¿Cómo encontrar balance entre el servicio a la Iglesia y mi salud espiritual y emocional?
![Nuestra principal responsabilidad como cristianos es mantener una íntima relación con Dios por medio de la oración, el estudio bíblico, la meditación y ayuno. Pero también debemos aplicar la ley de Dios en todos los aspectos de nuestra vida. Nuestra principal responsabilidad como cristianos es mantener una íntima relación con Dios por medio de la oración, el estudio bíblico, la meditación y ayuno. Pero también debemos aplicar la ley de Dios en todos los aspectos de nuestra vida.](https://espanol.ucg.org/files/styles/full_grid9_breakpoints_theme_top_hat_mobile_1x/public/image/article/2020/03/09/bible-faq-how-balance-serving-at-church.jpg?timestamp=1583767923)
Probablemente hemos escuchado la corta sesión informativa de una azafata sobre las normas de seguridad a bordo de un avión, incluyendo las recomendaciones sobre el uso de las mascarillas para aplicar oxígeno a otros, incluyendo a los niños. ¿Por qué es importante? Porque si nos falta oxígeno a una gran altitud, no podremos estar en capacidad de ayudar a otros. Así que, primero, debemos colocarnos nuestra mascarilla antes de ayudar a otros.
Esta lección sirve como una metáfora cuanto ponderamos el servicio a otros en la Iglesia y nuestra propia salud emocional- espiritual. Para poder ayudar a otros apropiadamente, primero debemos analizar nuestra propia relación con Dios.
Una perfecta afirmación de esto es la respuesta que Jesucristo dio cuando le preguntaron: “Maestro, cual es el mayor mandamiento de la ley? (Mateo 22:36). El respondió: “Este es el primero y grande mandamiento: amarás al señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” Luego dijo: “Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:39).
Entonces, la primera y más importante responsabilidad de un cristiano es mantener una estrecha relación con Dios. Esto se logra por medio de la oración, el estudio bíblico, la meditación, el ayuno y la aplicación de los mandamientos de Dios a todos los aspectos de nuestra propia vida. Así como las máscaras de oxígeno en esta metáfora, primero debemos asegurarnos de estar en buena forma espiritual para después ayudar a los demás.
Nuestras necesidades físicas y emocionales son importantes y debemos atenderlas, antes de ayudar a otros. Note la instrucción del apóstol Pablo: “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Filipenses 2:4). De ninguna manera minimiza nuestras necesidades personales, las cuales son tan importantes como las necesidades de los demás. Esto sigue el segundo mandamiento que nos exhorta a “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos” (Mateo 22:39).
Nuestra mayor responsabilidad como cristianos es amar a Dios. Jesucristo nos dejó ejemplo manteniendo una íntima relación con su Padre, como su prioridad. Él dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34). De la misma manera, nuestra primera responsabilidad, como cristianos, es amar a Dios sobre todas las cosas. Después de esto, podemos alinear nuestras necesidades y prioridades personales para amar y servir a otros.