durante mil años.

“Esta es la primera resurrección. (El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años). Benditos y santos son aquellos que forman parte de la primera resurrección, porque la segunda muerte no tiene ningún poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él durante mil años” (Apocalipsis 20:4-6, Nueva Traducción Viviente).

“Y cantaban [los seres angelicales] un nuevo cántico, diciendo: Digno eres [Cristo el Cordero] de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-10).

En Apocalipsis 20 aprendemos que la resurrección de los santos al regreso de Jesucristo es llamada “la primera resurrección”. Ellos serán entonces inmortales, por lo que no será posible que vuelvan a morir (experimentando una “segunda muerte”). Su rol será entonces el de asistir a Cristo en instruir y gobernar al mundo. “Serán sacerdotes [instructores e intercesores en asuntos espirituales] de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (v. 6).

La palabra milenio significa mil años, pero normalmente se utiliza específicamente en referencia al reino milenario de Cristo y los santos, y en este caso se deletrea con una “M” mayúscula. Cristo y los santos vivirán para siempre, no solo mil años. Pero después de los mil años vendrá un nuevo período, que comenzará con la segunda resurrección (como será explicado en la siguiente lección).

Vemos en Apocalipsis 5:9-10 que los santos reinarán –gobernarán como reyes– con Cristo en la Tierra. Como tales, asistirán al Rey de reyes y Señor de señores (vea Apocalipsis 19:16).

- ¿Cuál será el paso más importante para eliminar las malas influencias del mundo?

“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo” (Apocalipsis 20:1-3).

“Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible” (Apocalipsis 18:2).

Satanás será atado y recluido durante mil años, para que no pueda tener influencia sobre el mundo. “El pozo del abismo” es traducido de la palabra griega abyssos, que significa “sin fondo”, de lo cual proviene la palabra “abismo”, utilizada para describir una sima extremadamente profunda. Al final del Milenio, Satanás será soltado por un tiempo, pero luego será expulsado para siempre.

Para comprender más acerca de lo que la Biblia dice sobre Satanás y los demonios, descargue o solicite nuestra guía de estudio gratuita ¿Existe realmente el Diablo?

- ¿Es esto parte del significado profético del Día de Expiación?

“También habló el Eterno a Moisés, diciendo: A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno . . . Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas [refiriéndose al ayuno] . . . guardaréis vuestro reposo” (Levítico 23:26-27, 32).

“Cuando [Aarón, el sumo sacerdote] hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo; y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto.

“Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada . . . Y esto tendréis por estatuto perpetuo” (Levítico 16:20-22, 29).

Las fiestas santas de Dios reflejan las etapas de su plan de salvación. Como vimos en la lección pasada, la Fiesta de las Trompetas representa el regreso de Jesucristo al sonido de la última trompeta. A continuación, el significado simbólico del Día de Expiación se basa en la Pascua. Como la Pascua representa nuestra reconciliación individual con Dios, la cual es posible gracias al sacrificio expiatorio de Jesucristo, el Día de Expiación representa el tiempo en que esa invitación para ser reconciliados con Dios será extendida a toda la humanidad.

Aún más, esta fiesta santa representa el tiempo de transición entre la segunda venida de Cristo y el comienzo de la paz mundial. Por lo tanto, una parte crítica del cumplimiento del Día de Expiación será cuando Satanás y sus demonios sean atados. Esto se muestra en el detallado simbolismo de Levítico 16, como explicamos en nuestra guía de estudio gratuita Las Fiestas Santas de Dios: Esperanza segura para toda la humanidad.

- ¿Cuál es el significado profético de la Fiesta de los Tabernáculos?

“Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos al Eterno por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. Siete días ofreceréis ofrenda encendida al Eterno; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida al Eterno; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis . . .

“En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo el Eterno vuestro Dios” (Levítico 23:33-36, 42-43).

Inicialmente, la Fiesta de los Tabernáculos (también llamada “fiesta de la siega” en Éxodo 23:16 y 34:22) era celebrada cuando se completaba la última cosecha de la temporada en Tierra Santa. Esta cosecha final y el mandamiento para los israelitas de morar en viviendas temporales, tal como los israelitas hicieron después de salir de Egipto camino a la Tierra Prometida, nos ayudan a entender el significado profético de esta festividad.

Profecías posteriores describen la secuencia del plan de salvación de Dios haciendo evidente que esta fiesta representa su reino venidero, y que la Tierra Prometida era un prototipo de este. También simboliza el período de mil años cuando Jesucristo morará con su pueblo en la Tierra, y durante el cual se llevará a cabo una cosecha mucho mayor de seres humanos que serán incorporados a la familia de Dios.

Para los cristianos de la actualidad, esto también representa dejar este mundo y sus caminos para morar con Dios temporalmente mientras nos preparamos para un hogar permanente con él y el cumplimiento de esto en el Milenio: un período de morada con Dios mientras esperamos el establecimiento permanente de un nuevo cielo y una nueva Tierra (como aprenderemos más adelante).

Muchas profecías a lo largo de la Biblia describen cómo será renovada y embellecida toda la Tierra durante este tiempo. Al describir este periodo, llamado el Milenio por su duración de mil años, el profeta Isaías dijo: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará” (Isaías 11:6).

