¿Cómo se explica 1 Corintios 14?

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¿Cómo se explica 1 Corintios 14?

Esto se explica claramente en el libro Expositor’s Bible Commentary (Comentario Bíblico del Expositor). A continuación y para su comodidad, citaremos esta sección en su totalidad:

“f. Conducta ordenada durante la adoración cristiana” (1 Corintios 14:26-40).

“En esta sección sobre la conducta en la adoración de la iglesia, Pablo insiste en que todas las partes de la adoración deberían contribuir a la instrucción y la edificación. El don de lenguas, las profecías y otros dones debían ser practicados bajo estricta regulación (26-33a). Además, en aras del decoro en las iglesias, a las mujeres no se les era permitido hablar en el culto público (33b-36). Pablo declara que lo que él escribe es por instrucción del Señor (37, 38). Y concluye animando a los cristianos de Corinto a que procuraran profetizar, y a no prohibir el don de lenguas a la gente con dicho don, siempre y cuando todo el conjunto del servicio de adoración sea decentemente y con orden (39, 40).

“Versículos 26-30; La tercera persona que demanda que ‘debe ser realizado’ muestra que Pablo no está dirigiendo tanto sus comentarios a individuos en particular sino si al ente colectivo, la iglesia, que a su vez debe mantenerse en este decoro. Todos estos mandatos están en tiempo presente, indicando que la iglesia debería mantener una supervisión constante a lo largo de todos estos aspectos de su servicio de adoración.

"Versículos 26-28; El versículo 26 nos da un breve resumen de los protocolos de adoración en Corinto: el himno, la instrucción, la revelación, una lengua y una interpretación. Algo de estos protocolos son una evocación del culto judío (vea Mateo 26:30; Lucas 4:16-30). Todo es para el fortalecimiento de la iglesia. Una aparición de la palabra hekastos usada con cada una de las siguientes cinco apariciones de la forma verbal echei (‘cada uno tiene... cada uno tiene...’) sugiere una vez más la unidad y la diversificación de los dones en la iglesia. Una persona tiene esta habilidad, otro tiene otra habilidad; pero todos (panta) juntos están para ser utilizados para la edificación de la iglesia. En cuanto a las lenguas, éstas deben ser reguladas, con solo dos o tres que hablen por turnos y con un intérprete (v. 27). La frase ana meros ('uno a la vez'), aunque se utiliza en otros lugares de la literatura griega, ocurre solo aquí en el Nuevo Testamento. Aunque el versículo 13 sugiere que el que habla en lenguas podría hacer la interpretación por sí mismo, aquí se deduce que la interpretación probablemente sería hecha por otra persona. Sin un intérprete, era de esperarse que no iba a haber ningún discurso público en lenguas en la iglesia. Al parecer, la responsabilidad de averiguar primero si un intérprete estaba presente, recaía sobre el que hablaba en lenguas. Si no había ninguno, el orador debía permanecer en silencio en el servicio de la iglesia y hablar sólo para sí mismo y a Dios (v. 28). Quizás esto significa que si no había un intérprete disponible, tal persona debía hablar en lenguas en su hogar.

"Versículos 29-33a.; En cuanto a las regulaciones para profetizar en la iglesia, solo un número limitado, no más de tres deben hablar, no sea que de tantos que hablen causen confusión. La mención de la revelación de la que habla el versículo 30 sugiere que la profecía en mente implicaba una revelación, una profunda enseñanza especial, no obstante era distinta de la clase de revelación de las Sagradas Escrituras (2 Tim 3:14-17). Esta enseñanza debía ser escuchada, incluso por aquellos que no habían estado al frente para hablar. De alguna manera la persona con esta revelación era un portavoz de Dios al dar algún mensaje edificante para la iglesia. Los "espíritus de los profetas" (versículo. 32) son los espíritus de los profetas mismos que fueron guiados por el Espíritu Santo en el uso de este don especial. Y estas declaraciones proféticas son sometidas a verificación (hypotasso) por otros profetas para su fidelidad y ortodoxia. Todo esto lleva a la paz y el orden del cual Dios es el autor (versículo 33). La palabra akatastasia es muy poderosa, ésta indica un gran alboroto, desorden, o incluso la insurrección o revolución (Lucas 21:9). Pablo teme por la adoración sin regulaciones que podría conducir a una conducta desordenada, desmintiendo así al Dios de paz quien los ha llamado para que sean organizados.

