¿Constituye racismo reconocer la identidad nacional israelita?

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¿Constituye racismo reconocer la identidad nacional israelita?

Aunque mucha gente no lo sabe, Estados Unidos, Gran Bretaña y otras naciones cuyas raíces se remontan al noroeste de Europa descienden en gran medida de los antiguos israelitas de la Biblia. Sin embargo, muchos ven con desprecio esta identificación y la consideran racista. Es cierto que los creyentes en algunas formas de lo que se denomina “israelismo británico” han sido racistas. Entre ellos, los peores ejemplos han provenido del mal llamado “movimiento de identidad cristiana”, partidario acérrimo de la supremacía blanca y antisemita. Pero las verdaderas enseñanzas bíblicas sobre la identidad de Israel en realidad son antirracistas.

Las bendiciones nacionales y el estatus que Dios ha concedido a los pueblos de habla inglesa no deben entenderse como un asunto de supremacía racial, sino de herencia y responsabilidad familiar. Las naciones comenzaron fundamentalmente como familias que se multiplicaron en el tiempo, y Dios dice que tiene la intención de bendecir a todos los pueblos a través de los israelitas. Muchos agitadores marxistas pretenden hoy erradicar el derecho a la herencia familiar de la sociedad; pero heredar dentro de una familia, en este caso de la familia de Israel, es el meollo del propósito y el plan de Dios para la humanidad.

Es un hecho que Dios eligió a un hombre en particular, el patriarca Abraham, y a sus descendientes para cumplir un papel especial en el mundo. El Dios creador tiene todo el derecho de conceder bendiciones y asignar deberes a quien él elija. A Abraham, a su hijo Isaac y a su nieto Jacob, que pasó a llamarse Israel, Dios les hizo promesas particulares en este sentido. Esto no significaba que ellos o sus descendientes fueran inherentemente superiores a otras personas (Deuteronomio 7:7-8 Deuteronomio 7:7-8 [7] No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; [8] sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
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; 9:6). De hecho, a lo largo de las Escrituras Dios es mucho más crítico de los israelitas que de otros pueblos, ya que son juzgados de acuerdo al conocimiento y las bendiciones que han recibido. Como dijo Jesús, “a todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá” (Lucas 12:48 Lucas 12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
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).

La herencia étnica israelita no debe ser motivo de jactancia y vanagloria, aunque algunos se valgan de ella con esa intención. Uno de los principales propósitos de la nación de Israel era servir de ejemplo al resto del mundo de lo que le sucede a una sociedad que honra o rechaza a Dios. Varias profecías se refieren a las grandes bendiciones nacionales de Israel en esta época y en la venidera, pero muchas otras advierten sobre las terribles consecuencias que sobrevendrán a los israelitas como juicio por su flagrante pecado y su rebelión contra Dios.

No es razonable tildar de racismo el hecho de dirigir tales advertencias bíblicas a sus destinatarios. Tampoco es racismo expresar aprecio por los aspectos positivos de la herencia israelita. Por el contrario, es correcto y apropiado enfocarse en ejemplos de virtud (Filipenses 4:8 Filipenses 4:8Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
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) y darse cuenta de que todos los seres humanos, excepto Jesús, somos terriblemente imperfectos.

El registro bíblico presenta la historia de Israel tanto en sus triunfos morales como en sus tragedias, y vemos lo mismo en la historia
posbíblica y en la profecía que aún está por cumplirse. Cabe destacar que el hecho de que Dios haya elegido a un determinado pueblo para sus santos propósitos no le garantiza a este una situación privilegiada, ¡ni mucho menos! En el musical El violinista en el tejado, el protagonista Tevye, expresando un sentimiento judío muy común después de una persecución, implora a Dios: “¿No puedes elegir a otro [pueblo] por un tiempo?”

Ningún seguidor de Jesucristo debiera apoyar ni fomentar el racismo. Dios llama a gente “de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas” (Apocalipsis 7:9 Apocalipsis 7:9Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
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, Nueva Versión Internacional). La Biblia afirma que todos los seres humanos, sin importar su origen étnico, son “linaje de Dios” (Hechos de los Apóstoles 17:29 Hechos de los Apóstoles 17:29Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
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), y tienen el potencial de convertirse en hijos glorificados en la familia divina.

El apóstol Juan escribió que el amor de Dios por todo el mundo motivó el envío de Jesús para morir por los pecados de la humanidad (Juan 3:16 Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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). Además, Dios inspiró al apóstol Pedro para declarar: “En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia” (Hechos de los Apóstoles 10:34-35 Hechos de los Apóstoles 10:34-35 [34] Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, [35] sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.
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, énfasis nuestro). Dios no nos juzga individualmente por nuestra ascendencia ni el color de nuestra piel, sino por lo que somos por dentro: “Y el Eterno respondió a Samuel . . .
porque el Eterno no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Eterno mira el corazón” (1ra Samuel 16:7 1ra Samuel 16:7Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
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).

La Biblia revela que cuando Cristo gobierne el mundo en el Reino de Dios prevalecerá la armonía racial, y la antigua enemistad entre etnias será sanada: “En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque el Eterno de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad” (Isaias 19:24-25 Isaias 19:24-25 [24] En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; [25] porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
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). Sin embargo, esto no significa que el linaje físico sea irrelevante. Obsérvese que las distintas nacionalidades étnicas seguirán existiendo durante el reinado venidero de Cristo.

Pablo, el apóstol de los gentiles, vio la importancia de su propio linaje étnico: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín” (Romanos 11:1 Romanos 11:1Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
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). Desde luego que nuestro linaje más importante es el espiritual, porque tenemos a Dios como Padre mediante el Espíritu Santo. Sin embargo, en las Escrituras esto se compara admirablemente con convertirse en un verdadero israelita. Como explicó Pablo, Jesucristo es la Simiente perfecta de Abraham, y todos los demás están descalificados de la herencia suprema debido a su pecado; sin embargo, todos los que se arrepienten y se unen a Cristo al recibir el Espíritu Santo se convierten en la simiente de Abraham y coherederos con Cristo, tal como Israel, incluidos los que son gentiles físicos (Gálatas 3:29 Gálatas 3:29Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.
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; 6:16; Romanos 2:28-29 Romanos 2:28-29 [28] Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; [29] sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
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; 8:14-17; 9:1-8; 11; Efesios 2:11-22 Efesios 2:11-22 [11] Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. [12] En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. [13] Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. [14] Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, [15] aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, [16] y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. [17] Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; [18] porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. [19] Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, [20] edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, [21] en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; [22] en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
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).

Es importante entender que las personas de todas las naciones deberán convertirse en israelitas espirituales para salvarse. Al fin y al cabo, la familia divina será Israel glorificado, y las puertas de la Nueva Jerusalén en Apocalipsis 21-22 tendrán los nombres de las doce tribus. No obstante, aunque esto nos muestra el panorama final del mundo que será bendecido por medio de Israel por toda la eternidad, es importante reconocer que Dios ha bendecido al mundo de esta era de numerosas formas a través de la progenie de Abraham, principalmente por medio de Jesucristo, pero también a través de los grandes beneficios que Dios ha traído al mundo mediante la familia que él ha elegido. Todo esto, como vemos de un extremo a otro de la Biblia, nos muestra que la herencia nacional israelita es fundamental en el plan de Dios para la humanidad.

Proclamar quiénes son los pueblos israelitas hoy en día no es un acto racista, sino un reconocimiento de lo que Dios ha estado haciendo a lo largo de los siglos para llevar a cabo su magnífico plan y bendecir a todas las naciones por medio de Israel. BN