El mandamiento que Dios nos ha dado de observar sus fiestas anuales es un factor esencial para comprender y recordar su plan de salvación para toda la humanidad. Y estos son tiempos de regocijo, mientras crecemos en entendimiento y apreciación del maravilloso futuro que Dios tiene planeado para todos los seres humanos.

- ¿Habrá paz en la Tierra en esa era venidera?

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6-7).

“Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca del Eterno de los ejércitos lo ha hablado” (Miqueas 4:3-4).

“Así ha dicho el Eterno de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas” (Zacarías 8:4-5).

Estas profecías inspiradoras muestran a Jesucristo, el “Príncipe de Paz”, haciendo que este sueño elusivo se haga realidad. No solo habrá paz entre las naciones, ¡sino que las ciudades serán seguras y pacíficas, incluso Jerusalén!

- ¿Qué ciudad será la capital del mundo en ese entonces?

“En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono del Eterno, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre del Eterno en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón” (Jeremías 3:17).

“Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Eterno” (Isaías 2:3).

“Sion” era el nombre de la cresta de la montaña en la que Jerusalén fue construida, y se usa frecuentemente como sinónimo de Jerusalén. Jerusalén por fin será verdaderamente la “ciudad santa” y vivirá de acuerdo a su nombre, el cual significa “posesión de paz”.

- ¿Qué famoso pueblo gobernará las doce tribus de Israel?

“Ah, ¡cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado. En aquel día, dice el Eterno de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, sino que servirán al Eterno su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré” (Jeremías 30:7-9).

“Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre” (Ezequiel 37:24-25).

“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mateo 19:28).

Dios levantará –resucitará– a David. Dios dice que reunirá a Israel en una sola nación y que “mi siervo David será príncipe de ellos”. Recuerde que Jesucristo será rey sobre todo el mundo. David gobernará bajo él, y bajo David reinarán los doce apóstoles sobre las tribus de Israel.

- ¿Será aquel un tiempo de salud, sanidad, abundancia, prosperidad y gozo?

“Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo . . . Ellos verán la gloria del Eterno, la hermosura del Dios nuestro.

“Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.

“Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos” (Isaías 35:1-7).

“Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra Tierra.

“Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante; y haré quitar de vuestra tierra las malas bestias, y la espada no pasará por vuestro país” (Levítico 26:3-6).

Hay muchas profecías bíblicas acerca de las condiciones físicas que existirán en el mundo del mañana. ¡La gente será sanada de sus enfermedades, lesiones y discapacidades! Todos aprenderán buenos hábitos y cómo prevenir problemas de salud. Tendrán hijos y ganados saludables. ¡No habrá más hambrunas, escasez de alimentos ni enfermedades!

Habrá mucha más tierra arable, y la agricultura será altamente productiva. Caerá lluvia ligera en la temporada adecuada, y habrá abundancia y prosperidad. ¡Todos aquellos que se sometan a las leyes de nuestro amado Dios serán inmensamente bendecidos! “Y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido” (Isaías 35:10).

- ¿Se le enseñará la verdad de la Biblia a la gente de todo el mundo?

“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa del Eterno como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Eterno” (Isaías 2:2-3).

“Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda” (Isaías 30:20-21).

Como leímos anteriormente, los santos inmortales bajo Jesucristo serán sacerdotes y maestros que irán a todo el mundo a educar. Isaías 30:20-21 habla de estos “maestros”. Adicionalmente, pueblos de todas partes del mundo vendrán a Jerusalén a aprender los “caminos”, “sendas”, “ley” y “palabra” de Dios, y luego llevarán ese conocimiento a sus naciones (Isaías 2:1-3).

Todos tendrán la responsabilidad de enseñar, incluyendo los padres, y no tomará mucho tiempo para que la verdad sea impartida. Dios dice de ese tiempo: “No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9).

Dios realmente “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).

Puede que usted haya notado varias referencias en esta lección al libro de Isaías. Este libro tiene más profecías mesiánicas y relativas al Milenio que cualquier otro. Sin embargo, hay muchas otras profecías sobre el Milenio a lo largo de la Biblia.

¡Dios nos ha bendecido con una visión clara del magnífico futuro que tiene para nosotros! Ojalá tengamos el enfoque, dedicación y determinación para andar en sus caminos, ¡y nos convirtamos en discípulos de Cristo ahora, para estar preparados cuando él regrese, a fin de ayudarle a enseñar esos caminos al resto del mundo!

Póngalo en práctica ahora

Piense en lo diferente que será el Milenio en comparación con el mundo actual. Anote los tres males del mundo actual que usted más ansía que sean abolidos por Jesucristo. Después escriba tres condiciones maravillosas que han sido profetizadas acerca del Milenio y que usted más desea. Luego, esta próxima semana, cuando ore “Venga tu reino”, ¡piense en aquellas seis razones! Esto le dará un mayor significado y fervor a su oración.

Y para aprender más acerca de la promesa de ese reino venidero y de cómo usted puede formar parte de él, descargue o solicite nuestra guía de estudio gratuita El Evangelio del Reino de Dios. BN