"Versículos 33b-36; Pablo se dirige ahora a la función de la mujer en la adoración en público, es de esperarse que la implicación está en que eran los hombres quienes tenían que dirigir los servicios en la adoración. La instrucción de Pablo a Corinto fue lo que siguieron en todas las iglesias. La frase tais ekklesiais ton hagion (‘las congregaciones o las iglesias de los santos’) es peculiar, y ocurre solo aquí en el Nuevo Testamento. La expresión hace hincapié en la universalidad de la comunidad cristiana. Todas las iglesias están compuestas por los santos (aquellos que son apartados para Dios), y deben estar regidos por el mismo principio de conducta ordenada.

“El mandato parece absoluto: Las mujeres no deben hacer ningún discurso público en la iglesia. Esta restricción no debe ser interpretada como: degradar a la mujer, pues las expresiones: ‘estar sujetas’ (hypotasso, compare con el versículo 32) y ‘sus maridos’ han de ser interpretadas simplemente como congruentes con el orden de administración de Dios (vea con 1 Corintios 11:7- 8; Efesios. 5:21-33). ‘La ley dice’ debe referirse a la ley como está descrita en la Biblia en lugares como Génesis 3:16; 1 Corintios 11:3; Efesios 5:22; 1 Timoteo 1:12 y Tito 2:5. Algunos han explicado el uso de la palabra ‘hablar’ del apóstol (versículo 34), connotando solo el habla en general y no a la prohibición de dirigirse en público. Pero esto es incompatible con otros usos de la palabra ‘hablar‘ de Pablo en el capítulo (versículos 5, 6, 9 y otros.), la cual implica declaraciones públicas tales como la de profetizar (versículo. 5). La solicitud de una mujer con respecto al conocimiento no ha de ser negado, pues ella es un ser humano igual al hombre. Sus preguntas pueden ser contestadas en casa, y no solicitándoselo a su esposo durante el servicio público o posiblemente interrumpiendo el sermón.

"La palabra gyne utilizada en los versículos 34 y 35 generalmente significa 'mujer', una hembra adulta (compare con Mateo 13:33; 27:55). Pero la misma palabra se usa para indicar que es una mujer casada (vea Mateo 14:03, Lucas 1:5). Aquí, en los versículos 34 y 35, Pablo usa la palabra en sentido universal cuando declara como principio general que "las mujeres deben guardar silencio en las iglesias". Él asume que habían muchas mujeres casadas en la congregación y por eso es evidente la referencia de: "sus maridos"(versículo 35). Él no se enfoca en el interrogante de dónde iban a obtener las mujeres no casadas las respuestas a sus preguntas, como las mencionadas en 1 corintios 7: 8, 36 y siguientes. Aunque podemos suponer que así como las mujeres casadas, era de esperar que ellas hablaran en privado para hacer las preguntas en casa con otras personas calificadas, tales como las viudas cristianas (1 Corintios 7:8), su pastor (compare con Timoteo como pastor-consejero en 1 Timoteo 5:1- 2), o con los ancianos que estaban ‘capacitados para enseñar’ (1 Timoteo 3:2). En todo caso, la feminidad de la mujer no debe ser deshonrada por su intento de adoptar el papel que desempeña el hombre en la iglesia.

Pero, ¿qué hay con la aparente contradicción entre estos versículos y el de 11:5 y siguientes, cuando Pablo habla de la mujer que ora y profetiza? La explicación podría ser que en el capítulo 11 Pablo no dice que las mujeres estaban haciendo estas cosas en la adoración en público como se analiza en el capítulo 14 (ver B.B Warfield, "Las mujeres hablan en la Iglesia" que apareció en El Presbiteriano del 30 de octubre de 1919, paginas 8, 9.)

"Las preguntas retóricas de Pablo (versículo 36) son irónicas y sugieren que los corintios tenían sus propias costumbres distintas en cuanto al papel de las mujeres en la adoración en público y tendían a actuar con independencia de las otras iglesias que también habían recibido estos mandatos. Estaban presumiendo de actuar como si de ellos se hubiera originado la Palabra de Dios (es decir, el evangelio) y como si pudieran apartarse de los mandatos de Pablo y hacer lo que quisieran en estos asuntos de la organización de la iglesia".