¿Qué postura tiene la IDU respecto a la cremación?

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¿Qué postura tiene la IDU respecto a la cremación?

Los griegos introdujeron la cremación al mundo occidental aproximadamente 1.000 años antes de la era cristiana. La información con respecto a la forma cómo comenzaron a realizarla es incompleta, pero esta costumbre probablemente comenzó como una forma de proceder con los soldados muertos en batalla. Con el fin de asegurar el funeral y posterior entierro por parte de los familiares y amigos, los ejércitos griegos incineraban los cadáveres de los muertos en los campos de batalla enemigos para posteriormente trasladar las cenizas a su propia nación.

Los romanos imitaron la costumbre griega incinerando a sus héroes militares. La práctica de la cremación se extendió entre la población general y eventualmente se convirtió en un símbolo de nobleza en Roma. La costumbre cesó alrededor del año 100 después de Cristo, probablemente por la escasez de madera, así como por la falta de apoyo de los líderes religiosos (especialmente del catolicismo romano); aunque no se consideró como tabú. Algunas personas creen, de manera equivocada, que la cremación interfiere con la promesa de resurrección después de la muerte.

En Escandinavia la cremación era una práctica corriente, debido a la creencia que “liberaba el espíritu de la carne”, otra creencia fundamentada en la superstición, antes que en la Biblia. Después que la Europa Occidental se convirtió al cristianismo romano la cremación fue practicada escasamente hasta el siglo 19, excepto por emergencias como la incineración masiva de los muertos por la plaga. En la India y los países orientales, la cremación es una práctica antigua y el modo favorito de tratar a los muertos.

Sir Henry Thompson, médico de cabecera de la reina Victoria, revivió en Europa y los Estrados Unidos el interés por la cremación, publicando en 1874 el tratado “Cremación: El Tratamiento del Cuerpo Después de la Muerte”. Sin embargo, no se legalizó en Inglaterra hasta 1884. Su práctica se incrementó con el apoyo de la comunidad religiosa como alternativa a los velatorios prolongados y desordenados. Por diferentes razones, principalmente sanitarias, también contó con el apoyo de la sociedad médica.  

El primer horno crematorio fue construido en los Estados Unidos en 1876; pero, comparativamente, la práctica de la cremación no ha sido muy popular en este país. En la década de los 70 del siglo pasado, solamente se tuvo un 8 por ciento de cremaciones en comparación con Europa donde esta cifra fue superior al 50 por ciento. En Japón la cremación fue ilegal hasta 1875, pero en la actualidad se efectúa en un número cercano al ciento por ciento de las defunciones.

Debido en parte a la falta de espacio, la cremación se ha venido popularizando en los Estados Unidos. De entre la mayoría de las sectas religiosas, solamente los Judíos Ortodoxos la prohíben. La resistencia de los propietarios de los cementerios y las funerarias ha disminuido en la medida en que se han dado cuenta que la cremación no es menos rentable para ellos que otros medios de inhumación. (Fuente: Nueva Enciclopedia Británica, decimoquinta edición).

La Iglesia de Dios Unida reconoce que la cremación no interfiere con el poder de Dios de resucitar a los muertos. Adicionalmente las costumbres de las religiones paganas sobre la muerte o la vida futura no están ligadas a los procesos modernos de cremación.

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